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–¡Por aquí, el príncipe pudo haber llegado a la orilla!

Mark continuó ajustando su visión al sol que golpeaba su rostro, no entendía la situación en la que estaba. La arena se levantó junto a las veloces pisadas de los hombres que lo buscaban, volvió a cerrar sus ojos ante la incomodidad que aquello le causaba, estaba exhausto a pesar de sentir que recién despertaba.

En su mente se repetía una suave melodía. — Príncipe, ¿me escucha? — Volvió a tratar de abrir sus ojos, la silueta de un hombre lo observaba desde arriba, recordó hace un instante...

Se sentó tal Drácula saliendo de su ataúd, miró a los hombres del reino que observaban su actitud extrañados. Por supuesto, volvió a un actuar normal para la situación en un segundo, levantarse tan rápidamente lo llevó a marearse. Cerró otra vez sus ojos, llevó una mano a su rostro y la cerró en puño tratando de calmar la intensa punzada que sintió justo en el centro de su frente.

—Por favor, príncipe, sea cuidadoso. No sabe cuan felices estamos de encontrarlo.— El dueño de la áspera voz colocó en su espalda una colcha de piel, notó en este momento su temblor.

Mientras volvía lentamente a sus sentidos fue recordando lo que había ocurrido la noche anterior. Abrió sus ojos y observó al hombre. — ¿Los demás están bien?

— En cuanto llegaron emprendimos en su búsqueda, se han encargado de informar que gracias a usted toda la tripulación llegó a salvo. —El hombre lo observó enternecido, aún después de casi no sobrevivir estaba preocupado de sus compañeros, el muchacho era por esto mismo muy apreciado en el reino. —El mar lo trajo una vez más, príncipe.

—No... Alguien estaba aquí conmigo...—Trató de recordar el rostro del chico que vió apenas despertó, pero solo tenía la imagen de su silueta en mente.

—Cuando llegamos usted estaba solo...

—No, no, esa persona me trajo aquí, salvó mi vida, puedo jurarlo. Tenía una voz...

—¿Habrá sido una chica? ¿Es por eso la insistencia del príncipe? — ¿Qué hacía ahora? Si insistía en como un chico le había causado tal impresión, el reino le daría la espalda, su familia...

—Sí.

—¡Oh! La reina amará esta noticia, una chica salvó la vida del príncipe y este ahora espera encontrarla tras reconocer sus sentimientos de amor. — ¿De donde sacó tal historia? Mark se sentía en una situación compleja, debía encontrar al chico, pero ahora sus hombres estarían buscando a una chica.

—Bueno, tenía el pelo corto... —Apretó sus labios. —Tenía una voz muy bonita. —El hombre lo miró emocionado.

—Indicaré a los hombres para que busquen en el litoral, ¿tiene alguna otra descripción?

Meditó un momento, su silueta era bastante clara para él, su mente la reproducía como si estuviese observándola nuevamente. Mas, parecía que el sol había estado del lado de aquel chico misterioso, ya que ocultó perfectamente sus rasgos faciales.

—No, tan sólo que podrían haber otras personas necesitando nuestra ayuda, así que por favor ofrezcan la ayuda del palacio e infórmeme incluso de chicos u otras personas...

—Entendido, príncipe.

Durante la conversación le dieron comida y agua. Tras sentirse más estable dos hombres lo ayudaron a levantarse, sujetado por los brazos fue llevado a un ritmo lento hasta el carruaje, dando pequeños pasos sentía sus músculos adoloridos del intenso ejercicio realizado ayer. Enseguida fue llevado al castillo, en su camino fue tarareando la melodía de su recuerdo, como si pudiera olvidarla.

Dive into you [Mahae/Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora