Faltaban unas horas para que el Torneo iniciara, saliste unos momentos a tomar aire y después regresar a tu habitación, pusiste tus dos maños sobre tu mesa y comenzaste a liberar tu mente por un rato.En un momento de concentración sentiste las manos de Fujin rodeando tu cadera suavemente.
Fujin: Parece que no te asusté.—
— Como no te escuché entrar?.—preguntaste sonriendo
Fujin: El viento es silencioso, verdad?
— Para nada me asustaste, se nota que nunca lo haces.—reíste
Fujin: Será después, Raiden quiere hablar contigo.—dijo sonriendo tranquilamente.
— Entonces.. te veo en un rato más?.—te acercaste a él.
Fujin: Si pero.. hay algo que acordamos.—
— Dime, qué es?.—preguntaste
Fujin: No podré estar en el torneo, perdóname __.—habló desanimado a lo cual tardaste en hablar.—Debo cuidar el templo en ausencia de algunos monjes que lo hacían.—
— me despejaba un poco para despreocuparme y solo recibo noticias... no agradables.—
Fujin: No me esperaba esto, Raiden dijo que habría que vigilar mientras los monjes estaban en otro asunto.—Ese es mi trabajo.
— Bien, supongo que te veré después.—agachaste tu cabeza lentamente.
Fujin: Pero.. también quería hablar contigo.—se acercó más a ti.—Tal vez te conocí entrenando, y de alguna forma no pude resistirme a tal sentimiento. No quisiera separarme más de ti, no entiendo la conexión que veo en ti conmigo. He pasado eones protegiendo la tierra y solo puedo decir que contigo fue diferente.—
Demoraste en responder por lo que estabas sorprendida al ver esa versión de Fujin que creías imposible al ser un dios.
— Yo también Te amo.—reprimiste tus lagrimas al escuchar esas palabras.
Fujin: Quiero que el tiempo nos encuentre juntos siempre.—Fujin tomó tus manos.—Puedo ser quien esté a tu lado.?—preguntó
— Ni siquiera necesitas una respuesta Fujin.—sonreíste con una felicidad inexplicable.
Fujin: Tomaré eso como un sí.—se acercó aún
más a ti.Raiden: Interrumpo algo?.—Supuse que Fujin te había dicho que no nos podría acompañar __.
— No Lord Raiden, perdón por distraerme.—hablaste apenada.
Raiden: Está bien.—se acercó a Fujin poniendo su mano en su hombro.—Solo no olvides tu lugar ni tu trabajo.
Fujin: Gracias Raiden, no lo haré.—sonrió
Raiden: Nos vemos en 2 horas.—volteó a mirarme para después retirarse.
Fujin: Vamos a caminar?—te ofreció su brazo a lo cual asentiste.