Capítulo Siete 🍂

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La madre de Gemini, entraba a su casa completamente enojada e irritada por el trato recibido en el consultorio. Ella siempre supo que el muchacho que su hijo había elegido para casarse terminaría separando a su Gem de su lado.

Sin hacerle caso a ninguno de los sirvientes, la señora se dirigió directamente hasta el estudio de su marido. Ella sentía que debían hacer algo para que su hijo volviera a su lado.

—Hay que hacer algo para alejar a ese muchacho de nuestro Gemini. —Dictaminó la señora apenas ingresó al estudio.

Su viejo marido despegó la vista de los papeles que se encontraba leyendo y la observó un rato largo antes de hablarle.

—Te recuerdo que nosotros le rogamos a ese muchacho para que volviera al lado de nuestro hijo, por el bien de nuestro nieto.

El señor Titicharoenrak jamás había estado de acuerdo con el matrimonio de su hijo, y se había alegrado cuando supo que al fin se divorciaría. Sin embargo, las noticias de un próximo heredero, estropeó todos los planes. Como jefe de familia y dueño de importantes empresas, no podía dejar que un escándalo de esa magnitud manchara su imagen, y mucho menos darse el lujo de que su único nieto fuera a nacer en una familia descompuesta.

—Sí, pero ahora lo tiene envenado contra nosotros ¿Puedes creer que no me dejaron presenciar la ecografía? ¿Tienes idea de cómo me sacaron de allí? Imagínate su comportamiento cuando nuestro nieto nazca. No podremos verlo nunca. —Gritó la señora completamente histérica.

El señor suspiró, cansado, y luego se sacó los anteojos que estaba usando para leer los papeles que tenía en sus manos.

—Bueno, hay algo que podemos hacer para tener a nuestro nieto y a nuestro hijo sin necesidad de qué ese joven se quede a su lado... —Es algo que había pensado con anterioridad, pero que en su momento no lo había creído necesario.

— ¿Qué es lo que estás pensando? —preguntó de pronto, de manera interesada, la señora Titicharoenrak.

—Demostrar que no es apto para cuidar de su hijo, y demostrarle a Gemini que es un mal padre y esposo. Podemos aprovechar la ausencia de nuestro hijo a nuestro favor. Llamaré a un detective.

Y así, ese día, los señores Titicharoenrak iniciaron sus planes para que su hijo abriera los ojos y volviera con ellos de la mano de su futuro nieto.

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Fourth ya estaba solo en la enorme casa donde vivía. Gemini acababa de marcharse. Bueno, en realidad técnicamente no estaba solo, ya que la señora Park estaba con él, pero desde que había desperdiciado su desayuno, la señora no le tenía mucha simpatía.

El joven embarazado se sentó en el sofá enfurruñado, y soltando algunos insultos que se le iban ocurriendo en contra de su marido, y en eso estaba cuando le llegó un mensaje de Ford.

Al parecer, Satang debía de ver a su novio Winny antes de ir para hacerle compañía durante los próximos días. Ante tal mensaje, Fourth sólo puso los ojos en blanco. Era típico de Satang no poder pasar más de una hora sin ver a su amado novio.

—Genial. —aquello aumentó el mal humor que tenía. —Eso significa más tiempo solo.

Se levantó del sofá abatido, pensando que tal vez recostarse no era mala idea, pero al ver las escaleras se negó, estaba demasiado agotado, tanto emocionalmente como físicamente. El cuarto de la plata baja aún no estaba listo, ya que los trabajadores que acondicionarían el depósito para convertirlo en una habitación no empezarían a trabajar hasta el día siguiente. Por ello decidió que era hora de hacer las paces con la señora Park.

Fourth puso ambas manos sobre su pequeño vientre antes de caminar hasta la cocina.

— ¿Qué tienes ganas comer? Le podemos pedir que nos lo haga, o que nos acompañe a comprar. —Agregó al venírsele una imagen de lo que quería a su cabeza. —y en el camino elogiarla mucho.

**********************

Gemini, quien acababa de abordar el avión, miró por la ventanilla. Le había costado mucho dejar a su esposo en casa, pero tenía que hacerlo. Por seguridad, preferiría que Fourth no viajara. Así fue como no vio ninguna otra oportunidad de hacer aquello.

Aquel viaje era muy importante para él, pues estaba decidido a concretar el trato que se traía entre manos de manera independiente, es decir sin el respaldo de la firma de su padre. Era necesario si quería cortar lazos que pudieran dañar su relación con su esposo y su futuro hijo. Porque este nuevo Gemini Norawit Titicharoenrak, estaba dispuesto a cumplir con la palabra que les había dado a sus amigos, así como también estaba dispuesto a tratar de enmendar todos los años de desconfianza y mal trato a su esposo.

Cuando Ford logró separar a Satang de su novio, ya era casi de noche, pues el "pasar a verlo" se trasformo en acompañarlo a esto y aquello. Al llegar finalmente a la casa de su amigo, Ford bajó del auto y miró muy enojado al más bajo.

—Tú cargas con todas las maletas. —dictaminó el castaño. —Por haber perdido tanto tiempo. Min ha estado solo todo el día.

—Es injusto, no es mi culpa que se te haya ocurrido rechazar y terminar con Mark, y que ahora andes de mal humor. —Ford detuvo sus pasos y le miró con el ceño fruncido.

—No he terminado con Mark, ni tampoco he rechazado su propuesta, yo sólo... necesito pensarlo. Y, por cierto, estoy de mal humor porque me has obligado a acompañarte a todos lados. — ¿Por qué nadie podía entender que, para él, el casamiento era un cambio muy grande?

Ford estaba lleno de dudas, había visto a Gemini cambiar con su amigo luego de casarse, había visto que Fourth salía con ellos cada vez menos, y aun así sus problemas aumentaban. No era que Gemini no amara a su esposo, pero el castaño podía apreciar que el matrimonio era complicado, y no era algo que se podía tomar a la ligera. Tratando de no pensar más en el tema, Ford se apresuró en ir a tocar la puerta de la casa de su amigo. Sin embargo, no fue necesario.

Fourth les esperaba afuera con un pote de helado en una mano y una chuchara en la otra. Al ver chocolate en la comisura de sus labios, Ford supo que al pote no le quedaba mucho contenido. A su lado estaba a la empelada que Gemini había contratado.

—Pensé que no vendrían. Nos sentíamos muy solos, y ya estábamos aburridos. —dijo el embarazado haciendo mohín.

— ¿Por eso has decido asaltar una heladería? —Fourth le pegó en el hombro con la cuchara.

—Tonto, a mi hijo le dieron ganas de probar helado, eso es todo.

La cena transcurrió muy tranquila, centrándose más que nada en tratar de averiguar el por qué Ford no podía tomar una decisión sobre la proposición que Mark le había hecho. El castaño ya empezaba a sentirse sumamente juzgado y apabullado por tanta atención y tanta pregunta. Fourth vio aquello como una especie de Karma, ya que él se había sentido de esa manera cuando todos le trataron de convencer que volviera con su marido.

Sin embargo, una llamada salvó a Ford de tanta atención.

El corazón de Fourth latió con fuerza apenas vio el nombre de su marido en la pantalla del móvil.

—Es Gemini –dijo dejando el tenedor con un pedazo de raviol que la señora Park les había cocinado. —ahora vuelvo...

Decidió contestar la llamada donde nadie pudiera escucharle, ni verle, porque de repente las lágrimas le amenazaban con deslizarse por sus mejillas. No llevaba ni 24 horas lejos de su marido, pero lo extraña, lo extraña tanto como cuando se fue de la casa porque planeaban divorciarse.

—Gemini...— Fourth no aguantó más y empezó a llorar –Te extraño.

—Yo también, te extraño mucho... ¿Has tenido algún antojo?

Y así pasaron los próximos veinte minutos, con un Fourth odiándose en algún punto de su mente por estar siendo tan afectuoso con su marido, y un Gemini regocijándose con cada detalle que su esposo le contaba, haciéndole entender que de algún modo la situación entre ellos tenía un futuro prometedor.

Sin embargo, nadie sabía que ya había alguien siguiendo los movimientos de Fourth y hurgando en su pasado.

"EMPEZAR DE NUEVO" - GeminiFourth (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora