𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓓𝓻𝓮𝓪𝓶 (SatoSugu)

Capitulo I

El último aliento de Suguru Geto fue consumido ante los azules orbes.
Satoru había cumplido su misión, ponerle fin a la rebeldía del azabache.

Lo que fueron a penas unos segundos se habían convertido en la mismísima eternidad para el albino que yacía de pie frente al cuerpo ausente de vida de su querido ex-compañero.

-Suguru... _ las piernas del albino fallaron, obligándolo a ceder, cayendo así de rodillas ante el cadáver el azabache.

El ojiazul quería convencerse así mismo de que lo que había hecho era lo correcto, pero su mente comenzaba a cuestionarse si realmente había valido la pena.
No hacía más que abrazar el cuerpo inerte de quién había sido su primer y único amor.

Aunque Suguru siempre había dejado en claro que entre ellos no podía existir otro vínculo y mucho menos uno amoroso, Satoru de vez en cuando gustaba de fantasear con lo que pudo haber sido y no fue.

Dichos recuerdos trajeron consigo a las cristalinas gotas que sin previo aviso comenzaban a resbalar por el rostro del de azules orbes, mismas que residían en las ya frías manos del que alguna vez poseyó unos vivos orbes dorados que iluminaban como rayos de luz.
El vacío en el pecho de Satoru le hacía pensar que verdaderamente podría morir en ese momento, junto a Suguru.

Sostuvo con fuerza las manos del azabache, las entrelazó con las suyas, pero el tacto ya no era suave, ya no era cálido, ya no era Suguru Geto.

El albino refugió su rostro entre sus brazos tratando de no sentir, queriendo contener la avalancha de emociones que lo azotaban.

Tenía que seguir las reglas y llevar el cadáver de Suguru a la academia de hechicería.

"Que se jodan", pensó.
Hoy había sacrificado todo por seguir la reglas.

Con el cuerpo de Suguru entre sus brazos Satoru Gojo camino sin un rumbo establecido, el viento parecía estar en su contra, la brisa era salvaje, la puesta de sol estaba por llegar pintando el cielo de colores pastel.
Hace rato había salido de la ciudad, el pasto y la pureza del aire se lo decían.

Una pequeña estancia, era lo único que se observaba entre la inmensidad de la hierba fresca.
Era como si el viento lo hubiera guiado, no había rastro de la civilización por esos lares.

En cuanto llegó a la estancia, se dejó caer de rodillas, reposando el cuerpo del azabache sobre sus piernas, sosteniéndolo entre sus brazos.

Ante la ausencia de palabras, argumento, o súplica, solo optó por abrazar el frío cuerpo contra su pecho.
El sentimiento era desbordante, asfixiante, se atrevió a cerrar los ojos un momento mientras la brisa golpeaba su rostro y mecía los finos cabellos azabaches, revolviendo los con los blanquecinos.

-Satoru... _ Esa voz, era suave, era cálida, era la misma voz llamando a su nombre, era esa voz que siempre lo acompañaba...Era Suguru.

Alzó la mirada lentamente, cubierto de lágrimas, palideció al ver qué quien pronunciaba su nombre era el mismo chico, el protagonista de sus anhelos.

¿Era un sueño?, ¿Había enloquecido?. Ninguna de esas preguntas tenía lugar en la mente del ojiazul, las hizo a un lado para concentrarse en el chico que tenía frente a él.

_ Satoru, ¿Todo bien? _ Las ahora cálidas manos de Suguru subieron gentilmente por las mejillas del ojiazul.

-¿P-puedo...abrazarte? _ El ojiazul estaba convencido de que se trataba de un sueño, uno muy dulce así que se aferró con todas sus fuerzas a esos instantes, pues estaba seguro que al despertar el dolor volvería.

-Ahh, si ... supongo _ El ojidorado accedió al ver qué el albino estaba a punto de quebrarse en llanto, y algo confundido abrió sus brazos para recibir a su compañero.

El gentil tacto y el tono calmó las dudas en la mente del ojiazul, quién se sumergió en los reconfortantes brazos de su amado.

Al alzar la mirada Satoru pudo notar que efectivamente era Suguru, pero había algo peculiar en él.
Ese peinado y esa ropa...

-Oye tonto, vamos a llegar tarde a la academia y Yaga nos regañara

Como olvidarlo, el Suguru de sus tiempos de preparatoria, ¿Por qué precisamente su sueño había decidido mostrarle esa etapa de su juventud?, era raro, pero estaba bien...al menos ahí tenía a Suguru.
Aprovecharía cada segundo a su lado, al fin y al cabo era un sueño.

-¡¿Que Satoru Gojo hizo que?! _ La sorpresa provocó que Yaga se levantará de su asiento

- Desapareció junto al cadáver de Geto... _ contestó la fémina de oscura cabellera, seguido de su respuesta el mayor golpeó el escritorio.

-¡BUSQUEN A ESE MUCHACHO!

-Pero...¿Cuál es la gravedad de la situación?

-Satoru Gojo, ese idiota puede desestabilizar el universo mismo, dense prisa...¡Une a todos los de primera clase!

Nuevo fic!!!🎉🎉🎉
Han visto WandaVision? Jajajaj si es así entonces ustedes ya tienen spoilers.