𝟎𝟏. 𝐜𝐚𝐥𝐥 𝐦𝐞 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐲𝐨𝐮 𝐛𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐮𝐩

883 51 16
                                        

Capítulo 1
Llamame cuando terminen
change?

Capítulo 1Llamame cuando terminenchange?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝑜𝓂𝓃𝒾𝓈𝒸𝒾𝑒𝓃𝓉𝑒

La estación estaba abarrotada de gente, entre maletas, voces y altavoces que anunciaban partidas. Betty se aferraba al brazo de Alex como si, de esa forma, pudiera retrasar lo inevitable. Él llevaba la mochila al hombro, con esa mezcla de nervios y entusiasmo que la desconcertaba.

—No puedo creer que te vayas todo el verano —murmuró ella, intentando que la voz no le temblara.

Alex sonrió, aunque en sus ojos había un brillo de melancolía.
—Son solo unas semanas, Bet. Antes de que te des cuenta estaré aquí otra vez.

Ella negó suavemente, apretando los labios.
—No es lo mismo. No sé... me da miedo.

Él la abrazó con fuerza, hundiendo la barbilla en su cabello.
—No tienes que tener miedo. Te lo prometo, nada va a cambiar entre nosotros.

—¿Promesa de verdad o promesa de campamento? —preguntó Betty, intentando bromear, aunque le ardían los ojos.

Alex soltó una risa breve, como para quitarle hierro al momento.
—Promesa de verdad. Te escribiré todos los días, aunque sea para decirte que echo de menos tus tonterías. Te llenarás de mensajes míos.

Betty lo miró, y esa sonrisa torcida que siempre le había derretido le tembló en los labios.
—Nunca me cansaría de ti.

Él le sostuvo el rostro entre las manos, serio ahora.
—Entonces está decidido. Voy, aprendo lo que tenga que aprender, y vuelvo para contártelo todo.

—Solo... no te olvides de mí —susurró ella, bajando la mirada.

—Eso jamás. —Su voz sonó firme, casi como una plegaria.

El altavoz irrumpió de nuevo, anunciando la salida del autobús. Alex se apartó despacio, aunque parecía costarle más que a ella.

—Te voy a echar de menos —dijo Betty, sintiendo cómo el aire se le atascaba en el pecho.

—Y yo a ti. Pero será rápido, como un parpadeo. Cuando abras los ojos, volveré a estar aquí.

Se besaron con urgencia, como si pudieran condensar todo un verano en un instante. Después, Alex subió al autobús, girándose para saludarla desde la ventana. Betty permaneció inmóvil en el andén, con los brazos cruzados sobre sí misma, como si aún pudiera retenerlo.

No lo sabía entonces, pero aquella promesa de "nada va a cambiar" sería la primera que empezaría a resquebrajarse.


betty - alex walterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora