CAPÍTULO IV

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Unas semanas después, Han y Minho seguían viéndose... Y por mucho que ambos quieran verse todos los días, no era posible. Y hoy era uno de los días que no se veían. Minho estaba en su oficina, revisando algunos mensajes que tenía en su bandeja de entrada cuando, sobresaltándolo, su teléfono empezó a sonar y su pantalla se encendió, dejando a la vista el nombre de quien le llamaba. Han Seung-ah. Y Minho no sabía que las alarmas en el fondo de su cabeza podían encenderse tan rápido hasta ese momento. Pulsó el botón verde y se acercó el aparato al oído.

- Hola - Dijo Minho, rezando internamente para que la conversación no fuera la que estaba pensando. -

- Hola, Minho. Soy Han Seung-ah. - Dijo la mujer, educadamente. -

- Sí, lo sé... ¿Qué le ocurre? Estoy ocupado, así que le agradecería si me dice rápidamente lo que tiene en mente. -

- Vale... Me gustaría saber cómo va el trabajo que te encargué. -

Mierda... ¿Que cómo va? Pues muy bien... Si estar enamorándose es bueno, pues increíble.

- Está... en proceso. Estoy tardando un poco más, pero va bien. Ahora, si me disculpa, debo seguir trabajando. Buenas tardes. -

- Pues espero que tarde poco... Porque, de lo contrario, lo haré yo misma. Y eso no será agradable de ver. Buenas tardes, Lee Minho. - Y colgó. -

Doble mierda... ¿Acaba de amenazarme? ¿Con Jisung? Joder.

Y una semana después, mientras Minho seguía teniendo su debate mental, Jisung estaba en un bar, con sus amigos y su equipo, celebrando la reciente victoria de Felix.

La pobre ardilla estaba tan borracha que ni siquiera se dio cuenta del chico que estaba a su lado, intentando echarle quién sabe qué a su bebida. Y pobrecito, porque Changbin lo pilló con las manos en la masa... Primer spoiler: Seo casi acaba con cargos de asesinato. Segundo spoiler: cierto pollo, quien también estaba borracho, se encontró observando al omega con admiración (y algo más, aunque está desvariando demasiado para darse cuenta).

Y tras ese incidente, Bang Chan, el único que estaba sobrio, acabó llevando a todos los demás a sus hogares. Quién diría que, la resaca que tendrían al despertar, sería la peor de sus vidas, y tal vez, la última del grupo entero.

5:36 A.M DEL DÍA 7 DE NOVIEMBRE

- Ya te tengo... Veamos si tienes la misma suerte que la última vez... Esta vez no te escaparás.-

Y un par de horas después, Minho, quien lleva días sin poder dormir, recibió lo único que nunca quiso. Un mensaje.

- Veo que no te tomaste en serio mi advertencia... No me queda otra que hacerlo a mi manera.- Venía con una foto adjunta. En la foto vió su peor pesadilla. Era Han encadenado a una silla, y Minho da las gracias a Dios, ya que el menor le había avisado de que bebería y que, probablememte, se durmiera en el camino a casa (le había prometido que Chan le llevaría de vuelta). Sabiendo eso, tiene la certeza de que no lo han envenenado o algo por el estilo para atraparle.-

Justo debajo de este mensaje, se encontraba una ubicación, la cual mandó a Chan, preguntándole si la reconocía. Y sus sospechas eran ciertas. Era el sitio al que Jisung solía llamar hogar. Cuando le explicó la situación a Chan, este no tardó en llegar a su casa para ir ambos hacia su destino.

Ahora mismo, ambos amigos se encontraban dentro del coche aparcado a unos diez metros de la entrada de la casa, debatiendo si deberían entrar ambos o solo entrar Minho.

{*MURDERER*} Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora