Beautiful monster | Taehyun

CAPITULO 24: precipicio

Taehyun

—Déjame en paz.

—Hayun te está esperando.

—Pues, que siga esperando.

Beomgyu volteó a ver un asiento en específico en el salón de clases y se sentó en él.

—Hyung—

—¿"hyung"? ¡Wah! Eso no importa cuando se trata de Hayun, ¿cierto?

Coloqué mis manos en la cintura.

—¿Estás molesto?

—Y te atreves a preguntar... — murmuró. —¡Claro que si! Hayun es lo que más quiero, lo sabías bien y aún así te acercaste a ella.

Di unos pasos hacia él.

—Beomgyu hyung, la quiero. No vas a hacerme cambiar de opinión.

El pelirrojo soltó una risita irónica.

—Lo sé, eso es lo que más me molesta.

Ambos nos quedamos en silencio durante algunos segundos.

Al principio no lo reconocí, hasta que vi el pintarrón.

—Este es tu salón, ¿cierto?

—Ajam...

—Pero... tu asiento está por allá, ¿no?—señalé. — ¿Qué estás haciendo sentado ahí?

—Este es el asiento de Hayun — se recargó en la silla y miró hacia el frente — Estoy intentando encontrar una salida para ella.

Cierto. El techo es una salida para nosotros dos; aún probaremos la teoría respecto a Hayun, sin embargo, aún no hay nada concreto que asegure su salida con nosotros.

—Hayun... ¿Hayun es tu compañera de clases? — asintió. — Oh, ya veo...

—¿Por? ¿Eso te causa inseguridad? — bufó.

Yo solo sonreí.

—La única razón por la que procedí a acercarme a Hayun fue que estábamos en un apocalipsis zombie. Yo... yo no sabía quién era, no la había reconocido hasta que pasamos dos o tres meses encerrados en la misma cabaña, luchando lado a lado para sobrevivir; ahí vi esa perseverancia y amabilidad de la cual tú te enamoraste cuando la conociste en el hospital, y entonces fue que me enamoré. Sabía muy bien que ella aún está en tu corazón y aún así me atreví a abrirle el mío. Tu mejor que nadie debe saber cuánto trabajo me costó hacerlo. — el pelirrojo volteó a verme. Aún seguía con los brazos cruzados. — Se supone que moriría, con el tiempo lo haría, así que opté por dejar mis temores atrás y entregarle mi corazón. Creí que no volvería a verte, solo ella lo haría, así que la cuide como a nadie en el mundo para traerla de regreso a ti. —sonreí. —Pero, ¿que crees? Me equivoqué. Este no es mi fin, es solo el comienzo. En un abrir y cerrar de ojos estaremos de vuelta en la realidad y tendré que enfrentarme a mis peores miedos, uno de ellos es enamorarme y el otro es perder a mi mejor amigo. No tienes idea de todo lo que ha pasado por mi cabeza desde que el papá de Yeonjun dijo que era solo un sueño. ¡Hubiera preferido morir! Ahora debo buscar una solución... No, en realidad ya tengo la solución pero es algo que no me gustará.

Beomgyu se puso de pie y caminó hasta quedar frente a mi.

—¿A qué te refieres? Dime.

Me armé de valor, ese valor que no te enseñan en boxeo o Tae Kwon Do y le expliqué mi plan. Beomgyu no lo aceptó, pero la verdad es que no le di otra opción.