𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐞𝐧 𝐭𝐢

4. 𝐓ú 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐬

Hoy ya era 27 y faltaba solo un día más para esa "corriente" fecha que pasaba por mi cabeza, aún no lo entendía y no había visto a Severus en las clases, ni siquiera en Pociones, ahora si estaba preocupado de que el idiota se intentara matar. Si se llega a suicidar, lo voy a desenterrar y lo matare hasta que esté bien muerto por hacer esto.
Era difícil escaparme para ir a buscarlo, Prongs y Moony habían estado detrás mío por todo el día y ni siquiera me dejaban solo para ir siquiera albano, el único que podía ayudarme era el director Dumbledore, pues era el que más descanso le daba a Severus y tal vez sepa en donde se encuentra.
Tuve que convencer a mis amigos de que iba a hablar sobre cosas personales, pero Remus me empezó a hablar sobre "Puedes confiar en nosotros" "Te apoyaremos", pero yo solo les dije que me iba a ocupar de mis asuntos y me largué sin pensar.
Fue difícil hablar con él ya que estaba discutiendo sobre unas cosas con la profesora McGonagall de un estudiante y tuve que esperar mientras me rasguñaba yo mismo en los dedos.

— Black. ¿No deberías estar en clases? — Me asuste un poco al escuchar la voz de mi maestra detrás mío con su tono de voz misterioso.

— Vengo a hablar con el director.

— Entiendo. — Sonrió mientras asentía con la cabeza y se fue dejándome con la mente extraña, ya empezaba a tener malas vibras. Entre a la oficina y el director me esperaba sentado con su sonrisa diaria y tono de voz amable dirigiéndome la mano para sentarme.

Él era el único que debía saber sobre Snape ya que siempre acudía a él cuando mis amigos y yo solíamos molestarlo y ahora eran los otros dos de Quidditch, suspiré tratando de cómo empezar la conversación y tratar de disimular que no me importaba Severus del todo ya que nadie debía saberlo.

— Sirius... han pasado como tres semanas o más de no verte aquí por problemas, ahora eres tú quien viene. ¿Pasa algo? — Apreté mis manos sin remordimientos, entrecerré los ojos fuerte para luego abrirlos bien y ver su rostro confundido.

— Venía por... tengo un problema muy grande con un Slytherin. — Albus levantó las cejas pero no se vio tan sorprendido, pues yo siempre tenía problemas con los de Slytherin y esto no sería la excepción. — Y creo que él necesita ayuda... pero es un terco porque no me hace caso en nada, ni siquiera se limita a hacerlo por mi. — El director asintió a cada cosa que yo le decía, yo estaba ofendido del comportamiento de Severus y prácticamente me estaba desahogando con Dumbledore sobre un Slytherin... ¡Un Slytherin! Y lo peor, uno que era mi enemigo y ahora era yo quien me sentía humillado...

— Joven Black... comprendo sus circunstancias con ese chico de la casa Slytherin, sé que está preocupado por el, pero necesito que me diga cuál es el nombre y qué tipo de problemas tiene. En este caso, sería el chico quien me viniera a contar sus problemas y así usted no estaría tan preocupado.

— Severus... — La mente de Albus hizo "clic" ¿Severus? ¿El? Noté su rostro un poco serio y con malas noticias, la verdad el director me estaba preocupando y yo estaba temblando en lo que él vaya a decir, mis manos temblaban y no se detenían. El director suspiró algo cansado y cerró los ojos en lanzando sus manos, me volvió a ver y con lo que dijo...

Estaba en su habitación buscando algunos libros y papel con pluma, me había escapado rápido y busqué en la habitación de Severus para llevarle algunas cosas y no esté tan aburrido, estaba casi rogando de que Severus se encontrara bien y el maldito no se hubiera muerto. Me topé con Moony y Prongs saliendo del comedor y me detuvieron preguntándome cosas como: "¿Donde anduviste? ¿Qué has estado haciendo? ¿Por qué te vas y no vuelves? ¿Nos estás ocultando algo?. A todo les contesté "no", no me importaba si no tenía nada que ver con la pregunta pero me estaban atrasando el tiempo y yo necesitaba llegar a la enfermería, pero teniéndolos en frente, tuve que improvisar un poco dejándolos por la Torre de Astronomía, fue donde aproveché y me escapé sin que se dieran cuenta y corrí lo más rápido, aunque también me encontré algunos maestros, solo los saludaba sin verlos bien ya que iba apresurado.