Capítulo 1

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Tengo un regalo para ti baobei – susurro con alegría su tío, sacando de su bolsa una caja envuelta con papel verde de muñecos navideños y una moña roja.

Que es tío – sonrió con emoción el pequeño de cinco años, sus ojitos brillaban de la alegría que sentía su corazoncito al ver el regalo.

Sus padres lo consentían mucho, al igual que santa, en sus cinco años santa siempre le traía todo lo que el le pedía y en ocasiones mucho más de lo que el quería.

Siempre quizo conocer a ese ser mágico que le daba de todo, el y su madre siempre dejaban chocolate calientito y galletitas de mantequilla cerca del árbol de navidad para que santa pudiera probarlas.

Ábrelo baobei y te darás cuenta que es – sonrió dándole una mirada a sus amigos que quería como si fueran hermanos.

Yang Yang, estás consintiendo más que nosotros a nuestro bebé, me pondré celosa – le respondió Dilbara a su amigo.

Jajaja vamos pequeña Dil, sabes que el es mi bebé consentido, tu y Zhang Bin Bin no pueden decirme nada – movía sus cejas juguetonamente.

Mi amor, sabes que no lo podemos detener, el siempre quiere ganarnos pero no podrá – le guiño un ojo a su esposa.

Aaaaaaaah!!!! – se escuchó un grito de emoción esa tarde en el hogar de los Zhang Dilmurat.

Un pequeño niño de cabello castaño, piel blanquecina, ojos color miel, con sus mejillas rellenitas y sus labios color cereza, era un hermoso bebé que tenía su cabello algo larguito y siempre usaba un gorro negro.

Sus orejitas siempre se mantenían cubiertas con su cabello y su gorrito, eran sus favorito.

Mami, papi, mira el tío Yang me trajo una bola mágica de navidad – corrió emocionado el niño a mostrárselo a sus padres.

Wow!! Mi amor que hermosa, agitarla baobei, hay que ver qué depara el futuro – acaricio su mejilla con dulzura y delicadeza.

Si mami – respondió el niño agitando la bola.

Mientras los dos mayores suspiraron al mismo tiempo al ver la tierna escena.

Dime la verdad Yang Yang, el sabe donde está mi bebé – suspiro algo preocupado Zhang Bin Bin.

Los ojitos de Yang Yang detonaban algo de tristeza por un momento pero fue reemplazada por un brillo especial de alegría al ver la bella sonrisa de aquel hermoso niño.

No Bin Bin, no te preocupes que nadie más que yo se el paradero de nuestro bebé y el de ustedes – coloco su mano en el hombro de su amigo para brindarle confianza.

Algún día el querrá conocerlo y quizás nos lo quitará – sus palabras salieron con un susurro de nostalgia y dolor.

Conocerlo si, quitárselos nunca, pero sabes muy bien cuál es el destino de nuestro baobei verdad – cuestiono el mayor.

Lo sé, aún no entiendo realmente el mundo místico del cual vienes, pero de algo tengo entendido es que protegeré a mi hijo y esposa con mi propia vida.

Eso tenlo por seguro Bin, nadie podrá hacerles nada, mientras el y yo vivamos, siempre lo protegeremos – sonrió ladinamente al ver cómo ese pequeño ser maravilloso corría hacia ellos.

Papi, tío, vean mi bola mágica – ambos hombres se pusieron a la altura del pequeño y se sorprendieron al ver dentro de la bola mágica.

Un santa Claus y un tierno elfo, mostrando un muñeco de nieve, mientras del cielo caían muchos copitos de nieve.

La mamá del niño sonreía pero sus ojos estaban llenos de lágrimas, que limpio rápidamente para que su pequeño bebé no la viera.

Es muy hermoso baobei, mira como se agita en forma de remolino la nieve bebé, es muy bello mi principito – escondió un mechón de su cabello detrás de su orejita.

El observo a su esposa, sonrió a ella con amor, aunque ambos tenías sus ojitos con lágrimas, ellos sabían lo que eso significaba.

Te gusta lo que vez baobei – cuestiono el tío al pequeño.

Si tío, dime así es santa, tío, mira que guapo – suspiro con un pequeño pucherito en sus labios.

Y ese suspiro a qué se debe baobei – golpeó su naricita suavemente.

Tío – suspiro – yo también quiero un santa, así como ese tierno elfo está con santa – su pucherito volvió aún más grande.

Pero con la misma abrió sus ojitos en sorpresa y emoción observando a su tío y sus pequeñas mejillas sonrojaditas.

Que está pensando esa cabecita baobei.

Tío tu que me regalaste está bola mágica – abrazo fuerte a su pecho dicho objeto y quedó pensativo por un momento.

Que con eso baobei – la mente del mayor ya estaba maquinado muchas respuestas, sabía que ese pequeño niño era mucho más inteligente que los niños de su edad.

Podrías regalarme un santa de verdad tío, así como este que está en la bola mágica tío.

Baobei!!!

Se escuchó el grito de sorpresa de los padres del pequeño, mientras el mayor que estaba a la altura del niño se sonreía con mucha alegría.

Baobei, baobei, sabes que está bola mágica ve el futuro, acaso no dijo tu mami eso – cuestiono con entusiasmo el mayor.

Si tío y cuando la agite me salió eso, lo hice tres veces tío y sale la misma escena – su mirada estaba hacia abajo, pero su pucherito no se deshacía.

Vez baobei, eso significa que en un futuro tu tendrás un santa contigo baobei, así que sigue creyendo en la magia, que la magia hace milagros pequeño principito.

En serio tío, cuando sea grande me vas a traer un santa de verdad – cuestiono el pequeño emocionado otra vez.

Claro que sí baobei, ahora ve a comer tus galletas de chispas de chocolate que traje, necesito hablar unos asuntos con tus papis – tocó su naricita y lo observó con mucho cariño.

Claro tío – puso aún lado su regalo y abrazo fuerte a su tío, luego fue hacia donde estaban sus galletas de las cuales hablaba su tío.

Mientras el las disfrutaba, los tres mayores hablaban asuntos importantes para la seguridad del pequeño.

Yang Yang regreso a su lugar de origen, sin querer se topo con alguien que no le caía nada bien.

Ja, al parecer, te sigues escapando para esconder tu secreto elfo Yang, algún día descubriré que es lo que tanto cuidas en el mundo humano – sonrió con malacia, dándose la vuelta.

Ese maldito – siseo molestó.

No te enojes que de ellos me encargo yo – le respondió el recién llegado – dime le gustó mi regalo.

Señor – dio la vuelta Yang Yang haciendo una reverencia – grito de la emoción señor – sonrió.

Jajaja sigues llamándome señor, no te eh dicho que no me llames así cuando estamos solos – se acercó más a él colocando su mano en su hombro y apretándolo suavemente.

Pero – quedó en silencio y sonrió – está bien Santa.

Jajajaja, vez como eres, sabes que desde aquella tragedia eres el único en quien confío.

Lo siento Xiao – se acercó y dio un abrazo fuerte.

Eres mi único amigo Yang Ge – le correspondió el abrazo.

Pequeño mocoso, sabes que siempre estaré para ti, siempre que me necesites.

Lo sé – sonrió y camino hacia un lado donde estaban unas sillas para platicar con él.

Sabes, me ah echo un pedido – sonrió con picardía.

El azabache sonrió ladinamente imaginaba lo que su amigo le iba a decir.

Que es, dime qué a pedido para complacerlo – suspiro profundo y cruzo sus piernas, poniéndose más cómodo.

Jajaja, es en serio, aún es un niño y ya le complaces en todo lo que quiere, no quiero imaginar que harías cuando el sea grande y sea tu.

Cállate Yang Ge – hablo rápido y fuerte.

Eh porque, no me digas que estás haciendo caso a tu abuelo y al consejo – reprochó molestó.

No es eso, nunca haría algo que ellos me impusieron, pero te soy sincero – quedó pensativo y en silencio.

Suspiro profundo – te conozco, tampoco tendrías algo con el a pesar que es el destino de ambos verdad.

Así es.

Pero dime estarías dispuesto a verlo con alguien más, que él sea feliz y forme una familia con alguien que no seas tu.

El silencio se hizo pesado en medio de ambos amigos que tenían una conversación seria.

Si estoy dispuesto.

Ok señor santa – se levanto el elfo de aquel lugar – espero que un día no te arrepientas de tus palabras y pongas en riesgo la navidad por tu terquedad – se fue dejando solo al santa en sus pensamientos.


