They Don't Know About Us

Capítulo #4

Ya era otro día y Cheryl se encontraba en el baño maquillándose para intentar disimular los golpes que su padre le había otorgado ayer.

Esto se había vuelto una costumbre para la pelirroja desde que llegó a Riverdale.
Los Blossom solían vivir en Nueva York en un barrio de gente rica. Esto era gracias al dinero que sus trabajos generaban. Su vida allí era perfecta.

Fue el lugar en el que Cheryl conoció a Heather. Ambas se quisieron mucho hasta el punto en el que Heather le pidió ser su novia. Lástima que la felicidad no duró tanto.

Flashback

—¿A dónde estamos yendo, Heather? —preguntó con curiosidad—.

—Ya te dije, es una sorpresa —respondió riéndose por la insistencia de Cheryl—. Te prometo que te va a encantar.

—¿Ah sí? —miró a la pelinegra—. No creo que más que tú —dijo con una sonrisa para luego besar a Heather en el cachete—.

—¡Para! —dice sonrojada—. ¡Vas a lograr que choque!

Luego de un rato manejando, Heather estacionó el auto a unos pasos de la sorpresa y le vendó los ojos a Cheryl para caminar con ella hacia el lugar.

—Un paso más, amor —dijo Heather—. Ok, ya estamos aquí —pronunció para luego quitarle la venda a la pelirroja—.

Era al aire libre, se podía ver la ciudad y las estrellas desde donde se encontraban. Cheryl sonrió encantada y derramó alguna que otra lágrima.

—¿Y, te gusta? —pregunta Heather nerviosa—.

—Me encanta, es perfecto —Cheryl se gira para verle la cara a la pelinegra y la besa—.

Se sentaron sobre una manta y comieron un poco de la comida que había. En un momento, Heather tomó la mano de Cheryl y se puso más seria.

—Hay algo que tengo que decirte —Heather pronuncia nerviosa mientras busca la mirada de la pelirroja—. Llevamos unos meses juntas, pero para mí fueron los mejores meses de mi vida. Llevo rato pensando en si decírtelo o no, pero ya no aguanto más.

—Me estás poniendo nerviosa, Heather.

—Perdón, amor —dice Heather—.

—Hey —Cheryl la besa para calmarla—. Sabes que puedes decirme lo que quieras.

—Está bien... —los nervios eran todo lo que Heather conocía en ese momento—. Cheryl, ¿quieres ser mi novia?

Pasaron unos segundos que para la pelinegra se sintieron como una eternidad, pero finalmente Cheryl aceptó. Ambas disfrutaron del bello momento y luego de unas dos horas se encontraban en la puerta de la casa de la pelirroja despidiéndose.

Pensando que nadie las estaba observando, se besaron. Cheryl entró a su casa y se dirigió a la cocina para tomar agua. Era tarde, ve el reloj colgado en la pared y marca las 10pm. Muy silenciosamente intenta subir las escaleras, hasta que una luz se prende detrás suyo, dejando ver a su papá.

—¿Sabes que hora es, Cheryl? —pregunta Clifford—. Son las diez de la noche.

—Sí, perdón pa- —no llega a responder ya que su papá grita—.

—¿¡Se puede saber en dónde mierda estabas, jovencita!? —dice furioso y se para del sillón—.

—Estaba con una amiga, papá —miente Cheryl—.

—¿Ah sí? —se acerca a Cheryl—. ¿Esa chica con la que te besaste es tu amiga?

Cheryl se sorprendió al oír esto. Nunca hubiese besado a Heather si supiera que la estaban observando.