🔸Capítulo 2.- ¿Quien Eres?

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Dentro de una habitación, se encontraba España escribiendo en su diario, era uno muy especial, donde escribía sus pensamientos y los sueños que tenia para cumplir en el futuro, pero ahora estaba esperando a que su padre se fuera a los territorios de las otras colonias. Unos golpes leves se escucharon fuera de la puerta.

- Pase! - en cuanto el permiso se escucho, se abrió la puerta dejando ver a su padre, Imperio Español.

- España, qué estás haciendo? - pregunto el hombre

- Solo estaba escribiendo, ya terminaron el cargamento?

- Si, ya estamos por partir.. Estas seguro de que no quieres venir con nosotros? - dijo mientras le daba palmaditas en el hombro en señal de cariño.

- Estoy seguro - dijo con una sonrisa.

- Bueno, recuerda que todos aquí están a tu servicio, recuerda tus estudios matutinos. Nos vemos en unas semanas. - dijo para después darle unas palmaditas en la cabeza y retirarse de la habitación.

En la tarde de ese mismo día, España estaba despidiendo a su padre en el puerto, habían unos 3 barcos llenos de personas. España y su padre se dieron un abrazo y con eso los barcos partieron, con unos minutos de ida los barcos se veían muy lejanos en el gran océano pacífico.

- Señor España, ya es tarde. El amo Imperio me ordenó qué usted debe estar adentro antes del anochecer, la cena esta lista. - dijo la sirvienta personal de España.

- Oh, si. Voy en un segundo.. - dijo España observando el bello atardecer.

Después de unos minutos, se adentraron a la casona. Los sirvientes saludaban a España de una manera amable, España se sabía el nombre de cada uno, y cada que lo saludaban los llamaba por su nombre en señal de saludo.
Después de un rato, España se sentó en una larga y solitaria mesa, cuando su padre se iba a los otros territorios, desayunaba, almorzaba y cenaba solo, ya que todos los sirvientes y los guardias comían en lugares diferentes, entonces siempre iba a comer solo sin ningún tipo de compañía.

- Señor España, aquí esta su cena. - dijo la sirvienta mientras le servía su comida, dejaba los cubiertos perfectamente ordenados en la mesa, y dejaba una canasta de pan para que España lo acompañe con su cena. - buen provecho mi señor. - dijo para después retirarse.

España se quedo mirando su plato, era un plato de sopa común y corriente, pero España se quedaría observándolo por horas para calmar el aburrimiento, ver como las verduras flotaban en el caldo hacía qué se entretenga. No había nadie de su edad en la casona, o al menos con su apariencia y pensamientos de niño pequeño, siempre estaba solo, los sirvientes lo saludaban por respeto, pero no porque quisieran ser amigos de España. El lo único que hacía era estudiar en el tiempo estimado, jugar solo, comer y dormir cuando su padre le ordene, era una vida algo triste y solitaria qué odiaba vivir.

Pero mientras observaba el plato, una chispa se prendió en su cabeza, entonces agarro el plato de sopa, la canasta y se levantó de la mesa. Directo a la gran puerta de madera, los guardias no estaban cuidando la puerta porque era su momento de cenar, y como el amo no estaba, podían estar más relajados con sus labores.

Le tomo un tiempo lograr abrir la pesada puerta, cuando lo logro demoro otro rato en cerrarla, y bajo por la gran escalera, llevaba una antorcha consigo, la puso en un lugar donde pudiera llegar luz en todo en lugar y se adentro, allí quedo pasmado al ver a todas las personas tratando de esconderse pensando que España era un guardia, pero se tranquilizó, en la canasta había suficiente pan fresco para todos, así que se sintió más tranquilo.

- Tranquilos! No les haré daño.. Traje algo de pan para ustedes! - dijo con una sonrisa amable mientras se acercaba a cada celda y metía un pan en las rejillas.

Siguió así hasta que llego a una celda en particular, allí vio a un chico en particular, tenía una cola qué lo representaba bastante, parecía tener su edad. Pero se asustó mucho al ver su espalda, tenía cicatrices de latigazos, algunas heridas estaban abiertas, era triste de ver, y ni siquiera se movía de su lugar, estaba sentado en un rincón mirándolo fijamente.

- hola! Soy España.. Estas bien? Como te llamas? - dijo con una sonrisa amable y preocupada, mientras esperaba alguna respuesta.

Al principio T-chili lo veía con una gran desconfianza, pero después su mirada se suavizó y trato de decir algunas palabras en español. Era bastante malo porque apenas estaba aprendiendo.

- m.. Mi.. Nombr..e..es T-chili - trato de decir de la mejor manera mientras lo miraba fijamente.

- T-chili? Vaya... Con que ese es tu nombre... Me entiendes?

- S..si - T-chili entendía perfectamente el español, pero le era muy difícil pronunciarlo.

- mira! Te traje algo de sopa y pan... Todo está fresco! - dijo mientras metía el plato de sopa y pan dentro de la celda.

- A.. A el también le.. Darás? - pregunto mientras le indicaba la celda de al lado.

- Si! Aquí tengo más pan! - como la celda de al lado era la última, y en la canasta habían dos panes, metió los panes dentro de la celda para que el hombre comiera. - espero les guste.

España veía como T-chili comía, vio su cuerpo demacrado y lleno de heridas mientras lo veía más fijamente, tenía que hacer algo más por el.

- Y... Que te parece la comida?

- E..sta rica.. G..racias.. - dijo mientras seguía comiendo.

- de nada... Oye.. Te gustaría ser mi amigo? - pregunto España algo tímido, le costaba hacer nuevas amistades.

T-chili primero lo observó con algo de desconfianza, pero en el chico no se veía nada de maldad, entonces asintió con la cabeza en señal de un "Si".

- Genial!! Sabes que? Mañana voy a volver de nuevo! Te lo prometo!! - dijo levantándose, sabía que su sirvienta estaría buscándolo si no volvía pronto. T-chili le devolvió el plato totalmente vacío de sopa, no dejo ni una miga de pan.

- mañana volveré con más comida! Y voy a curarte esa espalda! Ya vas a ver!! - dijo mientras se retiraba felizmente de tener un amigo con quien hablar, se dio la meta de ayudarlo con el español para que puedan comunicarse.

El chico metió el plato de sopa en la canasta, agarro la antorcha y subió por la escalera. Demoro unos minutos en abrir y cerrar la gran puerta, pero lo logro.

Desde lo profundo del calabozo se escucho un "adiós" de parte del chico de cola.

...

- Señor España! Donde estaba? - dijo la sirvienta con preocupación.

- Oh, tranquila, fui a comer a otra parte porque me sentía algo solo.

- Y se comió todo el pan? - dijo mirando la canasta vacía algo confundida, España con suerte comía un pan entero o la mitad.

- Supongo que tenía hambre! - dijo dejando la canasta en la mesa y se fue rápido a su habitación.

- Ese pequeño tenía mucha hambre... - dijo mirándolo partir.

España entro rápido en su habitación, cerro la puerta y fue como un rayo a escribir en su diario, cada que tenía una nueva experiencia lo primero que hacía es escribirla en su diario, sin duda su vida iba a cambiar para bien desde hoy.

...

Hola!! Buenas tardes, como están?
Decidí subir el segundo cap hoy mismo, porque al final se me iba a ir la idea XD

Pd: al final mate al zancudo :D

-cuarsostudio ✨🌷

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