FLASHBACK

SEIS AÑOS ATRÁS.

Pequeña Lulú , deberíamos ir al corazón mágico, para ver qué le depara el futuro a mi sobrino.

Pero A-Cheng tengo miedo – sus ojitos se llenaron de lágrimas.

Yuchen su esposo la abrazo fuerte, mientras que Zoucheng y Hai Kuan la veían confundidos.

Porque tienes miedo Lulú – cuestiono el recién llegado.

Zhan Zhan, algo en mi corazón de madre me dice que algo le puede pasar a mi bebé – sollozo fuerte, desde el momento en que supo de su embarazo sentía una opresión en su corazón.

No tengas miedo Lulú, te prometo que no dejaré nada le suceda a tu bebé y creo que ninguno de los que estamos aquí lo permitirá, verdad chicos – cuestiono con una sonrisa tierna.

Lo prometemos – se acercó a ellos y pusieron sus manos unas encimas de otras como sello de la promesa – uno para todos y todos para uno – gritaron al unísonio con emoción.

Esa tarde los cincos fueron al centro del corazón mágico, todos quedaron sorprendidos al ver cómo el corazón mágico se abrió.

Y del centro de este salió una luz dorada que envolvió a Lulú y la atrajo hacia el centro.

La luz dorada bailaba alrededor de ella y se centraba en su vientre aún plano.

Pero sus miradas quedaron en shock de la sorpresa al ver como aquella luz también atrajo al azabache que sería en un futuro el nuevo Santa.

La luz dorada y brillante bailaba al compás de una pequeña, dulce y suave melodía, que se empezó a escuchar en ese sorprendente momento.

Se observo como se formaba como un nudo en el dedo meñique de la mano izquierda del azabache y se fue en forma de hilo llegando al vientre plano de Xuan Lu.

Una voz firme pero suave se escuchó aquella tarde para las ocho personas que estaban presentes, cinco que eran amigos y tres que estaban escondidos, escuchando todo.

Para contar una historia no solo basta con escribirla, hay que tener también la valentía de  vivirla.

Y esta historia comienza aquí, el verdadero destino es aquel que está marcado por la magia del amor y del corazón.

Algunas personas estás destinadas a ser, un amor, un corazón y un destino.

Cuando dos almas se tienen que encontrar, el destino mueve mundos, borra distancias, encuentra una forma única, mágica y maravillosa para unir los caminos desafiando hasta lo imposible para unir a aquellos que se complementan.

Heredero al legado mágico de la familia Claus Xiao, en sus manos está el destino de su alma gemela y el salvar el mundo mágico del complot que vendrá en el futuro hacia la navidad.

La luz dorada flecho el corazón de aquel joven azabache y el vientre de la pequeña elfo Xuan Lu, sellando así el futuro y el destino que los depara.

Ambos fueron puestos en el suelo y aquella luz dorada se sello en el centro del corazón mágico.

Nadie dijo nada, solo se observaban en silencio y sorprendidos por lo que había sucedido ahí.

Salieron de aquel lugar sagrado pensando que era realmente lo que significaban aquellas palabras.

Una sonrisa ladina se pudo observar en una de aquellas tres personas que estaban escondidos viendo y escuchando la palabras del corazón mágico y que hacia muchos siglos no había dado el futuro de las auténticas almas gemelas.

Aquellos jóvenes tenían presentes siempre aquellas palabras, el futuro heredero al legado mágico siempre mimaba a la pequeña elfo, en todo, ocasionando así en ocasiones más de alguna pelea con el esposo de esta y los otros amigos.

La idea que su bebé fuera el destinado del azabache no era para nada agradable para Yuchen, pero nada podía hacer.

Era muy bien sabido en todo el polo norte sobre la leyenda del corazón mágico, habían pasado siglos desde que había predilecto el futuro de una verdadera pareja de destinados.

Ese era un motivo para celebrar pero ningún tuvo el valor de decirle al actual santa y celebrar a lo grande.

El tiempo pasaba muy rápido, los cuatro elfos y el futuro santa eran muy unidos, se querían como hermanos, aunque dos de ellos si lo eran Wang Xuan Lu y Wang Zoucheng, eran gemelos que había quedado huérfanos tras la muerte de sus padres.

El cinco de agosto llegó y con ella la alegría que el bebé de Xuan Lu y Yuchen, estaba por nacer.

Tres personas estaban reunidas en secreto, hablando de lo que harían, no estaban de acuerdo, cuando alguien comento lo que habían escuchado hacia unos meses atrás.

Tienes que convencer al consejo, ellos no deben aceptar esto, sabes que ese no es el destino, ellos debieron manipular el corazón, nadie a logrado escuchar tales palabras de el – hablo con malicia el más pequeño de los tres mayores.

Sabes que A- Yao tiene toda la razón Min, no puedes permitir eso.

Y que solución podemos encontrar – cuestiono algo indeciso el ex santa.

Para eso solo hay una solución.
Cuál Yizhou.

La muerte, es la única que podrá detener este complot, sabes que si permites que ese mocoso oh mocosa nazca, todo el legado mágico de tu familia por ley pasaría a sus manos – soltó sus palabras maliciosas, manipulando al mayor.

Nooo, eso no es posible, sabes que nadie más que nosotros sabe lo sucedido, tiempo atrás – refutó afligido.

Pero sabes que ese bebé no será como los otros dos, si fue capaz de desatar los sellos del corazón mágico no crees que podría descubrir la verdad.

Eso es imposible Yang Min.

Entonces la única solución es la muerte y casar a tu nieto con mi hija – susurro indiscreto pero con malicia.

Un suspiro profundo se escuchó en aquella silenciosa sala de reunión – está bien acepto, veinte años después que mi nieto haya tomado el cargo de santa se va a realizar la ceremonia.

Trato echo, no puedes cambiar de parecer Mao – estrecharon sus manos – ahora da la orden de matar a ese bebé, que está en estos momentos naciendo y desafiando su propio destino.

Un joven azabache corría como loco en busca de sus amigos, cuando se enteró del plan de su abuelo y sus dos amigos.

Grito de dolor al ver que había llegado demasiado tarde, sus tres amigos estaban sin vida y la pequeña Lulú luchaba por sobrevivir.

Se acercó a ella siligiosamente, observando todo a su alrededor estando en alerta.

Zhan Zhan – sonrió la pequeña elfo hacia su amigo – prométeme que lo vas a proteger siempre.

No hables Lulú, te voy a salvar, ya llame a Ziyi – apenas salían sus palabras por el nudo en su garganta.

Ya no hay tiempo Zhan Zhan, prométeme que vas a proteger a mi bebé – sollozo y se ahogaba con la sangre que salía de su boca.

Cómo Lulú, sino fui capaz de protegerte como lo haré con tu bebé – hablo entrecortado abrazando fuerte a su amiga.

Ese era nuestro destino Zhan Zhan, recuerdas meses atrás te dije que tenía miedo, se hizo realidad.

Mi único arrepentimiento es el no poder despedirme de mi bebé y no poder vivir más tiempo con el y enseñarle muchas cosas, Zhan Zhan, prométeme por favor – tiro una bocanada de sangre – prométeme que lo vas a proteger.

El acaricio suavemente la mejilla de su amiga que estaba manchada de sangre y su rostro lleno de lágrimas.

Eh bloqueado su parte mística Zhan Zhan, protegerlo y cuídalo mucho, haz muy feliz a mi bebé, se que es tu destinado y tú lo vas a proteger con tu vida si fuera posible pequeño Zhan Zhan.

Lulú mi pequeña elfo Lulú, te prometo que el será el niño más feliz de todo el mundo, solo dime dónde está – lloro amargamente al ver cómo su amiga se le iba la vida.

Confía en él, el fue el único que me ayudó y logró llevárselo a tiempo, el te buscará, el te ayudará en todo pequeño Zhan.

Quien Lulú dime quién, de quién hablas – preguntaba curioso y desesperado.

Yang Yang, pequeño Zhan – le dio una última caricia en su mejilla y con una dulce sonrisa dio el último suspiro de vida en los brazos del azabache.

Un grito, un lamento de dolor y una escena sangrienta que jamás se había visto en el polo norte se pudo observar con horror aquella anoche del cinco de agosto.

Aquel día que debía ser llena de alegría por el nacimiento de un nuevo ser místico en el polo norte, aquello que debería ser fiesta ahora era un funeral.

Luego que aquellos hermosos seres murieron y esperando que la pequeña elfo también diera su suspiro, los cuerpos de aquellos cuatro seres mágicos desaparecieron de aquel lugar.

Dejando solo a un joven con el corazón roto y un dolor inimaginable.

Joven maestro – se escuchó un susurro persuasivo cerca de su oído.

El joven azabache levanto su mirada para encontrar en medio de una oscuridad a un elfo mayor con un bebé en sus manos y lágrimas que bañaban sus rostro.

El se levantó y limpio sus lágrimas con furia, una furia que llevaba dentro de su alma al recordar aquellas palabras de esos tres que un día haría pagar.

Quiero que nadie más que tú sepa dónde va estar ese bebé, quiero que lo salves de ese destino cruel, nadie debe saber a dónde lo vas a llevar, ni siquiera yo Yang Yang – susurro entre sollozos el azabache.

No va a conocerlo joven maestro – cuestiono con curiosidad el elfo.

Llévatelo, su destino está en nuestras manos, se lo prometí a ella salvarlo, así que eh decidido que en estos momentos rompo todo lazo con él.

Pero joven.

Pero nada Yang Yang, haz lo que te pido, busca a alguien que le de todo el amor que el necesite y lo haga muy feliz, que nada le falte fraternalmente, que lo económico me encargo yo – le dio la espalda para no verlo partir.

Cómo tú digas joven.

Cuando lo hayas echo, ven a mi, quiero hablar contigo Yang Ge – su mirada estaba oscurecida haciendo tragar duro al elfo mayor.

Si señor – respondió y desapareció de todo el mundo mágico.

Tiempo después esa misma noche en un edificio sentado al borde del techo se encontraba un joven desolado y llorando amargamente en silencio, sintió la presencia de aquel elfo que desde ahora se había convertido en su único amigo.

Has hecho lo que te pedí – cuestiono al recién llegado.

Si joven maestro.

No me digas así, llámame Zhan, desde hoy eres el único en quien puedo confiar, no me defraudes Yang Ge.

Cómo tú digas Zhan Didi – sonrió melancólico.

Quiero que seas tu que te encargues de la seguridad del bebé.

El mayor abrió sus ojos en sorpresa – esta bien.

Juro ante ti, que eres al único que desde hoy considero mi amigo, que haré pagar a todo aquel que tuvo que ver con sus muertes.

Ambos se consolaron por la perdida de grandes personas.

Porque tan solo y triste hijo – cuestiono el padre del azabache sacando a su hijo de sus pensamientos.

El sabia de la muerte de sus amigos, lo que no sabía era realmente lo que había sucedido aquel día.

Papá – Susurro en sollozos y ambos se abrazaron al mismo tiempo.

Tranquilo pequeño, todo estará bien – lo consoló el mayor , desde hace un par de semanas había empezado a sospechar de su padre.

El tiempo pasó tan rápido como si nada, diez años, aquel hermoso niño castaño ahora tenía quince años y era muy popular entre los jóvenes de su universidad.

Era muy inteligente que avanzó rápido estaba por graduarse, sus padres estaban muy orgullosos de él.

A-Yi – le gritó un chico que era tres años mayor que el, lo consentía en todo también.

Fan Xing – corrió a su encuentro y se lanzó en sus brazos, era su mejor amigo.

Pero para Zheng Fan Xing, el castaño era su eterno enamorado.

Cómo está mi príncipe – cuestiono suavemente y amoroso el pelinegro.

Fan Fan – hizo un pucherito – estoy triste.

Porque mi príncipe está triste, dile a tu Fan Fan y hará todo para darle a su príncipe lo que necesite – camino con el aún en brazos en posición koala.

Le quitó su mochila y se la llevó en su hombro y con el bebé grandote en sus brazos.

Ja, ya me las vas a pagar humano, como te atreves a ponerle la mano encima a mi baobei – refutaba algo molesto un elfo que veía a su baobei en brazos de alguien más que no fuera el.





Hola hola eh vuelto, mil disculpas que no eh podido traerles alguna historia ya que tuve un pequeño accidente y lastime mi mano.

Está historia la cree para navidad pero ya no pude terminarla debido a mi mano, pero hoy se las traigo como regalo.

Espero hayan pasado buenas fiestas les deseo lo mejor, Feliz Navidad y año nuevo.

Complot En El Polo NorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora