El principio de una amistad

Capítulo 8 El Chico

A era otro día en la escuela para variar, nuestras tres amigas platicando, al brillo del sol y él entronó del ambiente, risas y ruidos. Permeaban la zona.

El tema del que estaban platicando era sobre el romance, los gustos e interés de cada una en el amor y porque no las situaciones de desamor.

Gente pasaba cerca de donde estaban, que mejor momento para buscar un buen partido, Nicole no solía fijarse mucho en chicos, ya que no había chicos de su interés, así como algunas experiencias pasadas que le hicieron ser más cuidados en esos temas.

Para Regina ya sabíamos lo complicado que era su vida en el amor, no todas se debatían un duelo de mujer, contra mujer, los gustos de Regina son poco comunes, pero mantenía la fe.

Regina suele decir...

Vivimos en un mundo donde hay orden social y de conducta y si se rompe ese equilibrio puedes ser juzgado. Debemos seguir normas para que todos nos traten bien.

En cuanto a Samantha, creía en el amor, pero aún no lograba estar alado de alguien, A, pero todo cambiaria el día de hoy.

Durante la plática se les acercó un chico llamado León De Cervantes, aquel chico vino para preguntarles si alguien podría ayudarlo con su tarea, ya que el tema le resultaba un poco complicado y difícil de entender.

—Regina A claro leo te ayudo si quieres después de clases, vamos al salón de estudio y te brindo lo que necesites, obvio de tu tarea.

—Leo Te agradezco vales mil Regina.

—Regina Muchos me lo dicen, ¿por qué será?

—Nicole Es que eres un amor, tan generosa que todos te elegían.

—Samantha Lo veo y no lo creo, es mi imaginación o me siento en las nubes.

—Nicole Pues ese es León De Cervantes y va en nuestra clase y parece que te elevo al cielo, quizás y ya te enamoraste.

—Regina Me cae que sí y a mí nadie me niega, yo tengo experiencia en el campo.

—Samantha Es tan lindo, pero no sé siquiera hablar conmigo.

—Nicole No sé, deberías averiguarlo.

—Samantha, Pero me dan los nervios.

—Regina Lo normal amigis, a mí me pasa, te puedo dar consejos, no me son efectivos como verás, pero igual te sirven.

Típico dar consejos que no pones en práctica o no te sirven o al menos así le pasa a Regina.

La campana sonaba, cada una tomaba su rumbo a clase, Nicole y Regina se dirigían a su clase de Sociedad y Acción Ciudadana y Samantha a clases De Ciencias.

El día escolar había acabado y era hora de ir a nuestras casas.

En casa De Los Kahlo

Samantha llegaba con felicidad, los ánimos hasta el cielo la rodeaban.

—Señora Sofía, ¿Y Ahora qué mosco te pico?, ¿Por qué tan alegrona y saltarina como conejo?

—Samantha Es que fue un día tan bonito y sigo disfrutando de ello.

—Señora Sofía Pues tan así nunca te había visto, te cargas tanta alegría hace años que no te veía tan alegre.

—Samantha Apoco se nota mucha mamá