HANGOVER! [YoonSeok]🎲

7. (Bad) Decisions.🥂

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Hoseok soltó un leve silbido al entrar en la licorería, impresionado por la cantidad de botellas de alcohol que albergaba aquel comercio tan pequeño en cuanto a metros cuadrados. Las paredes estaban abarrotadas de botellas variopintas y etiquetas que iban desde marcas muy famosas, hasta nombres tan desconocidos como prometedores.

No había más clientes aparte de Hoseok y Yoongi, por lo que la dueña los recibió con entusiasmo... hasta que Yoon habló, y la mujer empezó a chillar al reconocer su voz.

— ¡Amor, son ellos! ¡Corre! — vociferó la mujer a todo pulmón.

— Señora, por favor, venimos para devolver... — Min intentó explicarse, pero fue inútil porque ella no le quiso escuchar.

— ¡Atrás, chusma criminal! — aquel apelativo tan feo los ofendió a ambos.

Si tan sólo Yoongi hubiese hecho caso de esa última orden, como hizo Hoseok, se habría salvado del ataque de la vendedora de licores. ¡Todo sucedió tan rápido!
La mujer levantó el brazo, Seok dio un brinco hacia atrás en un acto reflejo para defenderse, Yoongi abrió la boca para intentar disculparse y aclarar la situación... y entonces la señora le echó spray de pimienta en los ojos al pobre Yoon.

— ¡Agh, mis ojos! Escuece, no veo nada — se quejó el azabache.

— ¿¡Está usted loca!? — gritó Hoseok, horrorizado al ver los ojos llorosos y enrojecidos de Yoongi. — ¡Venimos en son de paz!

— No queremos paz, queremos justicia — proclamó otra voz que emergió de la trastienda. El dueño de la licorería venía con una escopeta en las manos.

Hobi palideció de miedo, tragó saliva y se abrazó a Yoongi como un náufrago al último trozo de madera de su barco en medio del océano. El mayor seguía frotándose los ojos y no veía un nada.

— ¿Hoseok, qué pasa? ¿Por qué estás temblando?

— Ayer os fuisteis de rositas porque yo no estaba, pero hoy no os vais a librar — el hombre bramó con un tono amenazador —. ¡Un paso más y os llenaré de plomo como pavos navideños!

— Espere señor, antes de que dispare, necesito hacer algo... — balbuceó Hoseok.

— ¡¿Disparar?! — Yoongi se espantó al escucharlos. Aún lo veía todo borroso por culpa del spray de pimienta, y eso hacía que la situación fuese aún más aterradora ya que su imaginación trabajaba en lugar de su vista. — ¿Aquí hay alguien armado...?

La pregunta de Yoongi quedó en el aire, y es que unos labios que ya conocía bastante bien lo acallaron sin preaviso. Seok lo besó en la boca de forma inesperada, movió sus labios con insistencia, y el mayor, a pesar de que se quedó pasmado en el primer instante, terminó por dejarse arrastrar en ese beso tan repentino como tierno. Sus bocas se amoldaban de maravilla, tanto que parecían hechas a medida la una para la otra.