hiding all of our sins from the daylight | traducción

afraid of love

"Whispering in your ear, I'll admit that

That I, I renounce it

I renounce it

I renounce because

I renounce because

No one said so beautifully that they are afraid of love

No one said so beautifully that they are afraid of love as you did"

– Daria Zawiałow & Dawid Podsiadło, Nikt tak pięknie nie mówił, że się boi miłości

۵

"Sabes" grita Harry al entrar a la mansión de Chelsea de Louis, dejando que la puerta se cierre tras él con un golpe que resuena en las paredes cercanas. "Si querías follar conmigo, podrías habérmelo dicho. No había necesidad de ese pequeño espectáculo que montaste"

Le ha llevado mucho más tiempo llegar aquí que a Louis. Después de todo, alguien tuvo que limpiar el desastre que dejó el hombre. Solo de pensar en ello, hace que las venas de Harry ardan en furia.

Se suponía que iba a ser una noche agradable. Por primera vez en años, casi todos estaban en un mismo lugar.

En el pasado, cuando habitaban en el Monte Olimpo, todo era mucho más sencillo. Era una vida bastante fácil, pero a la vez muy monótona. Por eso decidieron descender del monte que llamaban hogar y vivir entre los humanos por un tiempo. Incluso para los dioses, la eternidad parece mucho, después de todo. Especialmente una llena de estancamiento.

Desde entonces, han estado vagando dispersos por todo el mundo, distraídos con todo lo que el mundo tiene para ofrecer.

Louis, o mejor dicho Ares —el dios de la guerra y el coraje—, decidió por Londres, y bueno, Harry —conocido como Afrodita, la diosa del amor— realmente no podría escoger otra ciudad distinta, ¿verdad? Atenea —diosa de la sabiduría— que ahora se hace llamar Zayn, y Liam —Hermes, el mensajero de los dioses— optaron por conocer un poco del mundo al principio y acaban de regresar de un pueblo pequeño ubicado en algún lugar entre Bolonia y Milán. Y, finalmente, el dios de la música y la danza, y también de la verdad y la profecía —Apolo— llamado como Niall, eligió Dublin.

Esta semana, todos fueron invitados aquí por Zeus, y bueno, no puedes negártele al rey de los dioses.

"Bebé" suspira Louis. "No hice nada malo" Se detiene frente a Harry, poniendo sus manos en las caderas del rizado y dejando leves caricias. "¿No crees que estás exagerando un poquito?

No son las palabras, sino el tono de su voz lo que hace que los vellos de Harry se ericen.

"No puedo creerlo, Louis" empuja al hombre para dejar un espacio entre sus cuerpos. "Se que eres el dios de la maldita guerra, pero eso no significa que debas comportarte así, como un maldito animal."

Las palabras de Harry provocan que Louis gire su cabeza hacia él. "Hey, cuida tu maldito tono", toma la muñeca de Harry, acercándolos de nuevo, con sus narices rozándose. "Solo porque esté cogiendo contigo, no significa que puedas hablarme de esa forma."

La autoridad que Louis imprime en su voz genera un calor en la parte baja del vientre de Harry, pero no, ya no estamos en el siglo de antes y como la diosa del amor tiene un estándar que mantener.