Reaccionando a Hades el rey del inframundo

El día que te conocí.

Era un hecho decir que la mayoría de los espectadores estaban sorprendidos por lo visto, una fiesta entre deidades de diferentes panteones no era para nada común de ver. Prueba de ello era el Zeus actual, quien odiaba que se mencionaran a las demás mitologías en su presencia, incluso fue tan lejos como para evitar a toda costa que los semidioses supieran de la existencia de más dioses, haciéndoles creer que el olimpo era el lugar más importante del mundo y con los únicos dioses verdaderos.

Zeus(farfullando): Era necesario.

Hera(con mala cara): ¿Es por tu ego desmedido o por el temor que se vayan a otro panteón?

Poseidón: Un griego siempre griego hermana, no importa qué.

Polifemo: ¿Medusa lo entendió bien, verdad?— le dijo haciendo estremecer al dios marítimo.

Medusa en la sala libero un aura aterradora y muchos voltearon rápidamente la mirada, no querían convertirse en piedra, aunque lastimosamente un romano no contó con la misma suerte y se quedó petrificado para siempre.

Reyna: ¿Lo conocíamos?— les pregunto a sus amigos quienes negaron, alegrándola de sobremanera.

Geir(murmurando): Qué crueles.

Alvitr(con una gota de sudor): Ni siquiera lo conocías Geir.

Leonidas miraba atentamente a Apolo que platicaba con Loki y Hathor. A decir verdad, el tipo era totalmente distinto a lo que pensó en un inicio, literalmente era todo lo contrario a lo que la cultura espartana creía y no sabía como tomárselo.

Sejmet: Ahora que lo veo me hubiese gustado estar en esa fiesta, no siempre puedo relajarme como antes.

Erlik: Yo también, el inframundo turco necesita algunas modificaciones, tal vez mis compañeros me darían una mano.

Ereshkigal: Pero por supuesto, los dioses del inframundo nos ayudamos entre nosotros.

Los dioses del mar se miraron entre si, recriminándose el porqué no eran como ellos. Compartían el mismo dominio, pero ni siquiera se ayudaban para mantener el control de una manera más sencilla.

Elohim y Lucifer se recostaron en sus asientos disfrutando de la sensación de estar con los suyos de nuevo, muchos pensaron que murieron en la última gran guerra, pero eso era mentira, lo mismo puede decirse de la misma guerra que no fue exactamente como se contó. Si bien Dios no era el santo que predicaban los religiosos, demostrado en el viejo testamento, tampoco era un sínico como para pelear en una guerra. Él no era un guerrero, él no peleaba y mucho menos podía morir porque era energía, y la energía nunca muere sino que se transforma.

Lucifer tampoco era un estúpido al querer pelear contra el que llamaban ''todopoderoso''. Él nunca se enfrentó a su padre directamente porque era un suicidio, su padre no peleaba, hasta su apariencia daba a entender que era todo menos un luchador. El anterior lucero de la mañana se enfrentó a su creador mediante tácticas y engaños; sin embargo, perdió junto con sus seguidores. Tras pasar las décadas y los milenios ya lo había superado, ser demonio no era tan malo, después de todo su rebelión dio inicio a una nueva raza, indirectamente creo vida y podía llamarse creador desde cierto punto de vista.

Hades: El pequeño Lucy se ve muy pensativo hoy, me pregunto por qué— hablo con burla ganándose una mirada para nada feliz del mencionado.

Asia(nerviosa): ¿A acaso se c conocen?

Perséfone: Por supuesto que sí, de hecho fue Hades quien lo llevo por el camino del vino, es por eso que le encantan.

Muchos que lograron escucharla no tenían palabras, qué situación tan irreal fue esa.