Martin
No tenía intención de salir de la habitación hasta que Alvaro saliera de la ducha y ahora me iba a pensar lo de ir a cenar con ellos. Así que para pasar tiempo me dediqué a deshacer las maletas, que aún tenía un rato largo de faena. Un rato después escuché a Alvaro salir de la ducha y saludar a Juanjo con mucho entusiasmo y para sorpresa mía escuche que Juanjo le contestaba con la misma efusión. Volvió a sonar el timbre y empecé a escuchar también a una chica, pronto llamaron a la puerta de mi habitación y al abrir me encontré a un Alvaro muy feliz.
-Mira Martin esta es mi mejor amiga Bea, Bea este es Martin mi nuevo compañero de habitación.
-Encantado-dije amablemente, Bea tenía pinta de ser mucho más amigable que ese Juanjo el cuál por cierto aún no se había movido del sofá.
-¿Estás ya preparado para la cena?-me preguntó Alvaro
-¿Ah que también va a venir a cenar?-interrumpió Juanjo desde el sofá. Mi cara era un cuadro.
-Pues claro que sí-soltó rápidamente Bea-Tenemos que conocer al nuevo compañero de Alvaro y que él nos conozca a nosotros, porque ya te digo yo Martin que nos verás mas de lo que te imaginas por esta habitación.
Ah genial, que ahora lo tendré que soportar de continuo y en mi habitación.
-Pues espabilar que si no nos vamos a quedar sin sitio-dijo Juanjo mientras se levantaba y se dirigía hacia la puerta.
-Por cierto Juanjo, ¿al final Paul vendrá esta noche?
-Ayyy Alvarito,¿y por qué tanto entusiasmo en saberlo?
-No por nada-contestó mientras se giraba hacia mí y ponía cara de no saber nada del tema.
Bajamos hacia un bar a cenar o como ellos prefieren llamarlo el kebab de confianza. Obviamente ellos tres iban delante charlando y yo detrás, Alvaro intentaba incluirme en la conversación, pero yo no ponía nada de mi parte, no me apetecía hablar con Juanjo después de ver que no le caigo nada bien.
Cuando cada uno ya tenía su kebab empezó la ronda de preguntas y parece que todas iban para mí.
-Bueno Martin, ¿de dónde eres?
-De Getxo, un pueblo de Bizkaia, está en la costa y es muy bonito.
-Alaa tío es del norte, ojalá yo-dijo Bea
-Estáis invitados, cuando vengáis yo os puedo hacer un tour.
-¿Qué has venido a estudiar?-Sorprendentemente fue Juanjo el que dijo eso y no parecía que le interesase mucho la conversación.
-Arte dramático-dije para ser amable.
-A vale menos mal-contestó de vuelta.
-¿Por qué dices eso?-no entendía este tipo de contestaciones tan desagradables.
-Porque ahora sé que no me voy a cruzar contigo por la facultad.-Tengo claro que no le voy a dirigir la palabra en todos los años que me quedan aquí. Ese tipo de contestaciones duelen.
Después de esa desagradable intervención por parte de Juanjo la cena continuó pero solo hablaban Bea y Alvaro. Yo no estaba muy a gusto y Juanjo se puede decir que prefería mirar el polvo del suelo antes que a nosotros.
De vuelta a la habitación nos encontramos con una fiesta de bienvenida a los de 1º el jardín de la resi y como yo era nuevo Alvaro y Bea me obligaron a quedarme un rato, para sorpresa de todos Juanjo también se quedó con nosotros. Al poco rato llegó Paul y Alvaro no se despegó de él. Ya iba por el quinto cubata cuando al volver de la barra estos dos ya no estaban con nosotros, solo quedábamos Bea, Juanjo y yo. Genial.
Me estaba empezando a dar vueltas la cabeza y le dije a Bea que me iba a la habitación, ella me dijo que se tenía que esperar a que pasara el primer bus de las 6 para irse a su piso así que la invite al mío, la conocía de un día pero era amiga de Alvaro y me había caído muy bien. Juanjo nos seguía por detrás sin decir nada, en cambio Bea y yo no parábamos de reírnos por todo, llegamos a la primera planta y nos despedimos de Juanjo entre risas. Nada más llegar a la habitación Bea se tumbó en el sofá y no volvió a levantar cabeza hasta la mañana siguiente, en cambio, yo mientras me estaba quitando la ropa como podía porque no veía casi nada escuche que alguien llamaba a la puerta, no me paré a pensar que alomejor no era muy adecuado abrir sin camiseta y en calzoncillos y que tampoco eran horas y que podía ser cualquier persona desconocida, pero yo creía firmemente que era Alvaro que se había olvidado la tarjeta.
-Hola.
-Tu no eres Alvaro.-dije intentando enfocar bien quién era.
-Si, ya lo sé.-contestó.
-Ya lo veo ya.¿Y qué se supone que haces aquí Juanjo si te caigo tan mal?-él se fijó en que solo llevaba unos calzoncillos y me dio una gran repasada, me sentí muy observada.
-Verás es que me he olvidado la tarjeta de mi habitación y pues venía a dormir aquí.
-¿Y por qué te tendría que dejar pasar?¿Si tu no has parado de decirme malas palabras e ignorarme?-Muy bien Martin, bien dicho.
-Si bueno, por eso lo siento-tendrá cara.
-Las cosas no solo se solucionan con un simple lo siento.-dije todo serio.
-Ya pero ahora no puedo hacer nada más y no creo que me vayas a dejar durmiendo en la calle.
-No es una mala idea la verdad.-no le iba a dejar en la calle, no soy tan malo.
-Hago lo que quieras, pero déjame dormir en tu sofá por favor.- se le veía apurado la verdad.
-Puedes pasar con la condición de que mañana traigas churros para almorzar, como me apetecen unos churros sí, es lo que más me apetece en el mundo ahora.
Y le dejé pasar hacia el sofá, mientras iba a buscar agua vi como se quitaba los zapatos y se acercaba hacia mi.
-¿Me puedes dar un poco?
Directamente le di mi vaso, no iba a beber más y si ensuciaba otro mañana lo tendría que fregar. Entonces se empezó a escuchar ruido en la puerta y aparecieron Paul y Alvaro que en cuanto nos vieron se separaron completamente. Alvaro le dio un beso en la cabeza a Bea cuando paso por el lado del sofá y vinieron hacia nosotros.
-Bueno Martin ¿cómo te ha ido la primera fiesta de la resi?
-Bien pero estoy cansado y me voy ya a dormir-entonces me giré hacia Juanjo-¿quieres una manta?
-Si no te importa-así que fui a mi habitación y saqué una manta para él y otra para Bea.
-Buenas noches.- y me fui a la cama.
A la mañana siguiente y abrir la puerta de la habitación me encuentro a Bea almorzando churros con chocolate y detrás suyo hay un chico preparando algo en la cocina, Juanjo.
-Buenos días-dije para que vieran que ya me había despertado.
-Buenos días Martin-dijo Bea entusiasmada.
-¿Y estos churros?-pregunté extrañado.
-Los ha comprado Juanjo, cuando me he despertado ya estaban encima de la mesa, me ha dicho que puedo comer unos pocos, pero que te tenía que guardar para tí-yo me giré sorprendido hacia Juanjo, él me estaba mirando de reojo. Se había acordado.
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Tu jotero y yo bohemio
RomanceMartin se muda a Barcelona para empezar el primer año de Arte Dramático. En la residencia conoce a su compañero de habitación, Álvaro, y con él a su grupo de amigos en el que se encuentran personas con las que se lleva muy bien y otras como Juanjo a...