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Kakashi se sonroja, deslizando su mano sobre el la superficie afelpada del sillón hasta que puede sentir los dedos de Gai debajo de los suyos.

— Mhn, todavía creo que lo merecían — su voz es suave y mesurada, tan dulce como siempre es cuando está hablando con Gai.

— Así es. Esos hombres realmente merecían pagar las consecuencias de sus actos — Gai asiente y también desliza su mano hacia Kakashi, frotando sus dedos llenos de cicatrices contra su piel. — ¡Por eso es que te admiro aún más que antes, Rival! ¡No hay nadie mejor que el hombre de mi destino para hacerlos entender sus errores y regresar al camino correcto! ¡Yosh!

Gai suspira y luego ríe muy bajo, aprovechando su emoción para deslizarse más cerca de él, tanto que sus hombros se tocan.

— Eres el mejor del mundo, Rival — Gai murmura en el mismo tono suave y empalagoso que Kakashi, y sus dedos vendados se cierran alrededor de su muñeca con cariño.

— Maa, creo que no estoy de acuerdo con eso, Gai. Después de todo, tú los golpeaste más fuerte que yo — Kakashi tararea y también se acerca a él, cruzando sus brazos antes de tomar sus dedos. — Así que... el mejor del mundo eres tú.

— No, Rival. ¡Estoy seguro de que eres tú!

— Mhn, no. Definitivamente eres tú.

Los dos se ríen y se sonrojan, mirándose fijamente y acercándose más hasta que Kakashi puede oler los dulces de fresa que Gai comió en el camino.

— Vamos, Kakashi, no me hagas hacerte cambiar de opinión por la fuerza — Gai dice con desafío, levantando la barbilla como si quisiera tener un reto absolutamente bobo y cursi por ver quién es el mejor.

— Mhn, si tanto quieres perder, entonces tendré que demostrarte lo contrario. Aunque te advierto que ganaré fácilmente — Kakashi presiona cuidadosamente los dedos, aferrándose a la mano de Gai y mirándolo como si Gai fuera el oxígeno que entra a sus pulmones.

Le gusta tanto, lo quiere tanto, y su rostro se acerca un poco más para observarlo con más detalles y para oler su cabello y tal vez también para...

— ¡Ejem! — Un carraspeo lo hace tensar los hombros, apartando la mirada a un lado para ver a Dai y a su papá sentados en el sillón de enfrente, todavía disfrutando del café matutino. — Chiflando y aplaudiendo, chicos. ¡Chiflando y aplaudiendo!

Kakashi gira los ojos y suspira, alejándose de Gai para cruzándose de brazos en esa pose odiosa que siempre hace cuando Dai dice esa tontería extraña de viejos.

— Sabes bien que no iba a besarlo, solo lo estaba mirando de cerca — Kakashi gruñe y se azota pesadamente contra el respaldo, cansado de la eterna intervención de sus padres. — Además, hoy es nuestro día de cita.

Dai tararea como si su observación fuera irrelevante y sigue leyendo el periódico y bebiendo tranquilamente de su taza de café.

— Una cosa no tiene nada que ver con la otra, mi amado Kakashi. — Dai asiente con sabiduría y baja el periódico para mirarlos. — Incluso si es su día de cita, ¡todavía deben cumplir las reglas y sé que esa distancia no era apropiada para dos jóvenes que todavía están creciendo y que no han madurado lo suficiente para escalar a la siguiente etapa de la vida!

El discurso de Dai lo hace dar otro largo suspiro fastidiado y por un segundo mira a Sakumo para que lo ayude, pero desde que sus dos papás se casaron todo lo que Sakumo dice es "hagan lo que dice Dai" y luego se esconde en su oficina por horas hasta que los conflictos familiares se terminan, así que Sakumo solo finge que no está oyendo nada y sigue bebiendo de su taza de café.

Hasta que cumpla los 16 años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora