Una fiesta inesperada.

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Después de que terminara el capítulo anterior, los presentes habían descansado para el día siguiente, dado que era más que obvio que se quedarían aquí por un buen tiempo, habían habitaciones para que pudieran dormir. Nadie paso por alto lo subrealista que era que hubieran cuartos para una cantidad absurda de individuos, pero ya de por sí los dioses no tenían ningún sentido, así que esto no era nada de lo que sorprenderse.

Algunos mostraron su desconfianza al dormir tan cerca de los otros como Lucifer y Azazel, o Cronos y Zeus, pero al final no había nada que pudieran hacer, así que lo aceptaron sin mucha discusión de por medio.

Pero en estos momentos nos enfocamos en un cuarto en específico donde se encontraba el rey del inframundo en su cama, sin camisa y con sus brazos detrás de su cabeza. Estaba tranquilo y parecía que nada estaba fuera de lugar, exceptuando los 2 cuerpos que estaban en sus costados. Se trataban de su esposa Perséfone y de su''amiga'' Amaterasu 

El cómo estaba en esta situación era bastante fácil de responder, en el momento en que él y su esposa habían ingresado a su habitación la diosa sintoísta hizo lo mismo sin que se dieran cuenta hasta que ya habían cerrado la puerta. Lógicamente, Perséfone estaba más que furiosa y quería sacarla a como de lugar, pero lamentablemente la otra diosa era mucho más fuerte que ella en todos los aspectos. Hades manteniendo la calma en todo momento, sabía que era un caso perdido intentar que la mujer se marchara, así que lo acepto y relajo a su esposa, después de todo era solo una noche y nada malo podría pasar. ¿Verdad?

No contó con que Amaterasu podía ser bastante directa con lo que quería, porque le ofreció quitarle su camisa y dormir en la misma cama, algo que enfado a la diosa de la primavera que no podía creer lo bastarda que era la mujer frente a su cara. Sin que nadie lo supiera dentro del cuarto, hubo lo que solo puede describirse como una pelea unilateral que de haber escalado a más, las cosas se hubieran salido de control hasta un punto alarmante. 

A pesar de eso Hades no tenía intención de hacerse el tonto con este asunto, eso era lo peor que se podía hacer en estos casos. Era un ser de gran edad, así que tenía experiencia en varios escenarios como este, por lo que propinándoles un golpe en sus cabezas las hizo callar y les pidió que lo escucharan atentamente. Los dioses no se regían bajo los mismos términos que los mortales, lo que para un humano podía ser cruel e inapropiado, para un dios era de lo más normal del mundo, después de todo ellos existieron mucho antes de que se conociera lo moral.

Con base en eso, sería una completa estupidez ser indiferente con el cariño que se le daba, los sentimientos no eran ningún juego y debían valorarse como que si fueran piedras preciosas.  A él le gustaba la compañía de muy pocas personas porque a su parecer mucho a veces no era bueno, quería verdaderas relaciones que no tuvieran motivos ocultos, que fueran sinceros desde el principio. Trato a las 2 mujeres con el respeto que se merecían, una porque era su esposa y la otra porque era una de sus mejores amigas, así que si ella tenia sentimientos por él no había ninguna razón para tratarla diferente, ya se había dicho que eran seres de edades incalculables, lo que para un ignorante podía ser algo pasajero y sin ningún sentido, para ellos no era así porque desde el primer momento en que formaba una conexión no desaparecía, de hecho se hacía más fuerte con el pasar del tiempo. Además que él también sentía algo por ella. 


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Reaccionando a Hades el rey del inframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora