11. Vecindad.

240 44 11
                                    

¿Quién lo diría? Doyoung dejó de vivir en las lomas para irse a una vecindad con el amor de su vida a.k.a Johnny.

La primer semana lucharon contra un ejército de cucarachas y comieron sopa maruchan de bolsa, porque Doyoung no quería quemarse las manos y John solo sabía hacer frijoles en diferentes presentaciones.

La segunda semana tuvieron que pelear con las vecinas chismosas que no aportaban más que estrés, también se vieron en la necesidad de correr a Jungwoo, que se la pasaba metido ahí con ellos, alegando que necesitaba vigilar que su mejor amigo estuviese bien.

La tercer semana recibieron visita de la familia de John, Doyoung solo se sentó y sonrió durante dos horas seguidas, mientras que la familia se paseaba por todo el lugar y criticaba muy bajita la mano.

Pero el amor no faltó... creo.

La cuarta semana...

—¡Mira! —gritó John, entrando a su hogar con un boiler.

—¿Lo sacaste en Coppel?

—Se lo robe a Yuta en la peda de ayer.

Doyoung prefirió no preguntar.

—¿Quieres que traiga comida chatarra? —preguntó John, acercándose para besar la mejilla de su güerito, que ya no tenía pelos de elote.

—McDonald's no porque me cancelan las gringas —dijo Doyoung. —Vamos con Don Mario.

—Por eso me gustas mucho, mi güerito.

Terminaron comiendo tacos de la esquina, con Don Mario, el señor de los mil empleos.

Y vivieron felices por siempre...

Hasta que llegaron a cobrarles la renta y se dieron cuenta de que no tenían un solo peso ahorrado, así que les tocó vender el boiler que Johnny con tanto esfuerzo se había robado de la casa de Yuta en medio de la noche.

Cosas de personas no muy inteligentes, la verdad.

Fin.









































Nota:

Alguien me dijo que actualizara esto JAKHS aprovecho y le doy fin.

Me esforcé por escribir igual que hace dos años, pero no pude. 😫

De fresas y cholosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora