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Tras tener tanto a Jisung como Renjun de cómplices sintió como un peso se liberaba de la situación que vivió. Ahora iría dónde su padre, a pesar de todo, intentaría llevar una conversación con él.

En el camino, tanto Jisung como Renjun iban bastante cerca, Haechan siempre notó el interés que tenían el uno por el otro, más bien, casi todos en el reino. Sin pensarlo más, decidió molestar a su mejor amigo.

Haechan rodeó a Jisung con su brazo, cruzando desde su hombro izquierdo a derecho, interponiendose entre el roce constante que llevaba con Renjun. Rápidamente la expresión de ambos cambió, dejó salir una leve risa, le pareció tierno.

— Habia olvidado contarte, Ji. ¿Sabes quién me preguntó por ti el otro día?

Ahora tenía la atención de ambos sobre él, solo quería poner algo molesto a Renjun, quién tan solo escuchar que alguien estaba interesado en su amado arrugó su frente uniendo ambas cejas sin despegar su mirada, completamente atento a lo que tenía que decir Haechan.

Jisung realizó un sonido de duda, no era la persona más extrovertida. En realidad, se llevaba mejor con señoras de la tercera edad, quienes además de verlo tierno, siempre recibían de su ayuda. Tal como ocurría con humanos, tras tener edades más avanzadas ciertas actividades se volvían más complicadas. Con ello, si requerían algo, Jisung jamás se negaba —Mmm, ¿la señora Yoona?, le prometí que movería sus corales para redecorar su casa.

Haechan soltó una risa tan estruendosa que Jisung se tapó el rostro avergonzado. —¿Qué..?— Renjun sonrió suavemente debido a la tierna respuesta del menor, acarició su cabello mientras Haechan se trataba de calmar.

—No, no la señora Yoona, sino su hija. Al parecer ha puesto sus ojos en ti.— Subió sus cejas arriba y abajo de manera sugestiva, notando por su visión periférica lo tenso que se había puesto Renjun.

La hija de la señora Yoona era una de las sirenas más lindas del reino, tal como su madre lo había sido en su juventud. Lamentablemente para los interesados en la linda chica, ella por su parte no parecía interesada en nadie, excepto que para algunos no se mostraba reacia a interactuar con el tritón peliazul.

Aunque, nuevamente, su interés no era romántico, esto Haechan lo sabía. Jisung era un chico muy educado que nunca intentó nada con la hija de la señora, por lo que naturalmente ella se sentía cómoda con él. Pero claramente esto Renjun no lo pensó, sólo desvío su mirada que denotaba su molestia, no quería que sus amigos lo notaran.

Jisung nervioso miró fugaz a Renjun, quien ahora miraba a un punto en la nada misma, tras las palabras de Haechan los tres habían detenido su andar.

—No... no creo sea eso, quizá quería consultarme si iré...

—¿Hm? ¿No te parece una linda chica? Ambos tienen la misma edad y es muy agradable. — Tras estás palabras notó como Renjun apretaba sus puños, Haechan sonrió, le encantaba sacarlo un poco de sus casillas.

—¡No! Digo, ¡Si! Quiero decir... —Jisung se había puesto nervioso, no le gustaba la chica, era muy linda, sí, era innegable, pero quién le gustaba estaba a su costado ahora mismo. Suspiró y dió respuesta a su amigo, ya sabía que lo hacía por jugar con él.

—Es una linda chica, pero... —Miró al chico a su lado —Me gusta alguien más.

Casi instantáneamente, Renjun se giró, Jisung desvío su mirada hacia Haechan, quien sostenía una sonrisa socarrona en su rostro acaramelado. Esperaba que en algún punto alguno diera el primer paso, no insistiría a Jisung por quién era esa persona, pero esperaba que ahora Renjun sintiese que debe poner manos a la obra.

—En realidad si me habló para saber si irías a ayudar su madre, así que tranquilo, Ji, le dije que te avisaría. —Terminó su pequeño juego con aquellas palabras.

Dive into you [Mahae/Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora