Alyssa Targaryen tiene un sueño dragón

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Aviso: cambie algo de la historia pero no es necesario volver a leer el capitulo anterior, en vez de que Daella este en embarazo en este año(81), ella dio a luz a Aemma en el año 79 y sobrevivió pero ha estado en cama desde entonces y no está siempre consiente.

Ya pasado el amanecer Alyssa y sus hermanas habían vuelto de su vuelo a lomos de Meleys. Alyssa estaba feliz de ver la alegría en el rostro de sus hermanas, y no como las recordaba en su sueño. Ella se despidió de sus hermanas y les dijo que las vería más tarde en la cena. Luego se dirigió a sus habitaciones, donde pensaba bañarse y refrescarse después del vuelo. Entró en su alcoba y se quitó la ropa sucia y sudorosa.

Se metió en la bañera y se sumergió en el agua caliente, sintiendo cómo se relajaban sus músculos y su mente. Las sirvientas se ocuparon de lavarle el cabello rubio y la piel blanca, con cuidado y delicadeza. Alyssa cerró los ojos y disfrutó del momento, dejando que sus pensamientos vagaran por donde quisieran.

Después de un rato, salió de la bañera y se secó con una toalla. Se puso la ropa para el día y se peinó el cabello con un cepillo de plata. Llamó a las sirvientas a recoger el agua sucia y a traerle a su hijo Daemon de la guardería. No tardaron en aparecer, llevando al niño en brazos. Alyssa se acercó a él y lo agarro con ternura. Daemon era un niño hermoso, con el cabello rubio como el de su padre y los ojos violetas como las amatistas. Tenía una cara de enojo y ella sabía exactamente lo que él quería. Alyssa se bajó un poco la parte de arriba de la camisa para dejar un seno expuesto, del cual el pequeño bebe rápidamente se prendió para tomar su leche.

Alyssa sonrió y le abrazó con fuerza. Le encantaba ver a su hijo tan feliz e inocente. Esperaba que pudiera conservar esa alegría toda su vida, y que no tuviera que pasar por las penurias que ella había visto en su sueño. Quería protegerlo de todo mal, y hacerlo feliz.

Las sirvientas terminaron de recoger el agua sucia y de arreglar el desorden que había hecho Alyssa al bañarse. Se iban a retirar, pero Alyssa las detuvo. Tenía pensado acercarse a los sirvientes de la Fortaleza para así tener su confianza y lealtad, por eso les preguntó sobre ellas. 

"Díganme, cuáles son sus nombres y cuénteme un poco sobre sus vidas, han estado sirviéndome desde hace tiempo, conocen tanto de mi vida y yo nada de las suyas" les pidió amablemente Alyssa.

Las cinco sirvientas se sorprendieron de la atención de la princesa, pero se sintieron halagadas y respondieron a sus preguntas. Estaba Clara de 12 años, Lena de 17, Elena de 27, Ellyn madre de 3 niños que tenia 35 y Ana de 43.

Con una sonrisa, agradeció a las sirvientas por compartir sus vidas con ella y les prometió que sus esfuerzos no serían olvidados.

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"¿Es realmente necesario que te vayas?" dijo su esposo mientras besaba todo su rostro y cuello sin parar.

"Sabes que si. Ya han pasado dos años en el que Daella está en cama casi inconsciente la mayor parte del tiempo y la pequeña Aemma no creo que se encuentre mucho mejor sin poder estar con su madre"

"Si, si, pero no quiero separarme de ti"

"Yo tampoco, hermano. Pero sera lo mejor"

"Intenta volver lo antes posibles y si necesitas algo manda un cuervo"

"Lo haré, no te preocupes, todo estará bien. Y espero que tu puedas seguir manteniendo en orden todo aquí en la corte"

Alyssa se despidió de todos, y tendrá que admitirlo, a quien más le costó soltar fue a su pequeño Daemon. Pero si todo salía bien, ella estaría aquí devuelta pronto. Ella subió sobre su montura y voló hacia el Valle.