La penumbrosa mañana siguiente a esta sería mejor, si, así tenía que ser o por lo menos eso era lo que el corazón del chico pedía. De pie en la sala común del castillo se encontraba nuevamente observando su reflejo e inconscientemente suspiraba tratando de encontrar las palabras correctas para auto compadecerse de sí mismo. Los meses habían transcurrido volando como una escoba persiguiendo la snitch, un rápido tris y todo se había terminado. Nuestro personaje pensaba que la soledad se intensificada deslumbrando el arrebol mas no el amanecer.
Con un leve bufido se dispuso a ocultar cualquier detalle que evidenciara las bolsas de piel bajo sus ojos. Styles había estado llorando toda la noche sin razón alguna nuevamente y esta se convertía cada vez más en la única que podía alcanzar.
Ingresó a la primera clase con los niños de segundo. La profesora Pomona Sprout se encontraba frente a ellos comenzando su discurso.
– Permanezcan en silencio, las Mandrágoras pueden ser tormentosas si se les despierta con total descuido. Mantengan alejadas sus varitas por el momento no queremos sorpresas.
Todos observaban concentrados a la mujer asomarse hacia la raíz de la mandrágora más pequeña y cogerla sin que la planta despertara. No había mayor alboroto entre los presentes que el ser los próximos, todos peleaban por conseguir el lugar más cercano hacia aquellas plantas tan enanas que parecían poseer rostros humanos. Todos menos uno, quién miraba aquello sin la más pequeña pisca de encanto.
— Styles, no me digas que le tienes miedo a los escarabajos.
El pequeño hufflpluff asomó su rostro de entre brazos, y se incorporó de su asiento lo necesario para ver al rubio que tomaba lugar junto a él.
— En primer lugar, Macmillan, no son escarabajos son plantas y en segundo ¿Tú que haces aquí? Es un aula de segundo año y vas en tercero.
– Podría preguntarte lo mismo Styles, pero como todos sabemos eres el ratón de los maestros.
— Yo sé que hago aqui. Tú no tienes nada que hacer en esta clase.
— Tienes razón yo solo...
— Styles. –llamó la Sra. Sprout. El menor asintió sacando la varita bajo su brazo pero esta lo detuvo con la mirada antes de dirigírsela al otro estudiante –Sr. Macmillan, ésta es una clase que usted ya conoce. Lo lamento pero no debería estar presente. Retirese.
El Ravenclaw estuvo por replicar pero luego respiro calmado y sin añadir objeción alguna decidió marcharse del aula.
La maestra y toda la clase lo miraron con atención.
— Styles... la clase está esperando.
Sonrió la mujer. El menor hijo de una familia de hufflpluff de sangre pura, la segunda familia más millonaria de Europa, emprendió su camino hacia el centro del aula. Miradas curiosas aparecían por aquí y por allá.
Con un leve suspiro el mago levanto la varita.
— ¡Engorgio!
El hechizo llegó a la planta y esta inmediatamente creció y creció hasta chocar con la parte superior que unían a las paredes con el suelo, el chillido de la mandrágora fue tan ensordecedor que todos los demás estudiantes se tiraron al suelo. — ¡Detenlo! ¡Detenlo!
Los ojos del menor al igual que su cuerpo estaban quietos.
— ¡Inmobilus!
Y así iniciaba un nuevo día en Hogwarts*♥️*
— ¿Recuerdas la primera clase juntos? Éramos unos críos muy raros.
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Obliviate (Drarry) (Larry)
FanfictionDonde Harry olvidó algo y no recuerda a quién. La guerra termino, es un nuevo año para todos y como siempre las cosas no son como parecen. La casa de Stytherin no deja de intimidar a los demás estudiantes ¿Qué paso con el-chico-que-vivio? ¿Por que...