Rubia ━━ Enzo Fernandez

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𝖱𝖾𝗇𝖺𝗍𝖺 !

estaba acostada en el sillón de Enzo mientras lo esperaba a que terminara de preparar el mate de malhumor. Según lo que me había enterado el Chelsea habia perdido, por eso surgió mi visita además de que entre mi trabajo y sus entrenamientos no nos habiamos podido ver

al tiempo volvió y me senté instantáneamente para que no me aplaste

— Enzo —lo llamé

quería que me hablara, desde que llegué hace 15 minutos habia dicho 2 palabras y fueron "hola" y "bien"

me miró

— a veces puede pasar. Eso no te hace mal jugador —acaricié su pierna delicadamente

silencio

no sabía qué decirle para animarlo asi que me levanté y bajo su atenta mirada me arrodille frente a él viendo como su ceño fruncido se suavizaba ante mi acción. No sabia que estaba haciendo, tragué con nerviosismo mientras veía como sus ojos brillaban de una forma distinta

acaricié su miembro por encima de la tela y se sorprendió ante mis caricias, ni yo me lo esperaba a esto pero si servía para sacarle el enojo por mi estaba bien. Además de que ya le tenía muchas ganas a Enzo aunque tuviese que disimularlas

bajé su pantalón junto con el boxer y relami mis labios antes de meterme su miembro lentamente a mi boca haciendo que se retuerza por el tacto

con una mano sujetó mi pelo a la vez que yo movia mi cabeza lentamente torturandolo. Lastima que el mismisimo Enzo no puede no tener el control de la situación, asi que comenzó a  obligarme a moverme más rápido sin soltar mi pelo

de cierta manera era satisfactorio escuchar su respiración agitada y saber que es por mí, me encantaba

fueron unos largos minutos donde solo se escuchaba lo agitado que estaba y algunas arcadas que me daban por la profundidad a la que llegaba su miembro. Hasta que dió una última embestida profunda sintiendo como mi boca se llenaba de liquido. Se movió un poco más para luego salir y subirse el boxer junto con el pantalón

bajó su atenta mirada me tragué el líquido y con una sonrisa volvió a sentarse y me sentó encima de él

— si así me vas a hacer cada vez que me enoje ojala enojarme todos los días —besó mi cuello

— fue algo especial, un regalito único —acaricié su pelo

— claro, porque la próxima te la voy a poner hasta que la sientas en la garganta y me vas a pedir más y más —sujetó mi cintura

— mjm, si vos decís —solté un suspiro entrecortado por sus besos

— si te re gustaría, no te hagas

dejó una marca nada disimulada en mi cuello y rió al recibir un empujón leve de mi parte

— no podes ser tan calentón Enzo

— no me la podes poner tan dura rubia

justo en el momento que iba a responder sentí algo debajo mío y le pegué despacio saliendo de encima y quejándome de que era un guarango

— creo que un nene controla mas las hormonas que vos —agarré el mate y el termo y me cebe uno

— es que yo no las controlo si estas tan cerca. Yo dejo que mi mente te imagine en todas las poses y soltando todo tipo de gritos con libertad —se cruzó de brazos esperando un mate

— que onda familia? —entró Julián al departamento como si nada

ambos lo miramos

— cómo tenes mi llave gil? —dijo Enzo confundido y sorprendido a la vez

— desde que me diste una copia porque te ibas. Nunca las pediste asi que me las quedé —se las guardó— En qué andaban?

— mate —levanté el termo

— que rico, yo quiero

— bueno, igual yo ya me iba —le di un último sorbo

— vos te quedas —me apuntó Enzo— y vos me das esas llaves —le dijo a Julián

después de una larga pelea de la cuál fui testigo Julián logró quedarse con la llave y Enzo se sentó pegado a mi impidiendo que me vaya

— tenes comida Enzito? —se cruzó de brazos Julián antes de sentarse

— si, en la cocina. Anda a buscar —lo obligó

sin quejarse hizo lo que le pidió. A veces Julián me representa

con la vista lo seguí hasta la cocina y en el momento que lo perdí, él tomó mi rostro con firmeza y estampó sus labios contra los mios besándome con ganas

— ojo con lo que miras forra —murmuró contra mis labios antes de separarse

mi vida, siempre tan dulce. Más dulce que una cucharada de azúcar

nótese la ironía

— celoso —murmuré y sentí como apretaba mi pierna

— eu, habia alto cosito de don satur —volvió feliz con el paquete en mano

el haber perdido no le habia afectado tanto como a Enzo. De repente sentí curiosidad de cómo será Julián enojado o si en algún momento se enojará. Obviamente borre toda pregunta de mi mente al verlo reirse animadamente de Enzo

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TE AMO JULIÁN

con amor
L—