Pov Ace.
Desperté al escuchar mucho alboroto, parece ser que me volví a dormir, tengo que hacer algo con ese mal hábito o probablemente terminará acabando con mi vida.Por alguna razón una especie de manta o mantel, no sé lo que era exactamente, me cubría por completo.
Apenas me quité aquella tela de la cara ví como el rubio que parecía caído del cielo discutía con un tipo bastante grande, después de unos segundos ambos me miraron directamente.
– Hasta que al fin despiertas – habló aquel sujeto que hace unos segundos estaba discutiendo con él.
– Eh...? – no podía evitar estar un tanto confundido, luego recordé que me encontraba en el restaurante de ayer, quizás era algún compañero de aquel rubio, recuerdo todo lo que sucedió antes que volviera a dormir, pero por alguna razón no recuerdo el nombre del ojiazul, quiero decir, recuerdo que me lo dijo, pero es un recuerdo algo borroso.
– Quién diablos eres?, qué haces durmiendo en el sofá? Tienes oro para pagar tu siesta? – Muchas preguntas por parte del sujeto bombardearon mi cabeza, espera.. oro? Claro que tengo... Ah no, no tengo, se me olvidó traer en la mañana, todo por culpa de esos molestos pensamientos raros.
– Ehh.. claro que tengo oro, pero justamente ahora no tengo nada encima, verás... Lo que sucede es qué.. – no me dejó terminar de hablar y me empujó hacia la salida.
– Si no tienes oro entonces no vale la pena ni saber tu nombre. – y así amigos, fue como me sacaron del restaurante...
– Qué diablos haces con el vagabundo Patty?! No te da pena?- vaya, es una curiosa forma de defenderme. – Si quieres oro yo puedo pagar por él, pero dejalo tranquilo al pobre, no ves que no tiene un hogar donde volver? – Joder, que conmovedor, me llegó al alma.
Decidí guardar silencio ante los comentarios del rubio, a fin de cuentas me estaba ayudando... o algo así, parece más una humillación la verdad.
– Me importa un carajo que sea vagabundo o no, si no tiene oro no es bienvenido acá – parece que el plan para ayudarme del ojiazul estaba fracasando.
Observé cómo el rubio suspiraba un poco frustrado – Ya lo dije antes, yo puedo pagar lo que sea por él, no tienes porqué echarlo, imbécil – me sobresalté un poco al sentir como el rubio jaló de mi muñeca para guiarme hacia unas escaleras, espera.. dijo que podría pagar lo que sea por mí? Escuché bien?
Iba a abrir la boca pero su agarre en mi muñeca se intensificó un poco, llamando toda mi atención.
La mano del ojiazul estaba congelada, tanto asi que sentí un pequeño escalofrío, cómo era posible que alguien tuviera las manos tan frías?
Luego escuché como aquel sujeto de nombre "Patty" gritaba; - Si llega a estorbar, no dudaré en darles una paliza a los dos y sacarlo del restaurante, estás advertido!- Bueno.. al menos puedo estar más tiempo con el rubio.
-Lo que tú digas, idiota!- Le respondió el rubio de la misma manera aún con su agarre en mi muñeca.
Subimos escaleras arriba en completo silencio hasta que decidí hablar - ¿Qué fue lo que sucedió? Por qué estaban discutiendo? Me hubiera gustado poder haber dormido un poco más.. - me talle los ojos con la mano que tenía libre, aún seguía algo cansado.
-Bueno, verás querido pecoso, lo que pasó fue que el tipo grande ese, llegó al restaurante 5 minutos después de que te pusieras a dormir cómo una roca, yo intenté ocultar tu cuerpo inconsciente con un mantel, pero gracias a tus fuertes ronquidos de perro, igualmente se enteró que habia alguien durmiendo en el sofá, por lo que me reclamó y comenzamos a discutir, después despertaste y ya sabes lo demás-
ESTÁS LEYENDO
ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏso̽ ᴇɴᴍᴀsᴄᴀʀᴀᴅo̽ ╎ AᴄᴇSᴀɴ ⭒♕
FanficGol D. Ace El principe de Grand Line tuvo una buena crianza, sin embargo, al serle concedido todo lo que deseara, provocó que desde una muy temprana edad se convirtiera en un chico algo caprichoso, sin embargo, a medida que iba creciendo, lo lograba...