Rubia ━━ Enzo Fernandez

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𝖱𝖾𝗇𝖺𝗍𝖺 !

Después de volver de Argentina, continuamos nuestras vidas con normalidad. Cristián y Karen me visitaban muy seguido junto con su nene para ver si estaba todo bien y si necesitaba algo

aproveché y visité a mi abuelo contándole mi gran sorpresa para Enzo. Me miró casi llorando y me abrazó con fuerza, me derritió el corazón el amor y el apoyo que me daba en mi dia a día

hoy era un día especial, ya llevabamos algunos meses juntos e íbamos a cumplir un año de relación. Me sentía muy nerviosa por el regalo y no sabía cómo se lo iba a tomar, capaz me cagaba a puteada

recemos para que eso no pase

— Amor, no sabes hoy en el entrenamiento... —paró de hablar al verme con los ojos aguados— ey, qué pasó?

se acercó rodeandome con sus brazos y pegando mi cara a su pecho

— te... te tengo un regalo por nuestro primer año —limpié mi rostro y evité llorar

— Renito... no me gusta que gastes plata así —suspiró— Qué es?

respiré profundo y lo guíe a la habitación donde habia una cajita de madera chiquita. Se sentó al borde de la cama y la examinó antes de abrirla, su expresión de curiosidad pasó a una de sorpresa, luego frunció sus cejas sacando el test de ahí y agarrando la imágen. Comenzó a negar con la cabeza sin emitir palabras, hizo la caja a un lado y se quedó observando la ecografía, mí ecografía

me miró con los ojos cristalizados e intentó hablar pero comenzó a llorar acercandose para abrazarme de nuevo

— me estas diciendo en serio Renata? —sollozó en mi cuello

— si —dije nerviosa— por qué? no te gustó la sorpresa? —mí corazón se frenó. Y si me dejaba?

— no seas pelotuda —se alejó limpiando sus lágrimas— obvio que me gusta, siempre quise esto

lo ayude a limpiar sus lágrimas y me levantó por la cintura haciendo que enrede mis piernas en su cadera

— voy a ser papá rubia! vamos a tener un bebé —dijo emocionado

asentí, no podía hablar o me iba a largar a llorar

— hace cuánto lo sabes? cuántos meses tenes? —preguntó y se sentó en el sillón conmigo encima

— desde un primer momento —me encogí de hombros— lo sentí en Argentina, algo no estaba bien. Todo me daba náuseas y estaba muy cansada, y yo anémica no soy —acaricié mi vientre— asi que, más tarde cuándo no llegó mí periodo y me hice el test, lo confirmé. Estoy embarazada

— pero eso fue hace como dos meses amor. Tiene dos meses? —con cuidado apoyó su mano en mi vientre

— dos meses y medio para ser exactos —besé su mejilla— Vamos a ser papás —sollocé

Pasamos todo el día juntos hablando del bebe y de que Enzo tenia como sueño armar un equipo de, mínimo, futbol 5 con sus hijos. Yo solo reí afirmando que era una locura lo que me decía y el me besaba y acariciaba mi vientre como si fuese una bola mágica

a la noche me sacó a cenar a un restaurante elegante cerca de su departamento. Se pidió una cerveza junto con un plato extravagante para ambos y una botella de agua para mi por obvias razones. Cenamos en tranquilidad, charlando sobre nuestro día y se ofreció a pagar todo con la justificación de que era nuestro regalo

cuando terminamos volvimos caminando hacia su departamento mientras mirabamos el cielo nocturno y las hermosas calles de la ciudad

— te amo Renata, amo lo que tenemos y voy a amar lo que tendremos en un futuro —sonrió— Pensaba pedirtelo más adelante porque me daba cosa decirlo y que pienses mal de mi pero viendo nuestra situación creo que es lo mejor

besó mis nudillos y me miró cargado de amor

— querés que vivamos juntos? —me lancé a abrazarlo

— si, quiero —me aferré a él— pensé que me ibas a pedir casamiento estupido —lo pellizque despacio

— ay! —besó mi rostro— todavía no, no es lugar ni momento. Menos con un Enzito o una Emmita ahí adentro. Viste? eso pasa por tragarte a tus hijos —me apuntó

sentí el calor en mi rostro y lo empujé

— guarango de mierda! —le pegué despacio riéndome

— era mentira amor, no dejes de chuparme...

— Enzo Jeremías —lo frené— vamos antes que te haga dormir solo

asintió y caminamos las dos cuadras agarrados de la mano hasta llegar al departamento donde nos dirigimos a la habitación y me tire a la cama boca arriba

— Renata! no hagas eso! —me retó— mira si le hace mal

— podemos dormir? tengo sueño —lo ignoré

me ayudó a desvestirme y me coloco una de sus remeras para que use de pijama. Nos metimos bajo las sábanas y me abrazó pegando su torso a mi espalda dejando suaves caricias en mi vientre. Fui cerrando los ojos mientras lo escuchaba hablar sobre nuestra futura casa, viendo que lugar de Londres era mejor, pensando colores, tratando de recordar si había visto una en alquiler o para vender y sintiendo sus besos en mi hombro

sinceramente no podia pedir nada. Con él, yo habia ganado absolutamente todo.

fin.

voten y comenten,
seguro en unos días hay epílogo 💘

Para quienes esten interesadxs saque un libro de one shots de la Scaloneta, esta disponible en mi perfil

con amor
L—