¿Un Nuevo Amigo?

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Jaime salía temprano como cada mañana desde su casa en dirección a su trabajo, caminaba despreocupado cuando le llama la atención un extraño, alguien que no había visto en el pueblo, vestido con un extraño traje negro, paseaba como observando todo. Jaime se acerca y trata de entablar conversación con aquel misterioso hombre.

—Hola, mi nombre es Jaime, ¿te puedo ayudar en algo? Te noto un poco desorientado.

Natu lo mira y le responde que no, no es necesario. Jaime insiste en ayudarlo, a lo que Natu le responde.

—Te agradezco tu gesto, pero la verdad es que voy en dirección de la ciudad, solo espero el transporte que me llevará hasta ese lugar.

Natu se aleja del lugar en dirección a la ciudad, mientras Jaime mira pensativo a este extraño personaje.

Los medios de transporte consisten en vehículos que no tocan el suelo y son impulsados por energía solar, después del desastre vivido, Natu consiguió hacer que la humanidad comprenda que deben ser conscientes del lugar en que viven. Algunos de estos vehículos pueden viajar a gran altura casi como lo hacen hoy los aviones.

El viaje de Natu fue corto, llegó a la ciudad, aunque no sabía muy bien qué es lo que esperaba encontrar. Su corazón latía rápidamente ante la gran cantidad de personas que encontró en la bulliciosa ciudad. Al poco andar, decide acercarse a una persona que estaba sentada en un parque con tal de obtener un poco de conversación.

—Hola... mi nombre es Natu... soy nuevo en la ciudad y ando en busca de hacer amigos.

El hombre lo miró extrañado por la rapidez y el nerviosismo con el que hablaba Natu.

—Mi nombre es Rafael, y perdón, pero el hacer amigos lleva tiempo, es necesario conocer a una persona antes de considerarla su amigo.

—La verdad —le dice Natu—, es que es la primera vez que trato con desconocidos después de muchos años, vengo de un lugar lejano donde no es cotidiano encontrar tanta gente.

—Muy bien Natu, es verdad, te puedo ofrecer el invitarte a una fiesta que daré en mi casa, ahí tendrás la oportunidad de conocer más personas —el hombre sacó de su bolsillo un papel y lápiz, comenzando a anotar—, aquí está mi dirección, te espero a las ocho, adiós.

Una vez dicho esto, Rafael se alejó del lugar, dejando a Natu hundido en un montón de dudas y recuerdos de su vida anterior a la gran catástrofe.

Natu: La Historia de un InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora