Parte sin título 5

509 66 10
                                    

El aroma de las flores silvestres impregnaba el aire fresco de la montaña, mientras el sol se filtraba entre las ramas de los árboles, creando un mosaico de luz y sombra en el jardín interior del Nido de Águilas. Alyssa y Daella caminaban en silencio, cada una sumida en sus propios pensamientos. Daella no había caminado por estos jardines en años, no solo por su delicada salud, sino por un miedo casi irracional a las abejas. Sin embargo, hoy se sentía diferente. A su lado, la presencia de Alyssa era una fuente de calma y seguridad que nunca antes había experimentado.

"Debo regresar a Desembarco del Rey" dijo Alyssa con un tono de pesar en su voz. "El pequeño Daemon necesita a su madre."

Daella asintió con tristeza. Sabía que era lo correcto, pero la idea de que su hermana se fuera la llenaba de un vacío inexplicable. "Entiendo" susurró. "Tienes obligaciones, un hijo recién nacido..."

Alyssa la miró con ternura. "También tengo una hermana a la que amo" dijo, tomando su mano con delicadeza. Daella se estremeció ante el contacto, un contacto que antes le habría provocado repulsión, pero que ahora le transmitía una calidez reconfortante.

"Me gustaría que vinieras conmigo" continuó Alyssa.

Daella la miró con sorpresa. "¿A Desembarco del Rey?" preguntó con incredulidad.

"Sí" respondió Alyssa con una sonrisa. "Un cambio de aire te vendría bien. Podrás ver a nuestras hermanas. Y yo... yo disfrutaría de tu compañía".

Daella dudó. La idea de viajar la tentaba, pero el deber la obligaba a quedarse. "No puedo" dijo finalmente. "Debo estar aquí, con..."

"Con tu marido" completó Alyssa la frase. Daella bajó la mirada.

"Daella" insistió Alyssa, "te mereces algo más. Mereces ser feliz".

"Soy feliz, yo lo escogí. Él es amable y se preocupó por mi salud"

"Es lo mínimo que tenía que hacer, aun así, no se preocupó lo suficiente, si fuera así no hubieras estado con sola con visitas cada una luna o dos en dos años. Volverás, en un tiempo o él podrá ir hacia la capital."

Las palabras de su hermana resonaron en el corazón de Daella. Un anhelo por una vida diferente, ya no será como antes, Alyssa dijo que quería cambiar las cosas.

"Está bien" dijo finalmente, con un tono de voz que apenas era un susurro. "Iré contigo."

Alyssa la abrazó con fuerza, un abrazo que Daella no rechazó. En ese momento, algo se rompió entre ellas, una barrera invisible que las había mantenido separadas durante tanto tiempo.

"Gracias, Daella", susurró Alyssa. "No sabes cuánto significa esto para mí".

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•


Alyssa observaba con impaciencia el cielo azul, esperando la llegada de su hermana Daella y su pequeña sobrina Aemma. Se despedía de los Arryn y estaba ansiosa por iniciar su viaje a Desembarco del Rey.

De pronto, las vio aparecer: Daella, con su vestido azul claro y su rostro pálido como la nieve, caminaba con paso vacilante, aferrándose a la pequeña Aemma, que reía con inocencia ajena a la tensión del momento.

"¡Daella!" exclamó Alyssa con impaciencia. "Ya era hora".

Daella se acercó con paso lento, su mirada fija en la enorme dragona Meleys que se encontraba detrás de su hermana. La bestia, mucho más grande que cuatro o cinco casas juntas, era de un color rojo vibrante con escamas que brillaban bajo el sol.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alyssa Targaryen tiene un sueño dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora