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1973 Primer año
Un año y dos meses exactamente desde que hice un trato con el diablo y hay mucho que debo registrar...
Después de haber perdido mi inmortalidad, comprendí genuinamente lo que había hecho y en lo que me había convertido. Perdí la noción del tiempo, la percepción de ver las cosas, y sentirlas.
Tengo muy en claro que soy un asesino que mata para sobrevivir, es por eso que el truco de beber sangre de animales se transformó es mí forma de vida.
La experiencia de matar había sido un cataclismo para mí, el declive de mi existencia, pero al mismo tiempo, fue tan enriquecedor como beber la sangre de Lestat.... y sentirme así me asustaba. Esas experiencias me abrumaron tanto y cambiaron de tal modo sobre todo lo que me rodeaba, desde la imagen de mi hermano que colgaba de la pared de la sala hasta la visión de una sola estrella por la ventana, poseían significados tan distintos y a la vez tan similares, no me podía imaginar que otro vampiro las tomase como cosas de todos los días.
Lestat sentía lo contrario. O tal vez no sentía nada...
Yo prefiero mil veces lidiar con el hambre que con la carga de la culpa.
No seduzco víctimas , prefiero no relacionarme demasiado con las personas para evitar incidentes repentinos al ceder a mis instintos y mi sed de sangre.
Por su puesto que a Lestat no le agrada la idea y no a dejado de presionarme y regañarme por mi decisión.
Yo prefería ignorar sus comentarios.
Después de todo, Lestat encontró la forma de distraerse, generando dinero (tomándolo de sus víctimas) y aumentar mi fortuna.
Con respecto a mis emociones, no mencionaré los repetidos ataques de ansiedad que atravesé distintas circunstancias, comenzando por la primera navidad que pasé sin mi familia.
Desde entonces y hasta hora, la situación no ha cambiado demasiado, el paso del tiempo es imperceptible, a veces olvido la fecha y la hora si no fuera por la luz del sol asomarse por el horizonte, quizá pensaría que la noche es eterna.
Aún no puedo concebir lo ciego e impulsivo que fuí aquella noche, cuando no dude ni un segundo en aceptar el trato que me ofrecieron, pero en ese momento Lestat llegó a ser tan convincente....
