Pov. Sanji
Me levanté temprano para ir a mi tan amado lugar donde trabajo, el cual había abierto recientemente.
Queria practicar una nueva receta de otras tierras que me mostró Luffy.
Él es mi más grande amigo, es un alma libre en busca de aventuras, literalmente no se puede quedar en un solo lugar más de una o dos semanas.
Bueno, resulta que volvió ayer y apenas nos encontramos me dió un papelito, en el cual se hallaba escrita una receta que nunca antes en mi vida había visto o escuchado hablar de ella.
Me dijo que era un plato típico de la última tierra que había visitado y que pidió que le escribieran la receta para mí, lo cual lo encuentro muy amable de su parte.
Ahora, la situación actual es yo llegando al restaurante, viendo como un individuo mira fijamente la entrada.
De cierto modo era aterrador, quiero decir, ¿cuántas veces te has encontrado a alguien desconocido mirando fijamente el lugar donde trabajas muy temprano en la mañana? No suele pasar, cierto?
Traté de esperar a que se fuera, pero después de estar 15 minutos ahí parado mi paciencia se esfumó y caminé hacia él.
– ¿Disculpa? – Apenas alcé la voz pude ver cómo el otro se espantó, lo cual me pareció un tanto gracioso
– AHH! – él reaccionó un poco tarde, yo solo intenté retener una risa, quizás sea un lunático.
Ví cómo el de cabellera negra se daba la vuelta para mirarme, pareciera como si se hubiera congelado mientras me observaba de una manera muy fija, al principio fue incómodo pero después de unos segundos mi vista se quedó pegada en él.
tenía unos ojos negros como el vacío, su piel era de un tono moreno clarito, llevaba un sombrero, se veía tonificado, con facciones masculinas, su rostro parecía cansado e incluso podía ver unas ojeras, pero lo que más resaltaban eran unas muy lindas pecas adornando sus mejillas con un poco de su nariz.
Durante unos instantes su cara me pareció familiar, me quedé pensando mientras le miraba, pero rápidamente negué con la cabeza y me deshice de aquella idea tonta.
Aquel pelinegro parecía no querer despegar sus ojos de mí – Hola..? – hablé intentando llamar su atención pero logré totalmente lo opuesto, ahora él estaba con la boca un poco abierta mirándome embobado, de verdad soy tan lindo?
Ya cansado de la situación le sacudí los hombros para que saliera de una vez por todas de las nubes, él se sobresaltó.
– ..Ehm- – lo rompí? – Sí..? – ah no, sigue bien, note un tono avergonzado en la respuesta, definitivamente puedo adivinar porqué.
– Nada, es solo que necesito entrar al restaurante y tú estás en medio, me harías el favor de dejarme pasar? – Me dispuse a hablar antes de que él se volviera a quedar mirándome fijamente.
No lo logré, él de igual forma se me quedó viendo, Santo cielo, por qué no puedo causar este efecto con mujeres?, suspiré.
Puse la mano en su hombro - Oye, estás bien?, llevas mirándome como bobo mucho tiempo - le dije intentando sacarlo de sus pensamientos, sin embargo, veo como se desmaya.
Mierda ahora sí lo rompí..
Me asusté e intenté sujetar su cuerpo inconsciente, era pesado pero aún así tenía fuerza suficiente para sostenerlo mientras abría el restaurante rápidamente.
Me adentré al lugar con el desmayado pelinegro y lo recosté en un sillón cerca de la cocina, le toque la frente para ver si tenía fiebre o algo así y no, no tenía nada. Suspiré aliviado pero aún un poco preocupado
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ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏso̽ ᴇɴᴍᴀsᴄᴀʀᴀᴅo̽ ╎ AᴄᴇSᴀɴ ⭒♕
FanfictionGol D. Ace El principe de Grand Line tuvo una buena crianza, sin embargo, al serle concedido todo lo que deseara, provocó que desde una muy temprana edad se convirtiera en un chico algo caprichoso, sin embargo, a medida que iba creciendo, lo lograba...