¡No preguntes!

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MICH’S POV

La mañana siguiente - 8:56 am.

Por fin era fin de semana. Estaba harta de tanta clase, pero como no podía dormir, simplemente me quedé en mi cama dando vueltas, un tanto en desesperación por no poder dormir, y tener hambre. Después decidí levantarme, y por el pasillo mientras iba a desayunar, me encontré a Lor. Estaba helada. ¿Debería acercarme? Demasiado tarde para responder a esa pregunta, pues se estaba acercando ella. Mierda, ¿que quería? ¿Disculparse?

— Hola, Dayanna — me dijo. Ella nunca me llamaba por mi primer nombre a no ser que fuese algo importante.

— ¿Qué quieres, Loryann? — respondí, cruzándome los brazos en el pecho — Tengo prisa, quiero desayunar.

— Ya, eh… De hecho quería disculparme — miró hacia un lado, como si le diese vergüenza.

— Es lo que tendrías que haber hecho ayer ya. — rodé los ojos — pero bueno, eres mi hermana. Tengo que aguantarte toda la vida, supongo. Te veo luego, quedé con Blaise para desayunar.

— Ese asqueroso… — susurró, por lo bajo.

— ¿Qué has dicho? — me di la vuelta inmediatamente, mirándola fijamente.

— ¡N-nada! — exclamó, rápidamente levantando la mirada.

— Disimulas de pena. — le dije, y después me acerqué a removerle el pelo — Ven con nosotros, anda. También van a venir Draco y Mattheo, e igual Lorenzo, pero no lo sé. Pansy dijo que se encontraba mal, me parece que está en sus días… Pobrecita.

— Ya, bueno. Cosas que pasan — contestó Loryann.

Después de eso, nos fuimos a desayunar, sentándonos todos en una misma mesa. Yo tenía a Blaise a mi izquierda, Mattheo a la derecha, y a Loryann y Draco en frente. Mientras charlábamos, Blaise reposó su cabeza en mi hombro; según me dijo, había “dormido mal”. Solté una risita, y gire la cabeza para darle un suave beso en la frente.

— A ver, parejita, ¿qué tal el primer día de relación? — preguntó Mattheo, mirándonos con una sonrisa burlona.

— Mira que eres tonto, precisamente porque es el primer día no nos pueden decir si les va bien o mal. — replicó Loryann con un retintín algo celoso.

— ¿La hermana pequeña está celosa de que la mayor tenga novio? — se burló Draco, dándole un toquecito con el codo.

— Callaos ya, hombre. Vamos a desayunar y ya está — contesté yo. Después de unos segundos, Loryann se levantó de la mesa y se fue. Yo la vi irse y me levanté detrás de ella — ¡Loryann! ¿A dónde vas?

— ¡Déjame! — me contestó, y se dio la vuelta para mirarme.

— Loryann, ¿qué pasa? Hace un minuto estabas bien — me acerqué con una expresión preocupada.

— ¿Acaso no te das cuenta? ¡Estoy celosa! ¡Celosísima! ¡Ese imbecil te está robando de mí! ¡Y no quiero! — respondió ella, frunciendo el ceño.

— ¿Esa es tu preocupación? ¿En serio? — solté una risa — Mira que eres boba. ¿Cómo voy a alejarme de ti porque esté saliendo con Blaise? Loryann, de verdad…

— ¡Y yo que sé! Solo no quiero que pase y ya está — ahora me estaba mirando a los ojos, sosteniéndome la mirada firmemente.

— Tranquila ¿vale? No me va a apartar de ti ni de nadie. Os quiero, a los dos. Pero tú eres una prioridad. — le puse las manos en los hombros, y después las aparte — Venga, vamos a seguir desayunando.

Después de eso, volvimos al comedor, y continuamos con nuestro desayuno. La situación ya estaba más tranquila, y después de eso, decidimos dar un paseo. Yo iba al lado de Loryann delante de los chicos, al final Lorenzo si se incorporó. Mattheo, se acercó por detrás a mi hermana y me mandó callar levantando el dedo índice y poniéndoselo en los labios. Después, silenciosamente, mientras Loryann hablaba conmigo, Mattheo llevó sus manos a los costados de su cintura, y la asustó. Loryann se dio la vuelta con un leve chillido, y le dio un bofetada en el brazo.

— ¿¡Eres imbecil!? — le dijo, mirándole a los ojos.

— No preguntes, afírmalo — dijo Blaise, y Mattheo le miró fatal.

— ¡No vuelvas a hacer eso! — le gritó, empujándole.

— Loryann era una broma, tranquila — le dijo, posando sus manos en sus brazos.

— ¡No me toques! — apartó los brazos bruscamente y fue a buscar cobijo en Draco.

Después, ya que Loryann me dejó tirada, me fui con Blaise. Íbamos de la mano caminando por los largos pasillos de Hogwarts, hasta salir afuera. Nos sentamos en un banco, y continuamos charlando. Ahora Loryann estaba sentada a mi lado, al extremo izquierdo del banco, yo a su derecha, Blaise a la mía, después Draco, luego Lorenzo y después Mattheo. Loryann le obligó a sentarse ahí porque no quería tenerle cerca. Pasamos allí la mañana hasta la hora de comer. Fuimos al gran comedor, almorzamos y cada uno se fue a su dormitorio a descansar.





- Dedicado a nuestra profesora de Geografía, Lorenzo ❤️ (la frasecita es suya)

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