Capítulo Cinco 🍂

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Ford se encontraba en la cocina, sentado con una taza de café entre sus manos mientras que su mente divagaba en las palabras que Mark había pronunciado la noche anterior

"—Cásate conmigo"

Su corazón se aceleró de tan sólo recordarlo.

No había podido dormir bien en toda la noche debido la proposición de su novio. La idea de contraer matrimonio era tentadora, y de verdad amaba a Mark Pakin con toda su alma, pero dar ese paso significaba muchas cosas, entre ellas convivir, compartir. También significaba menos tiempo libre, y se preguntaba si estaba listo para todo eso.

Cuando miró su reloj se dio cuenta que aún era demasiado temprano, pero de todas formas decidió marcar a su mejor amigo, Fourth.

Su amigo, en esos momentos estaba en un matrimonio el cual estaba tratando de reconstruir, pero aun así era una persona a quien se le daba mejor la tarea de escucharle, ya que Satang sólo le regañaría por no aceptar inmediatamente.

Fourth despertó al escuchar el tono de llamada de su celular. Al removerse bajo las sábanas, y dar la vuelta para encontrar el aparato que reposaba sobre la cómoda, se percató de que estaba solo. Sin embargo, no se detuvo demasiado tiempo pensando en la ausencia de Gemini, sino que se concentró en la llamada entrante.

—Ford, estoy durmiendo. Estoy bien. —soltó a los segundos de apretar el botón de "aceptar"

Ford, junto a Satang, prácticamente le habían acosado esos tres primeros días de alta que llevaba en casa. Llamadas cada cinco minutos, visitas que se prolongaban horas, y no quería ser mal agradecido, pero tanta atención empezaba a irritarle.

Fourth quería algo de paz para así poder mantener su cabeza fría, y así pensar en las palabras de su marido.

"— ¿Podríamos intentarlo? Yo te puedo demostrar que de verdad ahora te creo... he dado mi primer paso enfrentando a mi madre, y a mi padre también."

El embarazado hasta el momento podía decir que era verdad, que Gemini estaba cumpliendo con su palabra, pero tres días no era ni de lejos tiempo suficiente para curar sus heridas.

El daño estaba hecho.

—Me alegra oír que estas bien. –la voz de Ford le hizo dejar de divagar. —Iré en unos minutos, así que levántate. –Fourth frunció el ceño y realizó un puchero al sentir que le estaban tratando como un niño.

—De acuerdo, mamá. —Pronunció la última palabra cargada de intenciones, pero Ford sólo rió al otro lado del teléfono.

Por un momento, Fourth se dijo que no se levantaría, sus planes consistirían en quedarse en cama todo el día, que Ford y Satang se jodan, pero al voltear la cabeza hacia el otro lado, y recordar que despertó solo, volvió a centrarse en Gemini, por lo que decidió obedecer a su amigo.

—No lo hago porque me lo hayan ordenado. —dijo al aire, enojado.

Gemini no hace mucho tiempo que había despertado, pero procuró no despertar a su esposo, ya que quería dejarlo descansar todo el tiempo posible.

El humor del embarazado estaba cada vez más sensible, creía que eran por sus hormonas, o eso es lo que Mark le había explicado cuando le contó que había sido regañado por tardar 20 minutos en el baño. Mientras dejaba que la nueva empleada, la señora Park, le sirviera su desayuno, suspiró, ese día seguro algunos de los amiguitos de su esposo harían presencia.

¿Cómo podía demostrarle a Fourth que estaba dispuesto a cambiar cuando sus amigos se la pasaban revoloteando por toda la casa?

—He preparado un poco de café para el señor, y para su esposo me encuentro exprimiendo algunas naranjas —Asintió mientras la mujer hablaba.

—Gracias, no creo...—pensaba decir que no creía que Fourth se levantara pronto, pero ahí estaba...

... en pijamas, y con el ceño fruncido.

Fourth trató por todos los medios de no prestar atención a la zona donde a su marido se le pegaba la camiseta, exhibiendo así su esbelto torso.

¿Por qué su marido tenía que ser tan atractivo?

Enojado consigo mismo, el embarazado caminó hasta la cocina, y sin importarle que la señora Park le estuviese haciendo un jugo, abrió uno de los estantes de la alacena y agarró una caja de cereales, luego buscó su tazón en el compartimiento de al lado, y después de verterle un poco de leche se encaminó hasta la mesa donde estaba su marido.

—He pensado que deberíamos instalarnos en la habitación de abajo, sé que es un depósito, pero creo que debería dejar de serlo. —dijo su marido mientras empezaba a beber su café, y él a hurgar su cuenco con cereales y leche.

— ¿Por qué? —Fourth no fue capaz de poner su vista en él, si lo hacía no sería capaz de controlar el deseo de abalanzársele encima, y esa no era la idea.

—No quiero que andes subiendo y bajando escaleras, no hasta que nuestro hijo nazca.

Negar que se hubiera sentido tremendamente conmovido por aquellas palabras estaría mal, pero el afecto que sintió en ese momento, se cayó al segundo siguiente, cuando su marido completó la frase entera.

—Además, mañana debo viajar por unos días, cosas de la empresa.

— ¿Me dejaras solo? pero... mañana es la cita con Mark para una ecografía. —El embarazado no podía creer que su marido se marchara, así como así.

—Lo sé, me iré después de nuestro turno, no te preocupes por ello.

Si bien Gemini acababa de decirle que no se perdería la oportunidad de ver a al pequeño que crecía dentro suyo, no podía evitar sentirse enfadado por el reciente viaje.

Después del desayuno, Gemini se pasó el resto del tiempo atendiendo llamadas, y tratando de que su esposo le dirigiera la mirada. Mientras que Fourth se la pasó tratando de evitar a su marido por todos los medios, y rogando porque el castaño de su amigo llegara rápido.

Cuandoal fin Ford se presentó, Fourth observó el semblante de su amigo, tenía lasojeras marcadas alrededor de sus ojos, estaba claro que no había pegado el ojoen toda la noche. Ahora eran dos amigos que necesitaban desahogarse, el rubionecesitaba escupir su dilema interno, y el embarazado despotricar contra elidiota de su marido que pretendía dejarle solo en aquella enorme casa.

"EMPEZAR DE NUEVO" - GeminiFourth (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora