Abigail Miller una chica, a la cual obligan a comprometerse, con Tom Kaulitz un mafioso. Despiadado, una noche ella sin saber, asiste a una cena, con sus padres en la cual, se entera que fue comprometida. Con este mafioso, sin sentimientos. Ella que...
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Han pasado un mes desde el club, el encuentro nunca se llevó acabo, nunca llegó a reclamarme y ciertamente eso tranquilizó a mi familia. El frío de diciembre hace que la piel se me erice, hoy último día del año ¿quien diría que acabaría el año así?, realmente acabar así el año no me emociona.
Mi sobrino Dante de cinco años pasa corriendo frente a mi, el ríe mientras mi sobrina de su misma edad corre detrás de él enojada, ellos dos son gemelos son hijos de mi hermano mayor.
Mi hermano Landon llega a regañarlos y decirles que regresen a dentro ya que hace frío, nota mi presencia se voltea a verme, los niños pasan junto a él entrando a la casa, mi hermano se acerca a paso lento a mi, tiene las manos metidas en sus bolsillos de su pantalón de vestir.
Se sienta a mi lado en el pasto, el frío es demasiado fuerte que siento que me congelo, veo a mi hermano quitarse la chaqueta y ponérmela en los hombros, lo volteó a ver y le sonrió.
—¿Que haces aquí afuera, enana?
—Quería tomar aire fresco.—contestó dirigiendo mi vista al mar frente a nosotros.
—Llevas una hora tomando aire fresco, ¿que sucede? Sabes que cuentas conmigo para todo, que te atormenta pequeña.
—No se, creo que han pasado muchas cosas ¿Sabes?, lo del boss aún ronda mi cabeza.—confieso.
—Ya no te atormentes con el.—lo miro, el mira fijamente al mar.
—¿Por que? ¿hay algo que yo no sepa, que tú si sepas?
—El está aquí abi, y vino acompañado de una mujer.
—¿Una mujer?
—Si, dijo que padre lo invitó por Año Nuevo.
—Esto tiene que ser una jodida broma.—me levante, palmee mi trasero quitando cualquier basura que se hubiera pegado allí.
—A y también tienes a alguien esperando por verte.—se levanto y hizo lo mismo que yo.
—¿Quien?
—Killian.
—Esta a lado de la salida de emergencias.
—¿Que mierda hace allí?
—Le dije que te esperara allí.
—Eres un idiota.—dije riendo, me encamine donde el me dijo.
—Yo igual te amo enana.
Le saqué el dedo de en medido y se comenzó a reír, al pasar a un costado de la casa por el cristal de la puerta que da al patio donde estaba sentada muestra a mi familia en la sala de estar, está Tom y una mujer rubio con cuerpo voluptuoso a su lado, la mujer tiene las piernas cruzadas y Tom tiene su mando derecha en uno de sus muslos.
Raramente algo se revuelve en mi estomago ¿náuseas? No lo sé, solo se que siento una repulsión al verlo tan plácido con ella, el me nota ya que me mira, pasó junto a la casa y la pared hace que aparte la mirada ya que no puedo ver nada.
