🔸Capítulo 1.- Oscuridad

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Era una noche fría y oscura en la gran casona, por fuera parecía ser un lugar tranquilo, la luna dando su luz, las hermosas estrellas dando un gran espectáculo en el cielo. Todo era silencio en el lugar, los guardias protegiendo la casa, y los demás durmiendo plácidamente.

Detrás de una gran puerta, pesada y de madera, se encontraba una gran escalera qué bajaba a lo más profundo de la casona. Era el calabozo, ni siquiera llegaba ni un rayo de luz de la luna al lugar, con suerte un poco de luz que provenía de una rejilla pequeña que tenia barrotes gruesos.
Allí se encontraban personas llorando del dolor y hambre, jóvenes de no más de 15 años que su destino era la esclavitud para conseguir el oro de las tierras, todos con sus cuerpos esqueléticos y sin una llama de esperanza en los ojos.
En medio de todas estas celdas, se encontraba un niño en particular, tenía una cola y orejas de elfo, era inusual. Parecía ser de otro mundo, sangre goteaba de su cuerpo esquelético, pero algo inusual era que el pequeño no lloraba, sus ojos se veían apagados sin ningún tipo de brillo mirando el suelo, se encontraba allí tirado en el suelo sucio y húmedo.

- T-chili, por favor trata de comer algo, no haz tocado tu plato en todo el día... - se escucho de su compañero de al lado, estaba preocupado por la salud del pequeño.

- No tengo hambre... Usted es más grande, debe comer más. - T-chili ni siquiera lo observaba, con un golpecito con su cola empujó el plato para que el hombre comiera. El plato no tenía más que sobras de pollo y un pan duro que apenas era comible.

- T-chili...

No hubo respuesta, la conversación había acabado, el hombre no podía hacer nada más. No iba a poder obligar al chico a comer si no quería, con tristeza y culpa comenzó a comer del plato, puede que se preocupe por el chico, pero el igual tenía una gran hambre que quería satisfacer.

Se escucho el ruido de una puerta abrirse, a lo lejos de veía un guardia con una antorcha, iba a buscar los platos.

- Quiero que todos dejen los platos fuera de la celda, el que no obedezca será castigado. - dijo el guardia mientras se acercaba a cada una de las celdas.

El hombre por la desesperación termino de comer lo más rápido que pudo, dejo su plato fuera de la celda y con desespecion metió y brazo entre los barrotes para poner el plato qué le dio T-chili fuera de la celda de este. Lamentablemente no lo logro, su brazo estaba muy débil como para estirarlo tanto y no podía moverlo bien por el peso del plato. El guardia llego a la celda de T-chili, y vio al hombre tratando de dejar el plato afuera. Una de las reglas del lugar es que nadie podía tener un segundo plato, y como no dejo el plato afuera, sería un castigo doble.

- ESPERE!! POR FAVOR NO!! NO DE NUEVO!! - gritaba el hombre con desesperación mientras el guardia abría la celda para sacarlo y castigarlo en frente de todos.

- Espere... - se escucho en la celda de al lado. - Fue mi culpa... No lo castigue, castigueme a mi.

El guardia volteo y vio los ojos apagados del chico, parecía un fantasma. Lo veía fijamente como si fuera a chuparle el alma. El guardia volteo a ver al hombre.

- Eso es cierto? - dijo mirando al hombre fijamente, a causa de la desesperación no demoro ni 3 segundos en decir que si. El guardia soltó bruscamente al hombre, cerro la celda y abrío la de T-chili, lo agarro fuertemente y lo saco de la celda bruscamente.

Después de esto, se escucharon unos fuertes latigazos y gritos de dolor, nadie de las celdas volteaba a ver, incluso se tapaban los oídos para no escuchar. El hombre de la celda lloraba desconsoladamente el silencio y tapándose los oídos, la culpa lo destrozaba por dentro, era doloroso de ver y escuchar.

Después de una media hora los latigazos cesaron.

- Eso les pasara a ustedes si no siguen los mandados! - grito firme el guardia, después de un rato se escucho como se abría la celda de al lado y como el guardia tiraba fuertemente a T-chili al suelo. - Espero que eso te enseñe a no desobedecer. - dijo el guardia para después cerrar la puerta de la celda e irse, después de un rato de escucho como la gran puerta de madera se cerraba.

- T-chili por favor perdoname yo no quería que esto pasara por favor perdoname... - decía el hombre entre llantos y lamentos.

- Esta bien... Lo importante es que usted está bien... - dijo T-chili para después quedarse dormido.

...

Fuera de la gran puerta, el guardia se dirigía a la cocina de la casona para dejar los platos, tenía que pasar por un gran pasillo de habitaciónes, en una de ellas se abrió la puerta, un niño se asomo, su apariencia era de un niño de unos 10 u 12 años, miraba curioso al guardia.

- Señor, disculpe... - dijo el niño mientras seguía al guardia a paso rápido.

- Señor España... Que hace despierto a esta hora de la noche?

- Oh, es que los ruidos detrás de esa gran puerta me despertaron y... Dígame, qué hay detrás? - dijo mirándolo con curiosidad.

- allí está el calabozo, lamento haberlo despertado su alteza, no volverá a ocurrir, vuelva a dormir. Que tenga una buena noche. - dijo el guardia retirandose.

- Con que allí está el calabozo... - dijo España para si mismo. Para después entrar a su habitación y cerrar la puerta, tenía un plan en mente.

...

Hola!! Como estan? Aquí esta el primer capítulo de esta historia, qué les pareció? Espero que les este gustando, qué tengan buena noche!!

Pd: Zancudos culiaos qué no me dejan dormir, que se extingan esas madres.

-cuarsostudio ❤️🌸

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