II PARTE

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No puede controlar como se siente en ese momento, sus piernas tiemblan y siente que la respiración se le irá en cualquier instante; su vientre sin embargo se siente agradablemente ligera

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No puede controlar como se siente en ese momento, sus piernas tiemblan y siente que la respiración se le irá en cualquier instante; su vientre sin embargo se siente agradablemente ligera.

Él se siente ligero y relajado, agarra una gran cantidad de aire y vuelve a ser consciente de lo que acaba de ocurrir. Abre los ojos y se encuentra con la penetrante mirada del rey, aún está encima suyo, tocando sus cabellos.

Una pequeña sonrisa decora su pálido rostro y se arrastra lejos de su cuerpo. Lucerys vuelve a cerrar sus ojos y siente vergüenza en ese momento, el rey lo ha tocado, le ha besado y le ha hecho llegar al ansiado orgasmo.

A él, un simple sirviente, un sirviente que trabaja para la reina; su mujer.

Traga saliva, y trata de incorporarse de la cama, sin embargo una mano fuerte evita que se levante, su muslo es tocado de forma caliente.

Ni siquiera debe sorprenderse de que el rey este tocándole de nuevo.

"Abre las piernas", susurra contra su muslo dejando una lamida, el chico obedece.

Abre las piernas de forma lenta, tiene aún vergüenza a pesar de que el hombre ya lo haya tocado ahí, tiene mucha vergüenza.

Cuando se abre por completo dejando ver su entrada totalmente mojada debido al lubricante natural y su reciente corrida, se tapa el rostro, y suelta un gemido cuando la boca de su rey empieza a beber de sus jugos.

"No-o mi rey, no ha- haga eso" súplica mientras sacude sus caderas contra la boca del platinado, gime más fuerte por la sobre estimulación que él no sabe que está sintiendo, pero se siente muy agradable.

Aemond deja de chupar el coño mojado de Lucerys, y en su rostro se dibuja una sonrisa al ver que cuando el deja de comerle el muchacho aún busca su lengua y labios.

Es salado y un poco agrio su sabor, pero aun así es algo dulzón.

Pero por el momento ha sido demasiado disfrute que le ha brindado al sirviente, es momento de pasar al verdadero placer, un placer que los envolverá a ambos cuerpos.

Aemond sabe por propia boca del joven que es virgen, así que lo hará lo más suave que pueda. Hará que disfrute su primera vez.

Lucerys es bonito, su cabello huele bien y es obscuro, sus ojos verdes son preciosos y grandes que le recuerda al verde del bosque de los dioses, su bella piel pálida es suave y todo él parece irradiar pureza y fertilidad.

Saber que le quitará lo único puro de él lo excita a niveles descomunales, quiere tomarlo en toda posición existente, llenarlo con su semilla hasta que está salga de su coño, desea verlo llorar para que pare, quiere sentir esa calidez de sus paredes vírgenes.

Se levanta de su posición anterior y se sube encima de Lucerys, el chico solo lo observa con repentino miedo en la mirada.

"No temas Lucerys, esto se sentirá muy bien y verás que me pedirás que te siga follando aunque tu pobre coño ya no pueda recibir más", termina de decir mientras une sus frentes, el muchacho suelta un débil jadeo y eso hace que su verga palpite contra su vientre, Lucerys es demasiado sensible y eso le encanta.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2023 ⏰

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DESEO DEL REY; LucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora