❝𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐞, 𝐛𝐮𝐠𝐚𝐦𝐛𝐢𝐥𝐢𝐚❞

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Cyno está mañana se levantó desanimado, necesitaba una respuesta que aún no llegaba, Tignari dormía, aunque pronto la tos lo despertaría y Cyno tendrá que cuidarlo un rato, esperaba con ansías que Tignari lo aceptara, aceptara sus sentimientos que eran completamente puros y solo para él.

Como era de saber, Tignari despertó, con dolor y quejándose se acomodó en la cama, miró hacía la cama de Cyno, el no estaba, intentó mirar por la ventana, pero el sol impedía una buena vista y solo logró aumentar el dolor de cabeza, movió las orejas y las acarició cuidadosamente, comenzó a pensar sobre aquella declaración, se sonrojo inevitablemente porque realmente no sabía que decir.

Quería corresponder, pero temía que fuese una simple broma.

De repente, por la puerta, entró Cyno a darle los buenos días al pelinegro, trayendo su desayuno, una taza de té con una comida digerible para la condición en la que se encontraba el enfermo, Tignari sonrió agradecido, pero no pudo mirar a Cyno a los ojos sin recordar lo que dejo en un "lo tengo que pensar", se sintió mal, pero ahora solo tenía que esperar pacientemente a qué Cyno esté libre.

Se levantó de la cama, con mucho esfuerzo se acercó a la ventana, observó a Cyno trabajar,  movió la cola de felicidad al ver las flores, inmediatamente se acostó en la cama, ya exhausto de haber estado tanto tiempo parado, quedó mas débil que lo que ya estaba antes, respiró pesado y se tranquilizo, bebió del agua que tenía al lado, se sintió mejor por unos segundos, respiró mas calmado y pudo seguir mirando por la ventana, alegre intento saludar a Cyno, quien cuando lo vió se sorprendió, y se pegó a la ventana.

― Tignari? ― El pelinegro sonrió al oír su voz, Cyno compartió aquella felicidad. ― Qué crees que haces? ― se río.

― estoy.. mirando tu trabajo, se ven muy bonitas las flores. ― su voz aún así se oía débil, seguía parado aunque sus piernas comenzaban a temblar, luego se sentó a descansar y Cyno entró.

― vaya, parece que puedes moverte un poco mas, eso.. me alegra mucho. ― miró a otro lado incómodo, luego giró su vista al pelinegro, que estaba parado denuevo. ― aprovecha de cambiarte la ropa que no te cambias hace 8 días. ― comentó.

Tignari se rió, solo se movió un poco por la habitación y se sentó nuevamente totalmente cansado. ― Uh.. ― tosió, y se quejó adolorido, miró a Cyno ordenar el velador, volvió a pensar en aquellas palabras.

Ya sabía que hacer.

Estaba acostado nuevamente, está vez con una ropa mas cómoda y limpia, se sentía peor, quizás el caminar y esforzarse tanto le perjudicó

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Estaba acostado nuevamente, está vez con una ropa mas cómoda y limpia, se sentía peor, quizás el caminar y esforzarse tanto le perjudicó.

Cyno estaba afuera regando las plantas.

El peliblanco observaba la bugambilia, luego recordó que dejo el ramo junto a Tignari y que debía conseguir respuestas sobre su declaración, lo haría otra vez, pero con mas pasión, para que Tignari se diera cuenta de lo mucho que Cyno lo amaba.

вυgαмвιℓια - cynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora