Rubia ━━ Enzo Fernandez

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𝖱𝖾𝗇𝖺𝗍𝖺 !

gracias a los cuidados de Enzo y algunos medicamentos volvía a ser yo. La fiebre se fue y ni tuve que soportar andar resfriada por más de una semana

ahora lo tenía frente a mí recién salido de bañarse y con un short deportivo negro que le marcaba absolutamente todo, no quedaba nada a la imaginación

me acomodé en la cama y relamí mis labios viendo su espalda y el tatuaje gigante en ella. Justo en ese momento se giró a verme y comenzó a acercarse gateando sobre la cama, Enzo parecía un león que estaba por comer a su presa, o sea yo, pero no me iba a quejar si lo hacía. Después de todo tener sexo con él era como tocar el cielo

- cambia esa cara Renata, parece que queres que te rompa el orto -se acostó sobre mi y sentí el bulto de su entrepierna

- la verdad que si me gustaría -me sinceré

sin perder ni dos segundos comenzó con sus besos húmedos en mi cuello mientras que con sus manos recorría mi cuerpo, el cual comenzaba a sentirse caliente

en menos de lo que pensé ya me encontraba sin remera ni corpiño. Sin dudarlo pasó la lengua por uno de mis pezones haciendo que un jadeo salga de mi boca por aquella sensación. Sonrió y se lo metió a la boca, besando, mordiendo y chupando mientras que con la otra masajeaba al contrario. Mi mano por inercia se fue a su cabello sujetandolo por la satisfacción que aquello me producía

- En... zo -lo llame- por favor -tome su mano y me dejó guiarla hasta mi muslo

se alejó de mis pechos con un sonoro ruido y subió mi falda hasta mi abdomen haciendo a un lado mi tanga comenzando a acariciar mi clítoris

- no sabes como me calienta que uses una pollerita -se relamió los labios- y vos sabes que me gusta, te encanta verme así, no?

no podia mentir, ver a Enzo aguantarse las ganas en cualquier lugar público era todo un deleite porque sabía que apenas nos dieran un tiempo en privado a solas me iba a hacer llegar al cielo

- si. Pero por favor, no doy más quiero... -y antes de poder terminar introdujo un dedo mientras que con su mano libre jugaba con mi pezón

- qué? qué querés? -dijo- querés que te reviente el orto? -sonrió- mira como te pones conmigo por una pija

metió un segundo dedo moviendolos agilidosamente adentro de mi haciéndome gemir y jadear de placer. Enzo sabía que hacer, no era mi primer novio pero era el primero en saber dónde tocar para calentarme

de un momento a otro mi mejilla derecha se sintió caliente, me habia pegado una cachetada, pero en vez de enojarme o dolerme me prendió aún más

- ah, mira como estas rubia -se mordió el labio retirando sus dentro de adentro de mí y buscando un forro en su mesa de luz

frunció el ceño y suspiró frustrado

- no hay más forros -se relamió los labios

- tomo pastillas hace años. Te lo pido por favor hacelo de una vez

sonrió de manera egocéntrica y metió la punta para luego sacarla. Esta acción la repitió algunas veces entre jadeos comenzando a impacientarme. Al parecer notó que ya no podia esperar y decidió apoyar su brazo a un costado de mi cabeza y besarme, lo cual correspondi de manera desesperada. De manera inesperada y sin separarnos me la introdujo completa haciendo que ambos soltemos un gemido y mis ojos se llenen de lagrimas ante el tamaño

Enzo comenzó a moverse fuertemente sin esperar mucho más. Con su mano libre sujetó mi cuello apretandolo sin llegar a dejarme sin aire. Continuó por unos minutos donde yo era un lío de gemidos y él soltaba puteadas mientras comenzaba a moverse de manera más rápida

- más, quiero más -casi rogué

me soltó el cuello y se enderezó agarrando mi cintura seguro con ambas manos y comenzando a embestirme mas profundo y más rápido

- te han hecho gritar así hija de puta? -preguntó con rabia

negué y sentí nuevamente otra cachetada

- como te encanta que me ponga bruto rubia

volvió a acercarse sin aplastarme y aproveché para enterrar mis uñas en su espalda dejando algunas marcas rojas. Acarició mi clítoris nuevamente con su mano libre y su vista se fijó en como mis tetas rebotaban de manera opuesta

- E-enzo, ahi. Se...gui -apreté el agarré en su espalda

cuando sentí que estaba por explotar bajo el ritmo notoriamente. Sacando su miembro y volviendolo a meter repitiendo esta acción mientras me hablaba

- qué? me vas a decir qué hacer? -chasqueó la lengua- los dos sabemos que te pones re sumisa a la hora de que te coja. Asi que acá es lo que yo digo. Repetilo -me tomó por las mejillas obligandolo a mirarlo

se me hizo agua la concha, lo juro

cuando estuve por hablar me escupió en la boca

- se hace... lo que vos digas -solté entre jadeos- soy tuya. Dejame terminar, por favor

mis piernas temblaban por llegar al orgasmo, pero si Enzo no me ayudaba no iba a poder. Como por arte de magia me embistio fuertemente quizas tres o cuatro veces más haciendo que ambos lleguemos al climax soltando un gemido alto al mismo tiempo

sacó su miembro y sonrió acariciando mis muslos con delicadeza. Esto de estar con Enzo era todo premio, no solo por el tamaño, si no porque sabía como usarlo

- bancame que busco algo para...-se puso el boxer y el pantalón pero sujeté su brazo para que no se vaya

- vamos a ducharnos, es más fácil

vi como trago con fuerza y sentí todo el esfuerzo que hizo para no mirarme las tetas, lo cual no funcionó ya que apenas intenté seguir hablando se metió una a la boca haciendo que suelte un jadeo por la sorpresa para luego sacarla con una sonrisa y besar mi frente

- lista para el segundo round en la ducha? -dijo desde dentro

yo si pero mi cuerpo no

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con amor
L-