𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐞𝐧 𝐭𝐢

3. 𝐀𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫

By Sirius,,

Sirius llevaba dos días seguidos visitando a Severus en su habitación a escondidas de sus dos amigos, Remus y James, porque sabía que si Potter lo miraba con Snape lo mataría. A veces Sirius llegaba desprevenido asustando pocas veces a Snape apareciendo detrás de él, llegaba a hablarle haciéndole preguntas tontas o para ayudarle en sus pociones; Severus lo había rechazado pero Black era muy insistente y al final tuvo que aceptarle, ahora pasaría cada tarde junto a él.

Pase por Hogsmeade comprando unos dulces para comer con Severus, Prongs pensaba que yo compré esas dos bolsas de dulces porque yo iba a ir a una "cita" así que lo dejé dudando, el que no decía nada era Moony que solo se quedaba escuchando. Yo siempre iba apurado cuando salía a comprar o cuando me iba a conseguir algunos ingredientes para Severus ya que me daba miedo de que algo le pasara, y eso era extraño porque él nunca me había importado, creo que estoy delirando. Él siempre se encontraba en una habitación antes de lo que le pasara, pero ahora solo permanecía en su habitación solo y algo perturbado, las únicas que veces que salí de ahí era cuando iba al baño, al comedor y a clases, de ahí nunca más volvía a salir para estudiar en la biblioteca o el patio, solo cuando yo le decía que lo iba a acompañar pero eso era cuando ninguno de mis amigo se encontraban en Hogwarts. Por alguna razón me daba rabia cuando yo iba al comedor y me encontraba a esos dos cínicos que hablaban entre ellos con tono burlesco y sin dejar de ver a Severus, me daban ganas de matarlos en ese momento y por eso mismo, Moony había empezado a sospechar por mis comportamientos pero yo solo le mentía y él las creía. Pero su mirada se perdía cuando observaba la mesa de los Slytherin llevándolo al rostro de Severus, que solo estaba acompañado de una chica cuyo nombre era Narcissa Black; su prima, la rubia era amable y algo cercana con el mestizo por lo que le tranquilizaba pero no era suficiente, solo la tenía a ella como compañía y la chica Black no pasaba todo el día con Severus, solo en algunas clases y el comedor.

— ¿No te cansas de verme, Black? — Creí que no me escucharía si entraba en silencio sin pisar tan fuerte ya que quería sorprenderlo, no pude ver su frustración en los ojos ya que estaba de espaldas y yo seguía con mi bella sonrisa. — ¿Te quedarás ahí o me ayudarás?

— Me gusta esto, ya sabes, aunque extraño hacerte bromas aunque nos quitaran puntos. — Di un largo suspiro acercándome a Snape, mire que tenía nuevos rasguños y no hechos por mi, por lo que me llamó demasiado la atención pero mire varias navajas en la mesa. — ¿Te cortaste? — Le agarre la mano un poco fuerte por lo que él soltó un pequeño gemido de dolor, de inmediato sostuve la mano con cuidado mientras seguía observando las heridas. — Te he hecho una pregunta Snape, ¿qué tan difícil es contestar ah?

— Ya lo dijiste, me corte.

— ¿Tanto para que cortara donde están tus venas y no los dedos o la palma de la mano? — Me miró con una mirada aterradora, yo seguía esperando mi respuesta. — ¿Acaso te quieres suicidar? Si sabes que se te puede infectar, ¿no? Déjame ayudarte al menos una vez, trato de compensar y lograr tu perdón, por eso me he esforzado. Por eso mismo te he estado ayudando y que tú te quieras matar no ayuda mucho. Dime qué pensarán Malfoy y mi hermano cuando te miren tirado en el suelo con varios cortes en la maldita mano, ellos no sabrán lo que te pasó o lo que te llevo a eso y me culparan a mi. ¡A mi y a mis amigos! Al menos hazlo por ellos y por ti, no dejare que vuelvas a tener otro objeto filoso cerca de ti, ni siquiera una escoba... tal vez consigas un palito filoso y con eso te cortes.

No quitaba la mirada de él, ni aunque él me la alejara o me dijera que lo dejara de ver, solo lo miraba preocupado y a el no le importaba. ¿Por qué cuando me importa alguien no me cree? ¡¿Tan mala persona soy?!

Pasamos unos minutos en silencio mientras le ayudaba con su poción o lo que sea que estuviera haciendo, mientras que yo intentaba sacar las cosas filosas que guardaba en sus cosas y él solo me veía enojado y con ganas de volarme la cabeza. De repente un humo salió del caldero y él quedó hecho polvo en la cara, no pude resistir a reírme y más cuando su cabello estaba cómo erizo, le dije que se diera un descanso y milagrosamente me hizo caso, me acorde de los dulces que había comprado y le di unos mientras que yo estaba acostado en la cama de Regulus observando lo de mi alrededor, pero eso no quitaba de parar mi mirada en el rostro de Severus. Por alguna razón me gustaba ver como se mordía los labios o pasaba su lengua por sus labios, simplemente me encantaba... creo que ahora si había delirado por completo.