Capitulo 6

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Promesa.

Odio las promesas, quizás por qué nunca las cumplen, y llegué a pensar que quizás contigo sería diferente.

Rindou Haitani.

—¿Estarás con la amiga de tu novia? — pregunto Ran burlón, a veces me irritaba esa misma sonrisa ladina y sarcástica.

—no somos nada aún, esto es para hacernos compañía. — respondí con simpleza mientras me vestía con aquel traje, era el día de la fiesta.

—pero te gusta. — aclaró Ran.

—bueno, me siento atraído y confundido con ella. — brame mientras mi hermano me ayudaba con el nudo de la estúpida corbata.

Desde aquella conversación _____ y yo no hemos dicho ni una sola palabra, nos quedamos en silencio al momento de hacernos compañía, almorzamos juntos en la escuela y la acompaño hasta su casa.

Siento que nada ha cambiado.

Y yo tengo que hacer algo por ver un cambio.

—¿Qué harás si Catara se entera? — Ran agrego burlón, mientras peinaba sus finos cabellos, para hacer sus trenzas.

—terminar con ella, puede joderse, no es como si me interesará. — me quite los lentes para colocarme los de contacto. — _____ es... diferente a Catara, no lo entenderías, es por eso que me atrae.

—sabes que igualmente terminarán mal, no te encariñes tanto. — alcé la ceja ante sus palabras. — no me mires así, Rin; eres un pandillero, esa es nuestra vida, rompemos huesos, quizás al inicio ella no te diga nada, pero cuando la pongas en peligro, no tardará en tenerte miedo, sentirse aturdida y luego se irá.

—ella no me tendría miedo jamás. — intenté evadir el tema, aún sabiendo que Ran tenía cierta razón en sus palabras, podría ponerla en peligro.

—eso no lo sabes, ni ella misma podría saberlo. — respondió este una vez termino de peinarse.

Me quedé en completo silencio, en el fondo yo no quería que las cosas terminarán mal, no todos los romances eran para siempre y estaba consciente de aquello, pero no quería que esto se acabe de esa manera, si iba a acabar, quisiera que fuera de manera sana.

—disfruta tus momentos con ella mientras puedas, solo diré eso. — salió de mi habitación dejándome solo.

Arrugue el puente de mi nariz mirándome en el espejo, no quería aceptar cuál fuere la realidad.

Pero haría todo por qué esto no terminara mal.

—llegaste más temprano de lo acordado. — dijo está cuando llegue a recogerla, claramente me sentía nervioso, saco solo su cabeza por la puerta, para que no viera su atuendo. — no me veo tan bien...— miró hacia otro lado, sonrojada.

Abrió completamente la puerta, dejándose ver, mis ojos la miraron maravillado, de arriba hacia abajo. Llevaba puesto un vestido corto de seda, color vino, sobre sus muslos, tenía un pequeño encaje en su cintura, era de tirantes, por atrás llevaba la espalda descubierta, solo habían dos tirantes que amarraban el vestido.

—no te quedes callado Rin...al menos di que me veo bien. — me saco del trance que tanto me tenía embobado.

—te ves tan linda...— respondí intentando ocultar mi sonrojo con la muñeca derecha.

—tu también. — bramó sonriente.

Ran nos miraba desde la ventana del auto, sonreía burlón.

Al llegar a la fiesta algunas personas nos miraron pero quitaron esas miradas apenas alce la ceja, pero aún así nos escabullimos entre el público, esperando no ser vistos por el imbécil de Yuji y Catara.

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