Conexiones de un vistazo

3- Entrenamiento Parte 2

Hay jugadores que desde que se conocen sienten una conexión única. Sienten que pueden hacer cualquier cosa y su compañero podrá seguirles el paso.

[...]

Mientras todos hacían pases en parejas de dos y dos, Anri estaba preparando una mini cancha improvisada con ayuda de los mayordomos.

Anri: Gracias por la ayuda señor Takeshi. Realmente no hacía falta.

Takeshi: No hay problema señorita Anri. Siempre me gustó ayudar al amo Jun con sus entrenamientos. Que ahora tenga a un equipo que viene aquí me pone realmente feliz.

Mamoru Takeshi era mayordomo de la familia Misugi desde que Jun era un niño de dos años. Estaba especialmente encargado de cuidarlo a él, así que llegó a formar una gran conexión con el joven. Realmente le alegraba el día ver al niño que consideró su nieto estar feliz.

De vuelta con los jugadores, podemos ver que el segundo grupo había terminado las dos vueltas completas al patio y se estaban uniendo a sus compañeros para practicar los pases.

Hitohito quería emparejarse con Wakai, ya que era el único con el que tuvo una charla de más de cinco minutos, pero mientras se acercaba a preguntarle alguien se le adelantó.

Kaze: Wakai! ¿Practicamos juntos?

Wakai: Claro!

Ambos agarraron una pelota y se alejaron un poco del grupo dejando a Tadano solo en el lugar.

Y cuando iba a preguntarle a Naruse ya que eran de la misma clase y tendría temas de conversación, también se le adelantaron.

Take: Oye, ¿Quieres practicar juntos?

Naruse: Oh! ¿Me estás preguntando a mí?

Take: Pues... Si.

Take: A menos que ya tengas compañero de entrenamiento.

El peliazul cambio su "cara genial" por una de desesperación y contestó.

Naruse: No! Está bien, podemos ser equipo.

Take: De acuerdo.

Dijo el portero del equipo y se apartó con Shisuto de ahí.

Tadano: (Maldita sea mi suerte. Bueno, ¿Quién es el otro que quedó solo?).

Echó un vistazo a los demás y vió a Jun haciendo dominadas con un balón, Hitohito se acercó a pedirle que sea su compañero. Había sido muy comprensivo tanto con él como con Naruse, realmente se sintió aliviado de que no sea alguien con mal carácter. Mientras se acercaba, el castaño se volteó para quedar frente a frente, la pelota que tenía estaba bajando después de haberla levantado. Y, con un simple toque, se la pasó al pelinegro.

Fue un pase directo al pie de Hitohito, no muy fuerte, pero lo suficiente para que no vaya muy lento. Fue un pase bastante preciso.

Misugi: Bien, parece que seremos compañeros.

Dijo con una sonrisa. El pelinegro le devolvió el pase casi por instinto, aunque no fue tan bueno como el del castaño.