Hitohito Tadano nunca se imaginó que una decisión basada totalmente en su amabilidad cambiaría por completo su futuro y sus sueños de una manera tan drástica.
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Después de una primera semana de clases completamente demandante para nuestro protagonista, en la que había decidido ayudar a la estudiante más popular de la escuela con su problema de comunicación. Este se empeñó en la tarea de tratar de conseguirle amigos, aunque por el momento sólo había conseguido dos.
Bueno, un/a amigo/a cuyo género es una duda que prefiere no saber por el momento y una chica la cual no sabe si es amiga o mascota.
El proceso iba un poco lento para su gusto.
En este momento Hitohito se encuentra sentado en su salón de clases tratando de encontrar a alguien que esté lo suficientemente cuerdo como para acercarse a Komi sin que le dé un derrame cerebral y empiece a idolatrarla por cada acción que haga.
Tadano: (Veamos. Yamai puede ser... Mmh mejor no, si apenas me acerqué fue muy grosera conmigo no me quiero imaginar si no entendí a la primera. ¿Alguien más?).
Tadano: (¿Qué tal esa chica del parche? ... No!! Me trae muy malos recuerdos de mi etapa en secundaria).
Nuestro protagonista sólo puede suspirar con pesadez mientras habla para sí mismo.
Tadano: A este paso no encontraré a nadie que pueda entablar una conversación con ella.
Mientras Hitohito se lamentaba, decide salir a recorrer los pasillos de la escuela para despejar un poco su mente y poder encontrar una mejor solución al problema de su amiga.
Tadano: (El problema de Komi es bastante grave, no puede hablar de frente con una persona debido a su problema, eso se soluciona con la libreta que tiene. El verdadero conflicto es encontrar a alguien que no la vea como una diosa, alguien que la trate como una persona normal. Pero debido a su belleza y a la peculiaridad de la escuela entera parece que no hay nadie que la vea como lo que realmente es, una chica de preparatoria que quiere hacer amigos pero no puede acercarse a los demás. ¿Cuál debería ser el próximo paso?). Eh?
El pelinegro cortó repentinamente su línea de pensamientos cuando vió a un chico muy parecido a el caminado de un lado a otro luciendo muy ansioso. Hacía tres metros hacia la derecha y volvía sobre sus pasos hacia el otro lado la misma cantidad de pasos. Todo esto mientras hacía movimientos exagerados con sus brazos.
Por supuesto el bondadoso corazón de Hitohito le dictó que vaya a ayudarlo. A lo mejor encontró a alguien que pueda entablar amistad con Komi.
Tadano: Hola.
?????: ¿Eh?! Ho-hola.
El pelinegro ansioso no esperaba que alguien le hablara en medio de su "ritual" para la calma.
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