Capítulo 88

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Capítulo ochenta y ocho

-Grace-

Lentamente empecé a abrir los ojos, me dolía el cuerpo entero como si una manada de elefantes hubieran pasado encima de mí, la cabeza también me dolía, pero esto ya se había vuelto costumbre, intente levantar mi mano pero cuando no pude observe que estaba encadenada y no solo de una mano, sino que tenía mis dos manos y mis pies encadenados y no eran cadenas cualquiera, eran de plata y para poner más entretenida la situación me encontraba suspendida sin poder tocar el suelo haciendo una especie de equis con mi cuerpo

-¿Qué es esto? _ hable rasposamente

Me dolía la garganta por la resequedad de esta, miles de preguntas se amontonaban en mi cabeza, pero a ninguna le encontraba respuesta alguna; lo último que recordaba era al delta cargándome como un saco mientras los demás guardias solo observaban

-Veo que ya despertaste _ levante mi vista y observe con detenimiento la figura de mi mate

Mi cabeza estaba inclinada hacia el suelo, allí fue cuando me di cuenta en la forma en la que estaba encadenada y también en el hecho de que estoy solo en ropa interior

-¿Qué hago aquí? Bájame _ pregunte y a la vez exigí

Mientras este solo me observaba entre aburrido y enojado, había un olor nauseabundo en el lugar, sabía que era sangre pero no veía de quien era exactamente, pero esta no era sangre cualquiera, era sangre de vampiro, temí por la vida de Pepe; los licántropos conocíamos el olor de cualquier tipo de sangre incluso la de los humanos

-¿Por qué lo hiciste? _ ignoro por completo mis palabras mientras caminaba lentamente hacia mí

Llevaba un traje completamente negro, era uno de esos uniformes que no se rompen si se transforman, no sabía bien porque lo tenía puesto, pero me daba un mal presentimiento

-No entiendo _ estaba confundida y adolorida, necesitaría unos buenos días de reposo sin que nadie me atormentara

-No te hagas la estúpida… _ empezó a caminar en mi dirección _ ¡dime! _ rugió una vez que se encontró cerca de mi rostro

Tuve que cerrar los ojos por lo fuerte que había gritado, incluso en mi oído izquierdo escuchaba un pequeño pitido, cuando los abrí observe directo sus ojos rojos y por primera vez les tuve miedo

-Te lo juro que no sé de qué me hablas _ y antes de que pudiera decir algo más sentí el sabor metálico de mi sangre

Me había golpeado en la mejilla y muy fuerte, me dolía esta y no pude contener el grito que salió de mi garganta por semejante dolor, fue solo un golpe con su mano, se supone que soy un ser sobrenatural y esto no me tenía que haber dolido tanto

Cuando logre recomponerme me fije en la mano con la cual me había golpeado y me di cuenta de que me había dolido por lo que tenía en ella; su mano se encontraba tapada con un guante negro cuyo material desconozco, pero encima de estos se hallan cuatro anillos que juro que por el dolor que sentí eran de plata

-¿Qué haces Leandro? _ solloce, estaba asustada

-Ahora soy Leandro, ¿ya no soy un ser miserable mi amor? _ sonrió con burla cerca de mi rostro, podía sentir su aliento chocar contra mi nariz

Negué con la cabeza mientras sonreía y acto seguido le escupí el rostro, se pasó la mano izquierda donde no tenía nada y se limpió mi saliva de la nariz, porque allí era justo donde había caído

-Eres repugnante _ volví a recibir otro golpe en el mismo lugar

Y aunque suene masoquista me había gustado que me golpeara porque ahora tenía más motivos para matarlo, ya nadie me podía detener, todos ellos iban a sufrir, la tardanza era encontrar una forma de salir de aquí

-Mereces un castigo por todo lo que has hecho Grace _ se alejó de mí y camino hasta la parte oscura del lugar

Al darme cuenta donde me encontraba no pude evitar temblar, estaba en los calabozos alejados de la manada, aquí torturaban a aquellos que traicionaban la misma o a cualquier ser que incumpliera alguna de las reglas, nunca pude venir aquí puesto que nunca hice nada malo y ahora menos ¿Por qué estaba aquí? Porque su estúpida prima le había dicho que la acuchille

-¿Y quién te castiga a ti por todo lo que has hecho? _ pregunte con odio en mi voz

-Nadie creerá que te desterré y ahora mucho menos con lo que le hiciste a Daniela... _ volvió hasta mi mientras acariciaba una navaja _ ¿El gato te comió la lengua mi amor? _ sonrió

Antes de que pudiera responder con un insulto sentí como clavo la navaja en mi muslo izquierdo, grite de dolor mientras las lágrimas se hacían presente, la plata en el cuerpo de un licántropo era como quemar a un humano vivo en diferentes partes del cuerpo o más bien multiplicaría eso por diez

-¿Quién te castigara a ti por tapar a la asesina de tu prima? _ logre pronuncia

Sentí como saco la navaja y me observo un poco asombrado, pero rápidamente borro eso de su rostro y me observo con burla, le había dado en el clavo y ahora quería disimular

-No sé de qué estás hablando _ volvió a clavar la navaja en la misma pierna solo que un poco más debajo que la anterior

Volví a gritar, pero si iba a morir por lo menos le haría saber que sabía toda la verdad, si, sé que no sabía mucho pero si logro ver la expresión en su rostro mientras se la digo y esta es de asombro abre logrado mi cometido, a pesar de no poder decirle a nadie, esperaba que Pepe o cualquier vampiro pudiera profanar mi tumba y leer mis pensamientos, porque me aseguraría de mostrarles todo

-Sé que por culpa de Daniela tus padres están muertos… _ hice una mueca de dolor cuando sentí como enterró mas la navaja en mí _ no entiendo porque haces esto, yo ni siquiera intente matar a ese bastardo _ recibí otro golpe en la misma mejilla

-Ese bastardo será tu próximo alpha

Me empecé a reír como una desquiciada, parecía una masoquista por reírme después de tanto dolor, pero es que en verdad este imbécil pensaba que ese bebe era de él, en verdad todos pensaban que solo había estado con su primo y con su mate

-Ese maldito nunca será mi alpha, ni siquiera tu mereces ese título _ Leandro volvió a ir de nuevo hasta la esquina oscura

Esta vez trajo consigo un látigo que tenía pequeñas espinas en él, esto me iba doler y lo sabía

-Cuéntame mi amor, ¿según tu que hizo Daniela para provocar la muerte de mis padres?

A lo mejor lo podía asustar y si en el consejo había alguien como Pepe que podría meterse en sus recuerdos tendría todo listo, Leandro perdería su puesto como alpha y a Daniela la harían pagar, a lo mejor para ese entonces no esté en este mundo, pero de igual manera habría hecho justicia

-Sé que por culpa de la mentira de Daniela mataste a un rogué y no conforme con eso mataste a cinco más porque supuestamente también querían ver mal a tu querida prima… _ empecé con mi relato _ sé que si no hubiera hecho eso de mentir tus padres y mucha gente estaría viva, por si fuera poco no solo la ayudaste a tapar ese error sino que también te volviste cómplice, diciéndole a toda la manada que lo mataste porque era mate de Daniela y le quería hacer daño… _ hice una pausa intentando recuperar fuerzas _ pero para sorpresa de ambos llego Andrés y resulto ser el verdadero mate de tu querida prima, para poder tapar el sol con un dedo me imagino que dijiste que la diosa luna le había dado otra oportunidad

Termine mi relato mintiendo en lo de matar a los demás rogués, pero tenía que ponerle picor a la cosa para que me pudiera creer, por su expresión me había dado cuenta que si lo había hecho, solo pido poder estar con vida cuando se sepa toda la verdad, amare ver el dolor en los ojos de este maldito que tengo por mate y en los de su querida prima

-¿Cómo sabes tú eso?... _ no respondí _ ¡contesta!... _ rugió, pero yo seguía sin responder _ así que ahora quieres jugar, juguemos mi luna _ había burla en su voz

Sonreí mientras negaba, me imaginaba que esta era la parte donde entraba el héroe y te salvaba de lo malo que te quería hacer el villano, pero a estas alturas de mi vida no sabía quién era el verdadero villano, si mi mate por todo lo que me ha hecho, si Daniela por ser una perra calenturienta o yo por querer bañarme en la sangre de ambos; metafóricamente hablando claro está, debe ser asqueroso bañarse en la sangre de alguien y más cuando este alguien te ha hecho tanto daño

Salgo de mis pensamientos cuando siento el primer azote en mi espalda baja, no grito, no me muevo, no hago nada para ser más exactos, a él le gusta verme sufrir y no lo conseguirá más, de alguno u otra forma todos vamos a morir y si esta es mi forma de irme de este mundo la aceptaba

-Te contare mi parte de la historia Grace, aunque no me creas quiero que escuches… _ sentí otro azote en mi espalda baja _ sí, es cierto que Daniela mintió con referente a que su mate era el rogué, pero… _ otro azote _ me entere cuando llego Andrés, le pedí o más bien le exigí la verdad y ella con lágrimas en los ojos me dijo que lo había hecho por miedo a que sus padres la casaran con un ser al cual ella no amaba… _ que maldita arpía mentirosa, todo lo había hecho para tenerlo a él, ni siquiera me importaba, se lo daba con listón y todo _ después de allí decidimos dejar las cosas como estaban… _ lo interrumpí

-¿Olvidas acaso que ella fue la causante de ese ataque? Tus padres y personas inocentes murieron ese día, eres un… _ me calle cuando sentí dos azotes de golpes que hicieron que gritara

-¡Es mi familia, la única que me quedaba y me queda y no iba a permitir que le hicieran daño!

-¿Y por eso ocultase esto por tanto tiempo? _ no tenía miedo a que alguien nos escuchara, eso solo significaba que las paredes eran insonoras

-Si… _ afirmo _ es lo único que me queda

-Piensa bien… _ esta vez no me golpeo y me permitió continuar _ si no hubiera sido por ella tus padres estarían vivos

-Explícate _ pidió y yo solo podía pensar en lo estúpida que era esta familia

--- Si Daniela nunca te hubiera mentido, tu nunca hubieras matado a aquel rogué que resultó ser un alpha también y si esto no hubiera pasado nunca hubiera habido un ataque y tus padres como todas las personas inocentes de ese día estarían con vida, piensa un segundo si en verdad vale la pena mantener en tu manada a alguien que llevo a la muerte a más de cien personas _ parecía una consejera o psicóloga, era lo mejor que podía hacer, con un poco de suerte me soltaría de aquí con una advertencia y me lograría ir

Pero para mí desgracia no fue así, sentí otro azote más rosándome en el mismo lugar en el que me había dado el último, mordí mi labio inferior para evitar gritar, sentía el sabor metálico de mi sangre, me lo había roto

-Ya de nada vale, ya no tengo a mis padres conmigo

-¡Y yo tengo que pagar esta mierda! Escúchame bien maldito, cuando salga de aquí te vas a arrepentir de todo lo que me has hecho, me encargare de que supliques por tu vida _ sentía odio, un deseo profundo de verlo retorcerse de dolor

Leandro paso de mí y siguió con su azotes en mi piel, uno detrás del otro, había empezado a evitar gritar porque sabía que eso le fascinaba, le fascinaba verme sufrir; las lágrimas no las podía contener y deje que un sollozo saliera de lo más profundo de mi ser al sentir como aquel azote pasaba por debajo de mis senos, me dolía hasta el alma, pero no le iba a dar el gusto de verme débil, perdí la cuenta cuando pasamos los veinte azotes, ya no sentía mi espalda y era un alivio puesto que había dolor, pero no tanto como al principio

-Así que te gusta acerté la fuerte mi luna _ volvió a estar frente de mí y toco un botón que hizo que callera al piso todavía con las cadenas en mi cuerpo

Hice una mueva porque las primeras en caer fueron mis rodillas, esto era el mismísimo infierno y el único que me podría contradecir con referente a mi pensamiento era el dueño de el

-¿Quieres jugar mi amor? _ sentí como me pateo el estomago

Mi cuerpo giro un poco lejos de mi antiguo lugar, ya no tenía fuerzas ni para mantenerme en pie, pero todavía podía abrir los ojos y observar al culpable de mi sufrimiento

-Juguemos mi reina

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