Capitulo 4

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Feliz cumpleaños.

Cumplir años realmente no me causa emoción, pero si tu estás aquí, seré feliz.

______ Yokuhara.

Solte un jadeo, mi cuerpo estaba sudoroso por el movimiento.

—ya no puedo más, Rindou — me rendí, detuve mis piernas en la máquina corredora.

—no aguantas nada — hablo este con una toalla detrás de su cuello, el sudor bajaba por su frente y cuello. — ¿Cómo está tu hematoma? — lleve mi mano hacia mi mejilla según lo que dijo. — ¿Tus padres se dieron cuenta?

—bueno, ya está desapareciendo y mis padres aún no lo saben.

Había pasado exactamente una semana después de lo ocurrido, en esos días le enviaba mensajes a Rindou preguntando cómo estaba, y al parecer este no perdía el tiempo fuera de la escuela.

Hoy era mi cumpleaños, mis padres estaban de viaje, así que no haría nada hoy, después de la escuela fui a hacer ejercicio con Rindou, al inicio pensé que sería algo tranquilo, pero no, era realmente agotador, casi nunca hacía ejercicio, siempre estaba en mi cama comiendo, y a las justas hacia sentadillas y deporte.

—usa la máquina de la bicicleta — me ordenó, jadeante. — esa cansa menos.

Me subí a esa máquina, y tenía razón, era menos cansada pero mis piernas temblaban. Pose mi mirada sobre este, el cual levanto un poco su camiseta, dejando ver su abdomen marcado.

—tienes el abdomen bien trabajado — solté sin pensarlo dos veces, note que tenía un tatuaje, el cual no pude ver completo.

—¿Qué te digo? Me gusta hacer ejercicio — me miró de pies a cabeza — y por lo visto a ti no tanto.

Mire mi pancita, estaba un poco rellenita, pero no tanto, podría decir yo.

—prefiero ser feliz con mis gomitas — respondí burlóna. El sudor bajaba por mi frente. Rindou cambio de tema.

—¿Qué harás por tu cumpleaños?

—realmente nada, quizás duerma toda la tarde — limpie el sudor de mi frente con la toalla que me extendió. — mis padres están de viaje y no soy de festejar mucho.

—¿No harás nada de nada? — asentí. Mi teléfono vibró, una llamada de Yuji, era la quinta vez en el día, y también la quinta que lo colgaba. — ¿No piensas contestar?

—no, no quiero verlo hoy. — le di un sorbo a mi botella de agua. — ya no aguanto Rindou, vámonos de aquí. — brame desesperada, jadeante, tenía hambre.

Al salir del gimnasio lo primero que hice fue comprar una hamburguesa de un puesto callejero, comía como si no lo habría hecho en meses, como persona en huelga de hambre.

—¿En serio? ¿Vas a comer luego de hacer ejercicio? — me miró incrédulo. — de haberlo sabido, te habría llevado a comer en lugar de hacer ejercicio..

—¿Quierés? — le ofrecí un mordisco el cual rechazó ladeando la cabeza.

El teléfono de Rindou sonó, un mensaje de Catara, lo vio y al instante apagó la pantalla, guardando el móvil en su bolsillo.

—al parecer no soy la única que está ignorando a su pareja. — caminamos a paso lento.

—quiere que vaya con ella a comprar ropa — bramó de mal humor, no lo culpaba, no era el único que ya estaba harto de su pareja — que se joda, puede ir con Yuji.

Termine mi hamburguesa, vote el envoltorio en un tacho cerca del parque.

—bueno, a partir de aquí se separan nuestros caminos — brame a punto de despedirme.

𝔈𝔵𝔱𝔞𝔰𝔦𝔰  • | 𝓡𝓲𝓷𝓭𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓲𝓽𝓪𝓷𝓲. | •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora