‧₊˚ | Theodore Nott era conocido por una cosa en específico, su habilidad para buscar problemas, mientras tanto Blair Collins tenía el don de atraer problemas involuntariamente.
Blair solo tenia una cosa en claro, deseaba ser amada más que cualquier...
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Un extraño sentimiento crecía dentro de Blair y eso le aterraba totalmente.
Las palabras de Theodore se repetían en su cabeza una y otra vez.
Ni siquiera sabía el por qué, pero las palabras de Theodore se habían quedado impresas en su mente.
— ¿Te gustaría ir a Hogsmaede? Escuché qué hay una nueva librería — La voz de Lorenzo saco a Blair de sus pensamientos, quien solamente asintió con una sonrisa.
Por algún extraño motivo Blair se había sentido más animada desde su encuentro con Theodore, probablemente era demasiado obvio pues Lorenzo se encargo de mencionarlo.
— Has estado muy feliz últimamente, no tengo idea por qué pero lo agradezco — Blair no pudo ocultar una sonrisa ante las palabras de Lorenzo, causaban una sensación de calidez en su pecho.
— Extrañaba ver tu sonrisa — Dijo Lorenzo en voz baja, mientras tomaba la mano de Blair, ambos caminando en dirección a la librería que Lorenzo menciono.
Al entrar Blair sintió como si estuviera en un sueño, las estanterías cubrían toda la pared y había dos pisos llenos de libros.
Blair observó asombrada el lugar, junto a Lorenzo empezaron a recorrer la librería tomando varios ejemplares.
— Puedes tomar los que quieras, es un regalo — Dijo Lorenzo con una sonrisa, Blair se sentía en un sueño total.
Lorenzo sostenía los libros que Blair escogia mientras ella recorría los pasillos, Blair definitivamente quería comprar cada libro de aquel lugar, pero se sentiría demasiado culpable haciendo que su amigo los pagará.
— ¿Segura que son todos los que quieres? — Pregunto Lorenzo al ver los "pocos" libros que Blair había escogido.
La castaña solo asintió con una sonrisa, definitivamente eran más que suficiente.
Lorenzo insistió en que recorriera la librería una vez mas mientras el pagaba y Blair definitivamente no iba a negarse.
Al entrar al segundo piso su ojos se abrieron con total sorpresa, en el centro del lugar se encontraba una mesa llena de clásicos de la literatura, algunas ediciones especiales y nuevas versiones.
Blair no tardo en empezar a recorrer cada libro, mientras observaba un ejemplar de mujercitas unos toques en su hombro la hicieron desviar su mirada del libró.
Su boca se abrió a punto de contarle a Lorenzo sobre los libros que había encontrado pero se cerró de inmediato al ver a Theodore de pie frente a ella.
— Oh Hola Nott — Dijo en voz baja, aún algo sorprendida.
Definitivamente Theodore no era la persona que esperaba ver en una librería.
