La serpiente roja.

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La sala estaba en silencio tras ver esa última escena. Muchos estaban confundidos sin entender de que se trataba, pero otros que sí lo sabían optaron por no comentar nada al respecto.

Hades: Esa mujer siempre es molesta, creo que nunca estará conforme con nada.

Perséfone: Es verdad, ya he perdido la cuenta de cuantos problemas nos ha provocado.

Amaterasu: Los griegos son todo un caso, así que no me sorprende— dijo la diosa ganándose una mirada de la reina del inframundo y un bufido del albino.

Perséfone: Y porque sigues aquí, no deberías estar con tu panteón— dijo de forma cortante porque no le agradaba en lo absoluto.

Hades(Suspirando): Aquí vamos otra vez.

Amaterasu: Mis padres y hermanos pueden hacerse cargo, además solo le hago compañía a mi amigo. ¿Qué tiene eso de malo?

La diosa de la primavera no se tragaba para nada ese cuento, sabía perfectamente lo que quería sacar de todo esto y la molestaba en demasía.

Las 2 se miraban con intensidad y la cosa hubiera empeorado de no ser porque Hades las abrazo con sus 2 brazos al estar sentado en medio de ambas. Las diosas se sorprendieron y se avergonzaron por el acto repentino, mirando al responsable que solo sonrió complacido.

Hades: Si se comportan bien, tal vez les prepare sus platillos favoritos.

Sí, tal y como ves, el dios del inframundo Hades podía cocinar. Debido a la insistencia de su hermana Hestia y su deseo de pasar más tiempo con ella.

Estas acciones eran vistas por muchos con las mandíbulas por los suelos, estaban incrédulos. De su esposa podían entenderlo, pero de la otra que solo era su amiga ya era otra cosa. ¿Acaso eran pareja o algo así como para que esta poderosa mujer se doblegara ante él?

Zeus(incrédulo): Esto... Imposible.

Susano miraba a su hermana con una gran sonrisa que le partía la cara, si no se reía abiertamente era porque no quería ser quemado con las llamas infernales de la diosa del sol, no era tan estúpido. Aun así, le parecía irreal lo que estaba pasando porque ni en un millón de años pensaría que alguien como Amaterasu, tan sádica y orgullosa como era obedeciera a alguien más solo por comida.

Hela silbo ante las pelotas que tenía su compañero gobernante, así se hacían las cosas.

Ra cerro los ojos divertido, digno de un rey.

Hermes: Vaya-diría sorprendido junto con Apolo.

Atenea estaba feliz por su tío, de todos los miembros de su familia, Hades era su tío favorito junto con Hestia. Artemisa miraba con una sonrisa no muy común en ella y sus cazadoras extrañamente no reclamaron por nada, parecían normales con todo el asunto.

Hestia, por el contrario, no estaba feliz. Oh no, estaba molesta. Esas 2 le estaban quitando su tiempo sagrado con su hermano, el arte de preparar comida era algo solo de él y ella. Obvio que una de esas era su esposa, pero aun así no lo aprobaba. Su cuerpo irradió una aura fría que intimido a varios, ciertamente no estaba complacida por como su hermano parecía estarla olvidando.

Indra que fumaba su cigarrillo negó, parece que la querida Hestia finalmente quería asentar cabeza.

Deméter miraba con reproche ¿Que acaso nadie notaba como estaba engañando a su querida hija?— pensó con enojo, ignorando como Poseidón la miraba extrañamente.

Pandora que hablaba con su padre Hefesto observo a su señor con una mueca, esas 2 lo estaban incomodando de seguro, tendría que sacarlo y llevárselo a otro lugar.

Reaccionando a Hades el rey del inframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora