Su cuerpo era tan cálido. Podía sentir como su respiración penetraba en mi ropa y llegaba hasta mi pecho. Ella dormía plácidamente arriba mío, mientras yo acariciaba su cabello. Los dos disfrutábamos el momento, mientras el silencio y la oscuridad invadían la habitación. Apenas unos rayos de sol lograban zafarse del agarre de las cortinas que permanecían cerradas. Pero era lo suficiente para mantener el equilibrio entre no ver y distinguir su figura encima de mí.
Una vez escuché que la puerta de la entrada principal se cerraba, supe que era el momento. Sus padres habían anunciado previamente que se irían por un tiempo, nosotros tomando la excusa que nos iríamos a dormir juntos. Supongo que por eso ni se tomaron la molestia de entrar en la habitación y revisar si aquello era verdad.
Para mi pesar, tuve que apartarla de mí y me levanté de la cama. Cerré la puerta de la habitación en la que estábamos y me dirigí hacia ella, sin apartar mi vista de sus ojos que aún se estaban despertando. Mientras ella me miraba, curiosa y un poco sorprendida, aún sin saber o siquiera imaginar lo que estaba a punto de suceder, decidí tomar sus muñecas y empujarla hacia la cama. Sin darle tiempo a protestar, besé su boca. Ella al principio se sorprendió lo suficiente como para querer escaparse de mi agarre, lo cual no logró. De hecho, hizo que las cosas empeoraran para ella, ya que me forzó a usar aún más fuerza y que comience a enrollar mi lengua con la suya. No tardó en comprender la situación y a rendirse ante mí con el paso del tiempo. Una vez me separé de ella, noté su mirada perdida, mientras que lo único que nos conectaba era el hilo de saliva que salía de nuestras bocas. Yo ya no quería seguir desperdiciando nuestro pequeño tiempo a solas.
Ya en la cama, ella recupera su conciencia y trata de alejarme, poniendo sus manos en mi cara. Esto solo provocó que yo solo tenga más ganas de profanarla, pues me dirigí hacia su cuello mientras acariciaba su cuerpo con mis manos. En un movimiento rápido, levanté su remera y brasier, revelando sus pechos ante mí. Ella me decía que no mientras se cubría con un brazo y trataba de alejar mi rostro con el otro. Pero simplemente no podía, yo era más fuerte que ella. Se lo dije mientras la miraba fijamente a los ojos y tomaba sus muñecas para quitarlas del camino. Aun sosteniendo sus muñecas, comencé a besar su cuello. Ella solo hacía movimientos con su torso y piernas, mientras soltaba algún que otro gemido. Esto solo me prendió más, lo que hizo que yo empezara a chupar su cuello; No me importaba si estos chupones le dejan marcas que podrían verse a simple vista, ella me pertenece, quiero que tenga mis marcas y que todos sean testigos de ello.
Mi lengua recorrió todo su cuello hasta llegar a su pecho, yendo a uno de los lados para comenzar a jugar con sus pezones los cuales ya se estaban poniendo erectos. No fue hasta cuando comencé a morderlos que sus verdaderos gemidos comenzaron a resonar en la habitación. Ella dejó de forcejear, se estaba entregando ante mí lentamente. Aproveché este pequeño momento para arrastrar mi lengua por su abdomen, mientras comencé a bajar sus pantalones. Fui lo suficientemente rápido para meter mi cabeza entre sus muslos antes de que ella reaccionara y decidiera cerrar sus piernas.
"Por favor, basta, no sabemos en qué momento volverán aquí" - Me dijo mientras la vergüenza se veía reflejada en su rostro.
"Lo sé" - Le respondí - "Pero eso lo hace más interesante, ¿no?".
"No-" Exclamó, pero se vio interrumpida por mis dedos que tocaban su entrepierna, mientras mi lengua y boca se divertían con sus muslos. Me ponía tanto que ella intentara cerrar sus piernas con más fuerza, a la vez que cubría su boca con sus manos para prohibirse a sí misma dejar salir sus sonidos lascivos. Lo que no sabía ella, es que esto me encantaba. Mis manos volvieron a subir por su pecho, encontrándome con sus pezones de nuevo, mientras mi boca, siendo bloqueada por su ropa interior, estaba amenazando con tocar su parte más íntima. En un movimiento rápido, aprovechando de que ella ya no era totalmente consciente, mis manos dejaron de tocar sus pechos para poder quitar el obstáculo que se entrometía ante mi boca. El deseo y el hambre invadieron mi mente, mientras mi lengua acariciaba su clítoris y exploraba todas sus partes. Ella abrió sus ojos de repente, mientras una de sus manos se acercaba a mí para detenerme, pero esta se detuvo a mitad de camino, debido a los espasmos ocasionales que mis besos y lamidas estaban provocando en su cuerpo. Escuchar sus gemidos y sentir sus piernas temblando alrededor de mi cuello solo me hizo enloquecer, desatando toda mi lujuria en mi cabeza, logrando que mi cuerpo se esforzará al máximo en solo complacerla. Quiero hacerla sentir bien, quiero que sepa que ella me pertenece y que yo haré esto el resto del día si así lo quiero.
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Rough Love (+18)
Cerita PendekDos novios deciden relajarse un poco, aprovechando que no hay nadie en casa y que el día está perfecto para pasarla juntos. El amor puede ser cálido, pero a veces también puede ser rudo, teniendo otras definiciones sobre cómo relajarse y expulsar tu...