"EMPEZAR DE NUEVO" - GeminiFourth (Adaptación)

Capítulo Uno 🍂

Acababa de escuchar a su amigo Ford cerrar la puerta, ya que esa mañana el chico debía hacer trámites, por lo que él se quedaría solo gran parte del día.

Lentamente, se levantó del sofá en el que estaba sentado y se dirigió a la cocina, tomó un vaso de la tarima y lo llenó de agua de grifo. Estaba tan concentrado, pensando en todo lo que sucedía en su vida, que no escuchó que alguien había entrado a la casa después de que Ford se fuera.

—¿Estás embarazado?

Fourth levantó la cabeza y dejó caer el vaso que tenía en sus manos por la sorpresa, rompiéndose en miles de pedazos al llegar al suelo. Allí, parado enfrente de él, estaba Gemini, un hombre de porte duro y serio, que según los papeles seguía siendo su marido, dedicándole una dura mirada.

Gemini Norawit Titicharoenrak, había ido esa mañana a la casa en la que su esposo se estaba hospedando porque necesitaba que le aclarara la duda que su amigo, el doctor Mark Pakin, le había clavado horas atrás.

Al llegar, se había encontrado con Ford, quien estaba saliendo, y pese a todo lo mal que se llevaban, el castaño le dejo pasar, ya que sabía que Gemini tenía derecho a saber la verdad.

Llevaban dos años de matrimonio... hasta hace tan sólo dos meses atrás, donde todo se terminó.

—Te he hecho una pregunta –insistió el hombre de mirada dura.

Fourth, lo único que sintió fueron unas ganas enormes de salir corriendo de allí, pero eso no era posible. Estaba seguro que Ford había dejado entrar a Gemini con el único propósito de que sea sincero.

Fourth tenía que ser valiente, por ello, echó sus hombros hacía atrás, y reuniendo todo el coraje del que fue capaz, levantó su cabeza y contestó:

—Sí, estoy embarazado

Gemini dio unos pasos para acercarse a Fourth, lo que hizo que éste último diera la misma cantidad de pasos hacia atrás.

—¿Quién es el padre?

Fourth respiró hondo y miró los profundos ojos de su marido. Luego de unos segundos, confesó:

—No he estado con nadie más, solo contigo

Sin embargo, con aquellas palabras, Gemini explotó, y empezó a soltar una cantidad incontable de blasfemias, lo que asustó mucho a Fourth.

—¿Y cuándo planeabas decírmelo? —Le gritó, enfadado — ¿Cuándo se te notara? ¿Cuándo te encontrara por casualidad en la calle de la mano de mi hijo? ¿O cuándo alguien notara que él y yo nos parecemos? ¡Dime, maldita sea Fourth!

—Yo...—miles y miles de pensamientos y opciones invadieron la cabeza de Fourth, pero al final, decidió que la mejor opción era decir la verdad —no pensaba pedirte ayuda. Puedo criar solo a mi hijo.

La situación era más difícil de lo que parecía, pues la pareja de casados estaba a sólo una firma de no seguir estándolo. Ambos se encontraban en los trámites finales de su divorcio. Sin embargo, la respuesta de Fourth, en vez de tranquilizar a Gemini, lo alteró mucho más de lo que ya estaba.

—¿Así qué supusiste que no quería ese peso sobre mis hombros?

—Yo soy el que está embarazado, además, dentro de poco, cuando todo termine te comprometerás con alguien más. —Dijo Fourth señalando el televisor de la cocina, donde desde el día anterior no dejaban de anunciar la siguiente boda del año — Pensé que el embarazo no te importaría.

Casarse con Gemini Norawit Titicharoenrak había sido el peor error de su vida, no era que no le amara, al contrario, lo amaba, pero su vida junto a su marido había sido un calvario. Las razones de su divorcio eran muchas. Si no se quedaba solo por los constantes viajes de trabajo de Gemini, discutían porque sus suegros, los padres tremendamente millonarios de su marido, llenaban la cabeza de su hijo de mentiras como que se la pasaba en la calle cuando no estaba, o que se iba de fiesta en fiesta con sus amigos.