23.02.2011
Comencé a trabajar desde muy pequeño para ayudar con los gastos de la casa. Pero no fue uno de esos trabajos en donde te quedas sentado todo el día frente a un computador haciendo notas y diagramas para una empresa. No, esto fue diferente, tenía que trabajar en una empresa constructora, cargando bolsas de cemento y haciendo de ayudante, a las menos 10 horas al día. Y fue tan difícil lidiar con la incertidumbre de que en algún punto, tendría que dejar la escuela. Porque en verdad me gustaba aprender, a pesar de que iba más lento que toda la clase, siempre me imaginaba que tendría un futuro aún más prometedor que el de mis padres.
Y no era por desprecio, es que deseaba con todas mis fuerzas, brindarles mi ayuda cuando encontrara un buen empleo.
En ese entonces pensaba mucho...y me daba pena por los niños que empezaron a trabajar desde muy pequeño, pasando hambre en muchas ocasiones...y también me daba pena por los padres que no podían evitar que sus hijos trabajaran a temprana edad. Y me daba pena no poder hacer algo para cambiar eso. Supongo que solo era un niño ingenuo, que apenas empezaba a ver el mundo de forma más clara.