Capítulo 4

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Un par de manos frías se colaron por el abdomen desnudo de Louis, sacándole un suspiro al alfa.

—Buenos días.

La voz adormilada de Harry envolvió los sentidos del mayor junto a su aroma dulce, de buen humor.

Louis se dio la vuelta, recargando su espalda baja con uno de los muebles de la cocina, tomando la cintura del omega, quien se encontraba en ropa interior al igual que él.

—Pensé que no podrías salir de la cama. ¿Cómo te sientes? —preguntó, besándole las mejillas.

Harry sonrió. —Me siento mejor. ¿Qué estás cocinando?

—Pancakes, encontré una receta en Internet y bueno, estoy intentando hacer lo mejor. —sonrió llevando una de sus manos al rostro del omega, besándole los labios con dulzura. —¿Tienes hambre?

—Un poco, sí. —le volvió a besar los labios. —Pensé que hoy llamarías a la omega de la otra vez que te trajo el desayuno.

Louis negó. —No, hoy he decidido hacer el desayuno yo mismo.

—¿Y puedo saber por qué? Honestamente no se nota que seas alguien que ame cocinar.

—Odio cocinar, pero odio más cuando me interrumpen estando ocupado... y estoy ocupado contigo, así que, prefiero que nadie venga a molestarnos.

Una sonrisa apareció en el menor, quien se separó del alfa, caminando a la barra de la cocina y sentándose en un banco sin poder evitar hacer una mueca ante la incomodidad que sentía.

—Deberías ir a la cama, Harry.

—Deberías haber estado conmigo en la cama cuando desperté. —apoyó sus codos sobre la barra. —Pensé que te habías ido.

—¿A dónde iría yo tan temprano un sábado? —soltó una risa. —Si hubiera querido salir solo, lo hubiera hecho ayer cuando te traje a casa.

Pero no, Louis no lo hizo... no porque prefería mimar a Harry cuando todavía tenía su aroma.

Harry respiró hondo, mirando a Louis servir los pancakes en un plato donde ya había varios hechos. Apagó el fuego de la estufa y caminó a la barra, dejando los trozos de pan con un color decente, tanto que el omega rezaba para que estuvieran bien cocinados; aunque de no ser así, se burlaría por la masa cruda.

Había varias opciones, como miel, chocolate y mermelada.

—Yo quiero miel, ¿tú? —dijo, poniendo dos platos extras sobre la mesa. Uno frente a Harry, y el otro para él. —¿Quieres tomar leche o prefieres café?

—Leche. —Harry dijo, justo cuando el alfa tomó el café. —Y... yo prefiero chocolate.

Louis sonrió, y puso un vaso de leche frente al menor. Luego, preparó su café helado por la simple flojera de no calentar agua. Se sentó frente a Harry y lo miró preparar su primer pancake, al cual le dio una mordida y sonrió.

—¿Soy buen chef?

Harry soltó una risa. —Un poco, sí.

El alfa tomó su pancake y lo probó, sintiéndose orgulloso al notar un buen sabor. Luego, su celular sonó en un mensaje. Se levantó y tomó el aparato del mueble al lado de la estufa donde había estado antes y suspiró al mirar.

—¿Pasa algo?

Louis negó. —Para mí no, pero... es tu madre. Quiere saber cómo estás, dice que la has bloqueado y quiere verte.

Harry respiró hondo y miró al mayor sentarse nuevamente frente a él.

—¿Quieres que le responda algo?

Closer To God || l.s ~ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora