𝐒.𝐖.𝐀 |𝗧𝟮|

♱ 𝟏 ♱

𝑷𝒐𝒗:𝑪𝒉𝒂𝒆𝒚𝒐𝒖𝒏𝒈

La alarma interrumpió mi rico sueño, eran temprano por la mañana. Me levanté de mi cama y me dirigí a la ducha para realizar mi aseo personal. Mientras les contaré lo que ha pasado en 7 años...

Tengo 31 años, ya soy una señora, pero aún conservo mi imagen de joven, sigo pareciendo una chica de 20 años. Mi matrimonio con Mina ha sido la mejor decisión que pude tomar en mi vida..

Soy tan feliz a lado de la mujer que considero el amor de mi vida. Hemos viajado por todo California, cada día nos amamos más y más. Todo se demuestra en las acciones, no solo estoy hablando a lo loco.

Laboralmente tampoco estamos mal, Mina trabaja en una empresa relativamente importante de aquí. Yo encontré trabajo en una agencia de autos, digamos que soy bastante especial con los trabajos.

Después de asearme, opté por una ropa simple como unos pantalones de mezclilla, una camisa negra lisa y unos converse.

Bajé las escaleras, oliendo un delicioso aroma de comida, en la cocina me topé la preciosa imágen de mi esposa de espaldas y tarareando una canción.

Mis brazos la rodearon con ternura mientras observaba a mi esposa entregada a la magia de la cocina. La fragancia de sus platos llenaba la habitación, pero mi atención estaba completamente centrada en el calor de su cuerpo. En ese abrazo, encontré mi refugio.

Chae:Buenos días, cariño.

Mina:Buen día, amor. Toma asiento..

Chae:¿Quieres que te ayude en algo?

Mina:No, no. Toma tu desayuno. (Sonríe)

Me entregó un plato con una pinta deliciosa, consistía en unos pancakes con mantequilla y coronados con fresas, un plato pequeño con cereales, unas cuantas fresas y moras acompañando el plato, también una taza de café.

Chae:Te luciste, cariño. Se ve delicioso.. igual que la chef. (Ríe)

Mina:Es temprano, mañosa. (Ríe)

Chae:Provecho, cariño.

Las risas resonaban entre sorbos de café y el murmullo de conversaciones tranquilas. Cada bocado se convertía en un pequeño ritual de complicidad, y sus ojos brillaban con esa chispa especial que solo el tiempo y la intimidad pueden crear. En ese instante cotidiano, el desayuno se transformaba en un banquete de amor compartido, donde las palabras no eran necesarias para entender que esos momentos sencillos eran los que hacían la vida más hermosa.

Mina:¿Quieres que te lleve al trabajo? Me queda de pasada.

Chae:No es necesario, amor..

Mina:No seas tímida, soy tu esposa. Vamos, sino se te hará tarde.

Ella condujo a través de la ciudad mientras yo ocupaba el asiento del pasajero. Nuestras manos se entrelazaban en el descansabrazos, y su mirada cariñosa cruzaba la carretera. Cada semáforo en rojo se convertía en una paleta para robarnos besos rápidos, y entre risas compartidas, el viaje al trabajo se convirtió en una dulce travesía de amor en la rutina diaria..

Chae:Adiós, mi vida. Nos vemos en la tarde, me toca hacer la comida, recuérdalo.

Mina:Adiós, te irá muy bien en tu trabajo y por favor no seas tan exigente con lo laboral. Te amo, dame besito.

Chae:Haré lo que pueda. Te amo más, lunarcitos.

Le di un corto beso y salí del auto. Agencia de autos, ahí te voy...