El día comenzó simple y relajado, como epoca de primavera, algunas flores daban su máximo esplendor y otras comenzaban a florecer de a poco. Tignari olía el dulce aroma de las flores, con profesionalidad las observaba y las regaba, claro, junto a Cyno.
Usualmente Cyno se la pasaba en su habitación leyendo libros o jugando videojuegos, con su mirada seria salía de vez en cuando a saludar a las y los nuevos empleados que llegaban, aunque no pasaba ni un día con ellos y ya estaba en sus asuntos.
Mas que ser alguien introvertido era alguien solamente muy dedicado a su propia vida, ya que de ser social era bastante social.
Pero al conocer a aquel pelinegro con orejas de zorro, sintió un gran interés, un interés extraño, ese interés de además de querer conocerlo, querer besar esos labios, tomarlo de la mano y pasear por donde sea, aquel.. interés amoroso.quería estar con el en cualquier lado, mientras estuviese cómodo, mientras estén felices. ― Oye, Nari. ― le habló, con una voz relajada.
― Si? qué pasa? ― se acercó al peliblanco quien miraba las flores y pasaba su dedo por sus pétalos. ― Te agrada ser mi amigo? ― Tignari lo miro confundido, luego le sonrió a Cyno. ― ¡Claro! me agrada tener a alguien como tú conmigo. ― el peliblanco volteó la cabeza a otra dirección enrojecido, Tignari se dió la vuelta buscando la mirada de aquel chico. ― por qué estás tan sonrojado? ― se rió, ambos rieron.
Ya era hora del almuerzo, normalmente comían los empleados, Cyno y Nahida, ya que la madre y padre de estos trabajaban hasta la tarde, pero hoy no fue el caso, así que se aprovechó al máximo la situación. ― Cyno, hace mucho que no salías tanto! qué te hizo cambiar tus opiniones? ― preguntó la mujer de blanco cabello, a lo qué Cyno solo contestó. ― tengo un nuevo amigo, que me cayó muy bien. ― mirando a Tignari con una sonrisa.
― Ya veo.. y a Albedo? con el siempre reías con bromas. ―
Cyno suspiró. ― sabes que el salió de la ciudad por su escuela de arte. ― para Cyno, era un poco muy estúpido confundir aquel amor que siente hacía el pelinegro que la amistad inquebrantable que tiene con Albedo, solían pasar horas en las que albedo lo escuchaba con sus chistes pésimos pero divertidos, ahora se preguntó.. ¿por qué no contarle algunos chistes a Nari?.
Estaban en el invernadero cuidando de los frutos que brindaba este, Tignari regando cada una de las plantas con sumo cuidado de no pasarse, Cyno miraba su arduo trabajo, mirando mas al pelinegro que al trabajo. Salieron del invernadero, como habitualmente lo hacían, fueron a ver a la bugambilia. ― se ve mejor, no crees Nari? ― le sonrió suavemente. ― Si.. ― sus orejas se movían junto el viento y movía el mismo su cola de un lado a otro, unas pocas flores caían de aquella planta junto a Cyno y Tignari.― noa recostamos a descansar un rato? ― preguntó Tignari, sentandose en el suelo.
― por qué no..? ― se acomodaron para acostarse uno al lado del otro y mirar al bello atardecer, seguían cayendo algunas flores de la morada bugambilia, pero era lo de menos. ― mira..! son mariposas. ― un atardecer cálido y húmedo merecía la llegada de preciosas y coloridas mariposas.
Mariposas por ahí y por allá, posandose en las flores, un hermoso espectáculo sin duda. Mientras las mariposas se posaban en la cara de Cyno, algunas mariposas se posaban en el estómago de Tignari. ― Vaya.. ― Cyno se levantó.
― pasa algo? ― Tignari miró a su estómago, viendo aquellas mariposas. ― Oh.. jaja ― sonrió.
― parece que tienes mariposas en el estómago. ― claramente hablando en un modo de broma, al otro sentido. Tignari lo miro con confusión y Cyno tuvo que explicarle el chiste.
― Ah.. ya vi.. ― sonrió nervioso, Cyno lo miro con cara de "no es gracioso?" y suspiró. ― solo Albedo comprende mi buen humor.. ― susurró, completamente decepcionado.
― Oye, claro que lo entiendo, tranquilo, solo.. no lo había entendido. ― comentó Tignari, dándole una bonita sonrisa al peliblanco.
La tarde pasó rápido, y ya era hora de irse a dormir, aunque Cyno deseaba pasar la noche en el patio junto a Nari, viendo el oscuro anochecer y dormir juntos en el suave pasto.
Pero eso no se podría hasta que logre conquistarlo, o al menos mantener mas confianza entre ambos y poder pedírselo con amabilidad y no a ruegos como el pensaba vergonzosamente hacer.
― Buenas noches, Cyno. ― se acomodó el lada Tignari, Cyno sonrió.
― Buenas noches.. Nari. ― usualmente no lo hacía, pero se acomodó la almohada para abrazarla pensando en aquel pelinegro.
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вυgαмвιℓια - cynonari
FanficCyno es parte de una de las familias mas ricas del país, Tignari es un simple jardinero que tiene una gran experiencia en plantas que llegó a aquella gran mansión. Talvez el peliblanco tenga interés en el pequeño chico de orejas de zorro. ✦ Cynonari...